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Mejores discos internacionales 2014
Published
8 años agoon
Muchos, muchísimos discos este año. Como siempre, la cosecha dejó trabajos excelentes, mediocres, así como algunos olvidables; cada uno sabrá cuáles descarta o atesora como favoritos de 2014. Hay para todos los gustos y así es el arte en general.
Podríamos hacer un listado con aquellas “decepciones del año”, y reírnos, burlarnos y discutir al respecto, pero como en HumoNegro preferimos darle cabida a lo que consideramos trascendente, durante todo 2014 hemos estado desarrollando el listado que verán a continuación.
La mecánica para dar con estos discos es la misma utilizada el año pasado, en los Mejores Discos 2013: cada mes, una docena de integrantes de nuestro equipo íbamos proponiendo discos para escuchar y analizar. Algunos fueron quedando tempranamente en el camino, otros resistieron lo que más pudieron (como el de Judas Priest, el de Cynic o el de Interpol, entre varios más), y otros sobrevivieron hasta esta lista, quedando abajo a último momento, o integrándola.
Con esto no pretendemos tener la última palabra o dictar cátedra en ningún sentido, para nada, sólo queremos compartir con ustedes el resultado de ese trabajo, el que fue llevado a cabo por personas que abarcan y conocen muchos géneros y estilos. Fue sorprendente, por ejemplo, ver a los más “rudos” de nuestro equipo dejarse llevar por calmas melodías o ciertas experimentaciones, y viceversa también. Tratamos de ser lo más objetivos posibles, aunque a veces el gusto por algo específico es más fuerte.
En fin, siempre faltarán o sobrarán, lo importante es que este listado pueda abrir las posibilidades a más de alguien para darle una oportunidad a música y trabajos que no han querido / podido escuchar, o simplemente para examinar y ver si coincide o no con los gustos propios. En esto no hay últimas palabras o perfección, sólo opinión, discrepancias o acuerdos. Costó mucho, pero lo fundamental es que lo hicimos con convicción, agrado y mucho cariño.
Acá los mejores 25 discos de este año según el equipo HumoNegro. (Los discos chilenos destacados de 2014 están aparte; haz clic AQUÍ).
- Si quieres ir escuchando los discos, puedes pinchar el nombre o la portada de cada uno, están enlazados sus respectivos streamings.
25°
“Different Shades Of Blue” – Joe Bonamassa
Cada cierto tiempo la movida próxima al blues se ve vitalizada por nuevos héroes de la guitarra. De esta manera Joe Bonamassa cautiva con “Different Shades Of Blue”, un trabajo donde se deja ver toda la calidad vocal e instrumental del neoyorkino. Con 11 canciones, el disco es un recorrido que conecta con la parte más pura de las raíces del rock de guitarras, entregando un set de temas pesados y contundentes que bien recuerdan viejas glorias de los 60 y 70. Fiel a su estilo sencillo y pulcro, Bonamassa logra unos contundentes sonidos sacados de la maleta de un experimentado guitarrista, que conecta muy bien con la personalidad de un disco sencillo pero bien pensado. Imprescindible.
24°
“Last Act Of Defiance” – Sick Of It All
Los experimentados neoyorquinos de Sick Of It All nos proporcionaron este 2014 un disco que estuvo marcado por el regreso de la banda a sus raíces, haciendo gala de toda su potencia y brutalidad de antaño. Sin lugar a dudas “Last Act Of Defiance” reposiciona y sintetiza bastantes elementos de la esencia del sonido punk y hardcore, todo ello acompañado de unas letras que manifiestan la postura crítica y desafiante que ha caracterizado a SOIA. Con la altivez de siempre, la banda ha lanzado con esta placa un evidente desafío al mundo de la música, logrando un trabajo vibrante, caótico, eufórico y desordenado. Después de todo, un sonido tan feroz no pasa desapercibido para nadie.
23°
“Wig Out At Jagbags” – Stephen Malkmus & The Jicks
Salió en enero. Tal vez por eso mucha gente lo pasó por alto, pero lo último del ex Pavement, Stephen Malkmus con The Jicks, es el mejor disco lanzado por este conjunto, a punta de canciones que muestran todas las caras en las que se mueve el autor, con una coherencia y sentido del riesgo que merecen atención. Todo movimiento está bajo control, y entre el frenesí punk (“Rumble At The Rainbo”) y la nostalgia de la juventud (“Independence Street”), hay joyas complejas y hermosas como “J Smoov” o “Chartjunk”, que expanden el sonido clásico de Malkmus. Ahí tenemos claro que, pese a todo el camino recorrido, Stephen y los Jicks tienen para rato, y “Wig Out At Jagbags” es la prueba de ello.
22°
“Atlas” – Real Estate
Dignísimos hijos del jangle pop de The Byrds, los neojerseítas Real Estate vieron en “Atlas” –su más reciente álbum- la consagración de su sonido florido y evocativo. Melodías coloridas para estar tirado en el pasto a media tarde, bellamente interpretadas y ejecutadas con la precisión que todo disco de pop de guitarras debiera tener. Las guitarras están perfectamente coordinadas y poseen la cantidad justa de efectos para que el sonido permanezca en el aire sin diluirse ni perderse, arremolinándose y serpenteando en los oídos. Aunque a ratos parezca plano y monótono, su encanto radica en el goce de las melodías, algo así como disfrutar el viaje más que el destino mismo.
21°
“Phantom Radio” – Mark Lanegan
Después de ocho años sin lanzar disco alguno como solista, Mark Lanegan tendría en “Blues Funeral” (2012) un nuevo impulso para una carrera que, como pocas, está llena de éxitos personales y colectivos. Siguiendo la línea de aquel trabajo y obviando lo hecho en “Imitations” (2013) –ningún disco de covers debiera considerarse en discografías formales-, el músico lleva a “Phantom Radio” por lugares que mantienen intacto el característico sello aguardentoso de sus primeras composiciones, pero desprendiéndose con éxito de las guitarras más furiosas para dar paso a todo un abanico de sonidos más cercanos a lo electrónico. El último de los grandes crooners ha vuelto para quedarse.
20°
“Lullaby And.. The Ceaseless Roar” – Robert Plant
Robert Plant sigue siendo un “flower child”, un explorador de sonidos y culturas que, con una maleta llena de experiencias, es capaz de componer un disco que renuncia definitivamente a toda expresión erótica para confesar la delicadeza de un beso robado. Aquí las etiquetas de género pierden significado, porque el sonido –siempre con el ritmo en el corazón- tiene muchos intérpretes que por momentos no se logran identificar, y que crean un patchwork multicolor que Plant llama country & Eastern. Un ejemplo de música global, libre, sin expectativas, sólo con la ambición de crear un viaje en el que todo, de una u otra manera, vuelve al mismo punto de partida.
19°
“Benjamin Booker” – Benjamin Booker
Es inevitable que, conforme el paso de los años, los géneros vayan pasando por altibajos. Para el blues rock, continuando con la reivindicación que The Black Crowes no alcanzó a completar, la aparición de figuras como las de Joe Bonamassa, Gary Clark Jr. y, en lo inmediato, la de Benjamin Booker, ha sido esencial para un resurgir. Lo del oriundo de Virginia es para destacar. A través de su debut homónimo, en el que es capaz de ser exitoso en la senda mezcla entre aquel blues más íntimo y un desenfado cercano al punk, con su particular voz, lleva hacia nuevos estándares un estilo que vuelve a pedir cancha. El de Booker, es un nombre que definitivamente hay que considerar desde ahora.
18°
“Fragments And Wholes Vol. 1” – Alain Johannes
“Spark” (2010) fue un ejercicio de sanación mediante la catarsis y la creación de canciones bellas e intensas, solitarias y sensibles. Pero Alain Johannes tiene raíces mucho más cercanas al rock alternativo, tal como se notó en su banda Eleven o sus colaboraciones con múltiples artistas. Por ello, los fanáticos de Alain esperaban que el calvo cantautor chileno-norteamericano sacara un disco más potente. “Fragments And Wholes Vol. 1” reúne todas las caras de Johannes, desde la distorsión stoner (“Saturn Wheel”), hasta la belleza melódica (el dúo de “Pebble Tears” y “Petal’s Wish”), generando un álbum imprescindible del año, que le hace justicia a un gran nombre del rock mundial.
17°
“By Absence Of The Sun” – Triggerfinger
Un disco que no pretende otra cosa que brillar por su propia luz y que, quizás, quienes no los conocen, se deleiten con su sonido si nombramos particularmente a Queens Of The Stone Age como similitud más próxima en la forma de componer. No obstante, estos europeos se alejan y llevan su propio sonido cool y elegante a otros niveles, y es que Triggerfinger ha creado un trabajo rico en matices, donde el hard rock, el blues y el crudo stoner decantan en memorables piezas dignas de elogio. “By Absence Of the Sun” no tiene nada que envidiarle a un “Songs For The Deaf” (2002) o algún trabajo de John García con Kyuss, y si logró escalar puestos en lo mejor del año que se va, es por algo.
16°
“This Island, Our Funeral” – Falloch
El post-rock y el metal han demostrado ser muy buena pareja desde siempre, y los escoceses Falloch son un gran ejemplo de ello. Mixturando ambos estilos y añadiéndole la cuota precisa de folk y música tradicional escocesa, han trazado su camino y su segundo álbum. “This Island, Our Funeral” es una obra aún más maciza que su predecesor. Rico en ambientes y melodías, de alguna manera suena a un disco de new age sin la parsimonia ni la grandilocuencia de este. Juega con la dinámica clásica del post-rock (melodía-explosión-melodía) apoyándose en la densidad de las guitarras, en un viaje desde la comodidad de los audífonos del auditor por los fríos y nubosos parajes escoceses.
15°
“.5: The Gray Chapter” – Slipknot
El regreso luego del trágico episodio Paul Gray, marca un punto de inflexión inesperado en la historia de Slipknot. Como homenaje y, en cierta forma, punto de partida hacia un nuevo rumbo, la banda nos presenta en “.5: The Gray Chapter”, su vuelta a las pistas con una placa llena de sentimientos encontrados, donde el odio y la rabia priman como combustible inagotable para hacer funcionar los engranajes de una máquina imparable. Con temas que destacan en composición, líricas y agresividad, logran crear retorcidos y fantasmagóricos espacios, que remarcan y hacen que el regreso de los de Iowa se posicione en lo mejor del año y destaquen con un trabajo bestialmente completo.
14°
“Benji” – Sun Kil Moon
Si Bob Dylan, Johnny Cash, Leonard Cohen y Tom Waits se hubiesen juntado a trabajar alguna vez, es muy probable que el resultado de aquella unión concluyese en algo similar a lo de “Benji”. Y es que el disco de los capitaneados por Mark Kozelek, ubicándose en un maravilloso lugar melódico, es todo un demoledor y misceláneo arreglo de distintos universos. Sentidas letras que, en un lenguaje simple y directo, interpretadas en el tono vocal perfecto, hablan de la familia como el eje en el pasar de una persona, del bullying, de asesinos en serie, de viejas glorias del rock & roll y de experiencias de vida completa. Algo que es hecho con tanta dedicación y cariño, es menester escuchar.
13°
“Transgender Dysphoria Blues” – Against Me!
La transformación de Laura Jane Grace tomó a todos por sorpresa. Lamentablemente, algunos le dieron la espalda, otros miraban con incredulidad, mientras que el resto esperaba impacientemente el próximo movimiento de la artista. “Transgender Dysphoria Blues” fue la respuesta. Una obra a ratos autobiográfica y conceptual, que logra transmitir una honestidad tan brutal que, por el solo hecho de haber visto la luz del día, debió haber sido aplaudida. Pero la verdad es que este es un disco impresionante. Letras desgarradoras, honestas y punzantes; melodías agradables y un trabajo sonoro que hace de este el trabajo más impresionante en la historia de la banda y el más valiente de 2014.
12°
“Raves Tapes” – Mogwai
“Raves Tapes” es un disco que marca un cambio en la dirección sonora de Mogwai. Temas como “Remurdered” o “No Medicine For Regret”, nos proponen una particular visión de aquella fórmula ya conocida de los escoceses, logrando extrapolar sonidos introspectivos que pasan desde la frágil sutileza hasta el caos. Momentos congelados en el ambiente que nos envuelven y nos sumergen en un mundo de ensoñación y reflexión que, junto a la incorporación de destacables atmósferas en teclado, logran generar una sensación única. Una bella historia creada a partir de una melodía que, sin contar explícitamente de qué se trata, se entiende a la perfección.
11°
“To Be Kind” – Swans
Con una trayectoria de más de 30 años, Swans, la banda liderada por Michael Gira, sorprendió este 2014 con un prolijo y rotundo disco doble. Este trabajo, con más de dos horas de extensión y con sólo 10 canciones a cuesta, se transforma en un excéntrico viaje que muestra una paleta sonora profusamente experimental. Se conjuga así el descontrol de unos definidos riffs de guitarra acompañados de una pesada percusión en medio de cuidados arreglos. Todo ello origina un disco que derrocha calidad técnica, nutriéndose de la imaginación y del virtuosismo de todos quienes colaboraron en él. Intensidad y frenesí es lo que define a esta verdadera obra de arte.
10°
“Casualties Of Cool” – Casualties Of Cool
El imaginario musical incansable de Devin Townsend, que ha transitado desde el metal mas desbocado hasta el más matemático y preciso como reloj, ha aterrizado esta vez en el country y el blues, de la mano de la cantante canadiense Ché Aimee Dorval, para formar Casualties Of Cool y un álbum homónimo que fue pensado como parte de Devin Townsend Project, pero que tomó vida propia y paralela. Un disco conceptual reposado y etéreo, definido por Townsend mismo como “si las canciones de Johnny Cash estuvieran embrujadas”. Contiene momentos realmente solemnes, destila melancolía y al mismo tiempo belleza onírica, en la que Dorval y su voz juega un rol muy importante.
9°
“Crosses” – Crosses
Desde hace bastante tiempo que Chino Moreno ha venido experimentando una “mikepattonización”, en la que se ha inmiscuido en una gran variedad de proyectos paralelos a Deftones, quizás satisfaciendo sus propias necesidades musicales, que es sabido son amplias. Crosses (†††) es probablemente la que mejor engloba todas las pretensiones que Moreno ha deslizado de forma muchas veces no tan sutil en Deftones, y que ahora puede exhibir en su estado más puro y desatado. Este álbum tiene electro rock, ambient, witch house y hasta dark wave, ganando puntos por ese eclecticismo que lo sostiene y que provee al auditor de canciones para prácticamente cualquier estado de ánimo o momento.
8°
“Morning Phase” – Beck
Si hay algo de lo que Beck puede presumir, en 29 años de carrera, es siempre apostar por la innovación, requisito fundamental para reconocer a todo buen músico. Con “Morning Phase”, el de California se reinventa a partir de sus propios trabajos en el amanecer de este siglo, trazando una armónica quietud en los 13 tracks que conforman el disco. La revisitada y, a todas luces, eficiente mezcla entre elementos del folk, el country y aquel rock más amable, tienen en “Wave” el puente perfecto entre dos partes de un trabajo que desprende, en cada uno de sus lugares, una invitación a relajarse con la motivación de turno. Luego de seis años de silencio discográfico, el viejo Beck no decepciona.
7°
“Everything Will Be Alright In The End” – Weezer
Los últimos años de Weezer fueron tanto prolíficos como confusos. La cantidad de discos lanzados desde el “Green Álbum” allá por el 2001, superó todas las expectativas, pero dejó en el camino a más de uno confundido, dudando de la real relevancia de los trabajos de River Cuomo. Incluso, tras el lanzamiento de “Hurley” (2010), muchos simplemente dejaron de tener a la banda en su radar. “Everything Will Be Alright In The End” funciona como la perfecta redención de Cuomo. La sutileza nunca ha sido una característica del líder de Weezer, y la búsqueda de ese vínculo perdido es lo que mueve a este disco, el cual es por lejos el más importante que Weezer ha lanzado en años.
6°
“The Joy Of Motion” – Animals As Leaders
“The Joy Of Motion” explora y combina los sonidos propios del metal técnico moderno, con el componente progresivo y melódico propio del jazz. Fórmula para algunos descabellada, por ser estilos totalmente distintos, pero que cohesionan en un disco simplemente avasallador. Temas como “Tooth And Claw” o “Kascade” expelen visceralidad, complejidad y rítmicas que no se escuchan todos los días, y que merecen atención. Y es que Tosin Abasi y compañía dejan en claro que tienen otras formas de ver la música, plasmando en su última placa lo mejor de su propuesta. Un moderno sonido que Meshuggah, allá por los 90, sembró sin querer como género y que, benditamente, ya dio frutos.
5°
“Seeds” – TV On The Radio
“Nine Types Of Light” (2011) tuvo la imposible misión de superar al espectacular “Dear Science” (2008). Para colmo, en abril de ese año la trágica muerte de su bajista, Gerard Smith, envolvió el lanzamiento de dicho disco en un ambiente de tristeza y pesar. Y pareciera ser que con “Seeds” los norteamericanos decidieron realizar una fiesta que sirviera como una hermosa despedida de su camarada, y en el intento lograron armar un disco que se alza como uno de los mejores de su carrera. Las melodías son más pegajosas que nunca, el trabajo sonoro es perfecto, y las letras dan una señal de madurez que demuestra, sin lugar a dudas, que TV On The Radio se encuentra por lejos en su mejor momento.
4°
“Gigantoid” – Fu Manchu
Fu Manchu se ha transformado en una verdadera institución. Al más puro estilo Motorhead o AC/DC, cada disco nuevo entrega lo que uno espera de los californianos, dejando poco espacio para experimentos o salidas de libreto. Lo que hace interesante a esta agrupación es aquello que logra crear dentro del marco que se imponen a sí mismos. “Gigantoid” es, sin lugar a dudas, el mayor desvío musical que han tomado desde el mítico “In Search Of…” (1995). La psicodelia marcha rampante, otorgando una sensación de paranoia e incredulidad que no se veía desde los años de Brant Bjork y que demuestra que, a pesar de los años, aún les quedan bastantes trucos bajo la manga.
3°
“Lost In The Dream” – The War On Drugs
Adam Granduciel pasó por tener que responder pataletas de Mark Kozelek (Sun Kil Moon), hablar para todos los medios más relevantes del planeta musical, y ver el nombre de su banda en todas partes encabezando listas alrededor del orbe. Pero antes, en marzo, The War On Drugs sacó su tercer disco, “Lost In The Dream”, álbum sólido, lleno de canciones tan oníricas como cautivantemente pop, con guitarras, armonías y letras prístinas. Granduciel había logrado ganarse un sitial sin necesitar más que composiciones desarrolladas al máximo de sus capacidades, tal como se nota en “Under The Pressure” y “Red Eyes”. Desafiante y triunfante, este álbum llama a ser escuchado una y mil veces.
2°
“Once More ‘Round The Sun” – Mastodon
“The Hunter” (2011) fue una obra que causó bastante controversia entre la fanaticada de Mastodon. El sonido del metal progresivo-conceptual tan característico de la banda pasaba a segundo plano, dando espacio a una impronta mucho más directa y accesible. “Once More ´Round The Sun” continúa con esta propuesta, llevándola incluso mucho más allá, con canciones precisas y riffs que se quedan en la cabeza de quien escucha mucho después de haber dejado de lado los audífonos. Y es que este es un álbum que golpea, y golpea duro. Y si bien puede que haya algunos que deseen que la banda vuelva a sus orígenes, lo cierto es que el resultado de esta travesía nos tiene más que contentos.
1°
“Do To The Beast” – The Afghan Whigs
A veces no se trata de armar el disco más perfecto, sino que de generar un disco que produzca sensaciones y que, de paso, tenga las canciones para volverse indeleble en la memoria de quien lo escuche. Esto es lo que pasa con “Do To The Beast”, el primer disco de The Afghan Whigs en dieciséis años. Greg Dulli siempre ha sabido cómo generar algo que vaya más allá de la excelencia musical que muchos alcanzan de forma pulcra y apelando menos al corazón que a algo más. Dulli libera a la bestia, y la apuesta resulta, y aunque muchos digan que el disco no inventa nada, lo cierto es que los Whigs sacan lo mejor de sus propuestas anteriores, para cuajar un álbum que toca todas las fibras emocionales que Greg y los suyos pueden dominar. “Algiers”, video inicial de la promoción del disco, era simbólico: en él, Dulli llegaba a vengarse de quienes lo basurearon antes. Con “Do To The Beast” no llega la venganza, pero sí esa sensación de un retorno con ansias de arrasar con todo y con todos, al mismo tiempo que aparece la reflexión con contraparte necesaria de un álbum con un nivel de intensidad gigantesco, que mantiene la cadencia negra que Dulli atesoró desde la exploración del soul y el r&b mezclados con su cuota de rock pesado y gritón desde los noventa. Un disco que mueve sensaciones y que ahuyenta a los dudosos. Un registro que no es fotografía del momento de una agrupación, sino que es un monólogo que opera como manifiesto de The Afghan Whigs y mucho más de la figura de Greg Dulli, un tipo al que no le vienen con cuentos y que demostró que tiene cuerda creativa para rato.
Por Manuel Toledo-Campos, Daniel Guajardo, Carolina Velásquez, Danny Arce, Emilio Guerrero, Javier Mardones, María José Frazzoni, Gustavo Inzunza, Pablo Moya, Hans Oyarzún y Claudio Tapia.
Agradecimientos a Pamela Cortés y Camila Fuentes.
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No importa si se trata de nombres nuevos o consagrados, no queda duda de que este año trajo consigo varias grandes obras en distintos estilos. 2022 queda atrás y es tiempo de nuestros recuentos revisando lo mejor en el cine y la música durante la temporada, siendo en esta ocasión el turno de los discos internacionales que más destacaron en los últimos meses. Desde figuras siempre presentes en este tipo de publicaciones, hasta nuevas incorporaciones, el año tuvo una diversidad de sonidos y conceptos que fueron ejecutados de manera impecable por los artistas acá presentes.
Como cada año, nuestro equipo propuso, escuchó, evaluó y seleccionó un cuidadoso listado durante todos estos meses, para así entregar los que son, a nuestro parecer, los discos más destacados durante el período del 3 de diciembre de 2021 hasta el 1 de diciembre de 2022. Más allá de subjetividades, consideren esta lista como una guía de los títulos que más disfrutamos durante este año, esperando también que puedan encontrar alguno que les llame la atención o, por qué no, a su próximo artista o disco favorito. Sin mayores preámbulos, los dejamos con nuestra lista de los mejores 50 discos de 2022.
Si quieres escuchar los álbumes, haz clic en la imagen de cada uno.
“Diaspora Problems”
Soul Glo
Acechando desde las tinieblas del under e influenciados por diferentes vertientes de la música negra, Soul Glo irrumpe en los radares mundiales vomitando energía a través de versos furibundos, con rimas y riffs que merodean en búsqueda de trifulca. Encausando múltiples estímulos del mundo callejero a través de la energía hardcore del sonido east coast, el cuarteto de Filadelfia incorpora además la agresividad y excentricidades del trap con naturalidad, redibujando esa ambigua etiqueta denominada “música urbana”. Transgresor en cuerpo y alma, “Diaspora Problems” refleja la mirada de un grupo de hijos de migrantes sobre la violencia y marginalidad vivida entre callejones y baldíos de nuestras metrópolis.
“And I Have Been”
Benjamin Clementine
Benjamin Clementine logra que los vacíos que deja el sonido minimalista se conviertan en un foco, casi como el lente encuadrando detalles al filmar una película. Melodía, letra, poesía, fuerza y ansia artística se respiran en cada rincón de su álbum más directo y accesible, pero no por ello menos elaborado. El manejo de melodías y relatos es algo que el artista implementa con maestría, acercándose a lo cotidiano y lo mundano sin dejar de sonar celestial, en especial en los arreglos, tanto vocales como de cuerdas, y en su propia voz. Pocas veces la pena, la angustia y las disputas internas suenan tan elegantes y brillantes, menos aún con este halo de integridad artística que baña de épica cada escucha.
“Malign Hex”
Meat Wave
Post punk y noise es lo que suda Meat Wave en su cuarto disco de estudio. Los de Chicago se vuelcan a una forma más primitiva y natural de ejecución, donde expulsan con mayor intensidad y velocidad una propuesta sonora que goza cada vez más de nuevos adeptos. “Malign Hex” es breve y veloz, un disco pensado sin mayores sobresaltos y con una estructura al grano, que no da pie a mayores sutilezas que acompañen bajo, guitarra y batería, sólo 10 certeros golpes al mentón entre un tímido baile. Es interesante cómo conjugan justamente los brillos del noise con las claves típicas del ensueño post punk que ya han revitalizado bandas como Protomartyr, Shame o Fontaines D.C. Si bien, Meat Wave no ofrece mayor originalidad, explota con destreza un recurso donde lo certero es clave, manteniendo una tensión constante y resolviendo con oficio con una receta básica.
“Melt My Eyez See Your Future”
Denzel Curry
Dando un nuevo paso en su ascendente carrera, Denzel Curry sorprende con “Melt My Eyez See Your Future”, su quinto larga duración y una demostración de las capacidades que el rapero tiene a la hora de gestar un relato coherente, potente y más orgánico que los estilos a los que suele recurrir, donde no solamente se expande sonoramente, sino que también presenta distintas caras de su multifacética presencia. Entre incontables colaboraciones y referencias a la cultura popular y la estética del hip hop más clásico, el oriundo de Florida se muestra diverso y establece de manera definitiva las bases para seguir su obra en el futuro, el que seguramente estará marcado por capítulos tanto o más interesantes que este.
“BADモード”
Hikaru Utada
El autoconocimiento es algo que viene con el tiempo, desde experiencias e interactuar con otros, y Hikaru Utada entiende que esa reflexión no se termina. Por ejemplo, elle (en respeto a su autodefinición) primero se rebeló contra los pronombres de género y luego se definió como persona no binaria; la electrónica que dominó sus trabajos anteriores dio paso también a sonidos más orgánicos y, en medio, canciones bailables, pero llenas de tristezas compartidas. Empatía en dosis saludables y dolores en espacios seguros, entre el city pop, disco, R&B y más estilos que se complementan con composiciones que relucen la madurez en la voz de le artista, ícono del jpop no sólo en su forma de cantar, sino en la solidez estructural del LP.
“Where Myth Becomes Memory”
Rolo Tomassi
A través de un fluido viaje de intensidades, “Where Myth Becomes Memory” se perfila como la muestra del extendido proceso artístico recorrido por Rolo Tomassi. En su sexto álbum, los ingleses enfocan su mirada hacia los sonidos etéreos, tomando nota de géneros como el dream pop para añadirlos a la fórmula donde también habitan influencias cercanas al mathcore. En un vaivén permanente, la banda logra plasmar la dualidad de emociones que conduce este disco, donde pasajes agresivos conviven armónicamente con aquellos momentos de mayor sutileza e intimidad. Liderados por la dupla Eva Korman y James Spence, Rolo Tomassi consolida una etapa de crecimiento mediante un trabajo donde prima la melancolía y amplía sus horizontes.
“Zeal & Ardor”
Zeal & Ardor
Tras casi un año entre la publicación de su primer single promocional y el álbum, Zeal & Ardor hizo valer cada segundo de espera por su nuevo LP. Como si hubiese sido intencional, por cada mes de espera, Manuel Gagneux incorporó un estilo musical en su ecléctico proyecto, reafirmando su posición de vanguardia en el metal. Con naturalidad y sin tapujos, el músico logra combinar ritmos tan dispares como los son el blues y góspel con el black metal, dando por resultado un trabajo lleno de matices, a su vez reinventando aquellos cantos que por siglos alzaron al viento los esclavos traídos desde África, reconfigurando su sentir, en un ejercicio que para liberar almas está dispuesto a desgarrar carne.
“II”
Dead Cross
Una aplanadora sin contemplaciones es lo que entrega Dead Cross con su segundo trabajo de larga duración. El proyecto que ve a Mike Patton asomarse por las vertientes del hardcore punk al más puro estilo de la escena ochentera, entrega un disco muy claro en sus intenciones, sin escatimar recursos para desenvolver su carácter de una manera lúdica y violenta, con la siempre inquietante fuerza interpretativa del frontman. Una sección rítmica de lujo, coronada por las punzantes baterías de Dave Lombardo, hace de este disco un esencial no sólo de la temporada, sino que también de un artista tan relevante como Patton, que se encuentra en un prolífero y maduro punto de su extensa carrera con múltiples proyectos.
“BLUSH”
PVA
El trío londinense no revoluciona el género, pero sí refresca el panorama con “BLUSH”. La receta de la banda es simple: acercarse lo más posible a todos los recursos del synthpop, el dance, la electrónica y sus derivados, con diferentes estados de fervor, intensidad y oscuridad. Así, el álbum se mueve entre la voz de Ella Harris y Josh Baxter, quienes marcan sus diferentes ritmos y pausas. Dentro de la música electrónica y bailable, PVA propone nuevos aires que, si bien no son arriesgados, recuperan ciertos pasajes de un estilo que necesita reinventarse. En sencillos como “Bad Dad” la banda conjuga en extremo su destreza entre lo sintético y lo análogo. Para los fanáticos del género, PVA se enlaza muy bien con lo que hacían bandas como Ladytron, por ejemplo.
“Fear Of The Dawn”
Jack White
En una de las decisiones más inesperadas para un artista como Jack White, publicar dos álbumes este 2022 sirvió para analizar en profundidad su obra, principalmente con “Fear Of The Dawn”, disco más eléctrico y experimental en comparación a su sucesor “Entering Heaven Alive”. Acá, el guitarrista se expande sonoramente y entrega arreglos refrescantes a una fórmula que con los años hizo propia, funcionando para dejar contentos a sus seguidores de la vida, así como a los curiosos que busquen un nuevo álbum de rock en tiempos como estos. Jovial, atrevido y despojado de las etiquetas, el guitarrista muestra una de sus facetas más maduras y sólidas con otro capítulo en su larga carrera.
“Gnosis”
Russian Circles
Con su octavo trabajo, Russian Circles abraza mucho más el metal que en otros discos, demostrando cuáles son sus intenciones e influencias. Y es que el consejo de Kurt Ballou en la producción los ha llevado a nuevos límites sonoros y compositivos. “Gnosis” asoma como un disco breve pero intenso, lleno de capas y detalles. Esos riffs que antes Mike Sullivan administraba de manera más textural y con el uso de loops, ahora resuenan de manera más cruda y directa, siempre acompañados de profundos bajos, y una furiosa y ordenada batería. “Gnosis” es uno de los trabajos más duros de Russian Circles, donde la inspiración se centra en profundizar ese sonido más ligado al sludge y al post metal, trabajando por capas y haciendo del trío una experiencia más robusta.
“The Line Is A Curve”
Kae Tempest
Como un ejercicio de auto reconocimiento y una necesaria comprensión de su entorno, Kae Tempest irradia energía en su urgente rima con “The Line Is A Curve”, álbum donde las historias de carácter más contemporáneo toman forma y fondo mediante los contrastes propios de lo personal y colectivo, factores esenciales para comprender la narrativa y forma de interpelar que tiene Tempest en su trabajo. Con un hip hop que no teme incorporar otros estilos, la obra progresa dramáticamente mediante la interpretación de experiencias, análisis de la sociedad y sus conductas, además de una convicción muy en tono con la manera en que Tempest despacha cada palabra, siempre de forma prosaica, resiliente y lo más honestamente posible.
“Warm Chris”
Aldous Harding
La manera en que se funden arpegios acústicos y eléctricos junto a la suave voz de Harding, dan cuenta de su atractivo y sólido rango. En un contexto más minimalista, la compositora neozelandesa se atreve con toques de electrónica muy sutil, jazz y pop, casi emulando a Broadcast, con cuerdas y teclas como protagonistas. “Warm Chris” es cálido y sencillo, pero lo que lo hace robusto y completo es su paseo por esos elementos; una pizca de cada uno para un sonido original con su clásica receta de voz, la que se disfraza en cada track según lo que propone en su revoltoso folk. La experiencia a través de los movimientos que propone “Warm Chris” no hace recordar a primeras la música anterior de la artista, sino que funciona como invitación a un descubrimiento personal e íntimo hacia sus propias inquietudes, pero de forma tenue y pausada, dejando trazos de clásicos en cada compás.
“A Gut Feeling”
Cassels
Claramente no fue parte del plan, pero el resultado deja claro que el dúo inglés fue uno de los que se benefició con la pausa de la pandemia. Si bien, la propuesta de la banda siempre se sostuvo en base a riffs directos y contagiosos, el tiempo extra para trabajar en el nuevo álbum permitió que perfeccionaran la fórmula. Mientras en lo narrativo lucen más punzantes y críticos que nunca, es en lo musical donde la banda corre el kilómetro adicional, explorando estilos que van desde el math rock al post punk, pasando incluso por momentos de pop de una manera equilibrada y atractiva. Líderes de un revival desde antes de que este lo fuera, el tiempo de los hermanos Beck parece finalmente haber llegado.
“NOT TiGHT”
DOMi & JD Beck
El joven dúo DOMi & JD BECK irrumpe con un debut que mantiene en completo equilibrio la suavidad y frenética naturaleza de un sonido virtuoso, y construido en base a una naturalidad y estructura rítmica sin titubeos. Con “NOT TiGHT”, estos músicos llevan los elementos esenciales del jazz fusión hacia las nuevas generaciones, proyectando una infusión de estilos de los 70 con una mirada moderna y que carga con el peso del aprendizaje y desarrollo de dichas influencias. Desde un enfoque técnico, maduro y fresco, este disco demuestra el poder que la interpretación puede explayar para crear la esencia y alma de los sonidos, más allá de estructuras y reglamentos.
“Close”
Messa
Cual tormenta de arena en el desierto, Messa ha irrumpido en la escena global de forma inesperada con un trabajo que logra brindar nuevos colores al siempre penumbroso doom metal. Conjugando una propuesta oscura, cargada de misticismo, llena de matices melódicos y fuertemente influenciada por la cultura norafricana, el tercer larga duración de los italianos tiende puentes entre la modernidad y sonidos de raigambre tribal, enriqueciendo de texturas la propuesta autodenominada por ellos mismos como “doom escarlata”. De esta forma, “Close” consolida y hace destacar ese sello propio al lograr una comunión entre el género y elementos de dark jazz, drone e incluso música ajena a la tradición occidental.
“Lucifer On The Sofa”
Spoon
Tras aventurarse a utilizar el estudio como un laboratorio en sus últimos discos, Spoon vuelve a la creación mirándose a los ojos, transparente y aparentemente simple, y el resultado es brillante, con más rock & roll y la sencillez como emblema. La banda hilvana ideas escondiendo sus complejidades, con la habilidad que ha decantado teniendo a Britt Daniel como uno de los compositores más prolijos del rock actual. En paralelo, Mark Rankin logra que el sonido del disco comparta tal limpieza, sin perder potencia ni esa rugosidad que ya es una característica de las performances de Britt y Spoon. Uno de los mejores discos de, quizás, la banda de calidad más consistente del rock en las últimas décadas.
“Dragon New Warm Mountain I Believe In You”
Big Thief
Lanzar un álbum de veinte canciones puede parecer excesivo para una banda que habitualmente se mueve por un universo sonoro más bien pausado, sin embargo, tras recorrer los 80 minutos que dan vida al quinto disco de Big Thief, se hace evidente que el cuarteto no sólo resolvió el acertijo sin contratiempos, sino que además terminó firmando el que muy probablemente sea su mejor trabajo a la fecha. Con acertados pasajes de indie folk, country, dream pop e incluso trip hop, una aproximación narrativa impecable a cargo de la infalible Adrianne Lenker y una producción especialmente cautivadora en lo rítmico, “Dragon New Warm Mountain I Believe In You” se alza sin duda como uno de los momentos musicales imperdibles del año.
“Cheat Codes”
Danger Mouse & Black Thought
De aquellas sorpresas altamente satisfactorias es lo que entrega “Cheat Codes”. En la primera colaboración entre los gigantes Danger Mouse y Black Thought, la excelencia es un atributo que aflora desde todas las aristas posibles. La producción refinada de Brian Burton transporta al oyente medio siglo al pasado, con recursos interesantes, como el tono de teclados y beats propios del soul, hasta detalles como el ruido de los discos de vinilo. La lírica certera del MC de The Roots se complementa con invitados igual de consistentes, destacando el aporte onírico de Michael Kiwanuka o la emotiva participación póstuma de MF DOOM. Un sólido homenaje al linaje cultural afroamericano, con méritos propios de un clásico contemporáneo.
“Laurel Hell”
Mitski
Hasta 2018, Mitski había estado editando discos casi cada dos años. Para “Laurel Hell” sin embargo, se tomó cuatro años y el tiempo parece haberle sentado bien, porque su nuevo trabajo abandona por un momento la crudeza rítmica de sus entregas anteriores y se embarca sin consideraciones en los terrenos del synth-pop, el indie y el new wave de la mano de Patrick Hyland, su productor de toda la vida, acometiéndose en líricas más conceptuales e íntimas. Si bien, la producción musical es sólida, y por ratos la naturaleza intrínseca de los sintetizadores acapara rango sonoro y la voz de Mitski suena soterrada, quizás es parte de su plan de pseudo retiro por allá por 2019 y dejar que la música tome un rol más protagónico.
“Dawn FM”
The Weeknd
Tras dominar la euforia y la resaca con el todopoderoso “After Hours” (2020), The Weeknd sorprendió al encargarse de las consecuencias en su disco más humano en mucho tiempo. “Dawn FM” tiene una fluidez y coherencia que se cruza con la confusión, añoranza y hedonismo que dominan los tracks de un álbum donde no sólo se extiende en el sonido electrónico bailable y nostálgico que consolidó al artista canadiense, sino también configura una retórica compleja. Una radio, un viaje al infierno personal, y figuras como Quincy Jones y Jim Carrey se suceden en un trabajo que utiliza la división entre placer y dolor para otorgarle madurez e intención a uno de los artistas claves del pop de este milenio.
“You Belong There”
Daniel Rossen
Cuando un trabajo se posiciona bajo el rótulo de “álbum solista”, usualmente ofrece la oportunidad de abordar pasajes que evocan intimidad, ya sea desde su música como sus letras. Con una sobriedad solemne, que va desde su austera portada en adelante, Daniel Rossen es consciente de esta virtud. Las armonías vocales, el acompañamiento de cuerdas y vientos y, sobre todo, el cautivador rol de las guitarras, en partes iguales dan una excelente muestra de un minucioso trabajo de producción y las cualidades multi instrumentales del también vocalista de Grizzly Bear. Acompañándose de letras crípticas, las diez canciones que componen este disco articulan un sonido envolvente y sorprendentemente equilibrado.
“Super Champon”
Otoboke Beaver
Brutales como knockout. En un comprimido de estridencia, Otoboke Beaver amplifica una puesta en escena que, hace sólo tres años, se caracterizó por su explosiva ferocidad. El segundo disco de las kiotenses lleva la fórmula al extremo, con un buen puñado de canciones que ni siquiera alcanzan los sesenta segundos y un álbum que, en su totalidad, apenas supera los veinte minutos. No hace falta de mayores preámbulos para apreciar la habilidad de uno de los grupos más histriónicos dentro de la escena hardcore punk contemporánea. Desde la trinchera del ruido, este cuarteto de mujeres arrolla al oyente en una vorágine que, pese a su ritmo fulminante e impredecible, no deja de ser una experiencia divertida.
“How Do You Burn?”
The Afghan Whigs
Greg Dulli es un tipo que lleva cuatro décadas haciendo música, pero en vez de ser un “viejo zorro” y no aprender nuevos trucos, mantiene los oídos y el alma abierta para continuar adelante, con sonidos que motivan, prenden, emocionan, aterran y enamoran. La saga de retorno de The Afghan Whigs continúa demostrando versatilidad, letras genuinas, interpretaciones que reconocen la experiencia sin avejentar el resultado y, en esta última parada, además lo hacen sin caer en nostalgias como sería tan fácil hacerlo. Ni siquiera las últimas notas de Mark Lanegan instalan al disco desde la reminiscencia, sino que desde la reflexión, mirando hacia adelante, con dolor pero sin temor, y el resultado es inspirador.
“Sometimes, Forever”
Soccer Mommy
Uno de los desafíos que enfrentan los artistas anclados en la vereda del indie pop es cómo hacer para diferenciarse del largo número de proyectos que ocupan dicho espacio. En esa línea, el tercer trabajo de estudio de Sophie Allison funciona perfecto para poner a la cantautora por delante de sus pares. Ya no sólo se trata de un proyecto de narrativas íntimas conducido por una voz cálida, sino que en este álbum Allison toma sonoridades de corte dream pop, noise y algo de psicodelia, pero además decide sumar a la mezcla arreglos de electrónica. Con esto, no sólo logra darle novedad a su propuesta, sino que permite que el disco atraviese espacios de luz y oscuridad sin perder un ápice de consistencia. Único y cautivador.
“Autofiction”
Suede
Una de las cosas que siempre se le agradece a una banda con más de dos décadas de carrera, es que sea capaz de aventurarse en nuevas direcciones y no repetir la fórmula. Es justamente en esa línea donde el noveno álbum del quinteto se anota sus mayores aciertos. Completamente desmarcado del ánimo orquestal de “The Blue Hour” (2018), lo que hace este nuevo trabajo es invitarnos a explorar la faceta más cruda, íntima y urgente del conjunto, en un cautivador viaje que no sólo echa mano a sonidos que rememoran a grupos históricos del rock gótico, sino que además saluda a bandas contemporáneas de la escena post punk sin perder en ningún momento el innegable sello de los londinenses. Revitalizador y contundente.
“Renaissance”
Beyoncé
Después de seis años de silencio discográfico, Beyoncé vuelve con un álbum que se distancia radicalmente de lo que nos entregó en su última placa. Los 62 minutos que dan vida a “Renaissance”, por un lado funcionan como una suerte de homenaje a los grandes nombres del dance y el house de antaño, pero sobre todo se alzan como una celebración destemplada a la vida, a seguir adelante y a creer en uno mismo. Todo, con una Beyoncé arrolladora en los vocales, una producción impecable y una ejecución tan ridículamente contundente, que casi con seguridad está destinada a superar los límites del nicho para arrastrar a la pista de baile a cualquiera que tenga oídos y se cruce por delante.
“fawn”
Foxtails
Los de Connecticut sorprenden con un disco breve en apariencia, pero robusto en cuanto a una madurez en la producción y el sonido. Y es que, cuando la inquietud cruza el límite de lo “post” y lo experimental, es clave dar con aquellos elementos diferenciadores. En “fawn”, Foxtails propone un viaje más denso y oscuro, que se mezcla con una producción cruda, con baterías secas y un trabajo más detallado en las capas de guitarras. La voz como pieza clave se funde de manera orgánica con la banda. Por cierto, hay límites que Foxtails no cruza para mantenerse en el cerco de lo experimental de su propuesta cercana al screamo. Así, continúan su independencia sonora y a la vanguardia, gracias a las apariciones de arreglos de violín y sus referencias al jazz. Este disco mantiene a la banda en un estado under, pero aun así muestra sus cartas como referentes de un buen, inquieto y atrevido trabajo.
“Aethiopes”
Billy Woods
Como una declaración llena de simbolismos aparece “Aethiopes”, el inesperado nuevo trabajo de Billy Woods. El rapero neoyorkino sorprende con un disco en solitario donde no deja rimas al azar, alzándose como uno de los álbumes a tener en cuenta en el universo rapero de este año. Tremendamente directo y político, Woods es capaz de interpretar una directa lírica crítica del capitalismo, el colonialismo tardío y el racismo, con elementos ligados al country y al jazz, apropiándose de estas texturas históricamente arrebatadas (en el caso del sample del músico etíope Alemayehu Eshete en “Asylum”) o sus acercamientos al reggae en pequeñas dosis, entre otras sutilezas. Woods –que creció en Zimbabue– rescata así parte de la historia y el significado de su cultura con una intrépida propuesta sonora.
“Hiss”
Wormrot
Sin muchos preámbulos, pero con dosis desbordantes de energía, “Hiss” se encumbra dentro de los lanzamientos más sólidos del panorama extremo con una vorágine aplastante de poco más de 30 minutos. Seis años separan a este álbum de su predecesor, tiempo más que extenso donde el proyecto de Singapur trasladó su propuesta hacia nuevos horizontes de experimentación. Detrás de este telón de caos, hay un trabajo de complejidad y técnica difícil de emular; un torrente de composiciones donde la visceralidad se ejecuta con precisión milimétrica. Con cambios impredecibles, violines con tintes caóticos y la velocidad como constante, Wormrot se abre camino y demuestra que el grindcore aún es terreno para la innovación.
“Jodeki”
Tricot
Alejada de la convencionalidad que se da a nivel masivo en la música asiática, Tricot vuelve a hacer de las suyas con un excelente trabajo como “Jodeki”, donde saca a relucir su maestría al aportar una sustancia muy rica al pop de sus canciones, enfocándose como siempre en la técnica a la hora de ejecutar sus secciones instrumentales. Con una ejecución compleja y un sonido muy accesible, el conjunto japonés logra el equilibrio preciso para transmitir su fluidez hacia los auditores, trabajando con un constante sentimiento lúdico y de progresión en su desarrollo. Atmósferas sutiles, pero de una profundidad muy explícita en su forma y fondo, logran encontrar ese punto exacto entre la calidez y la estridencia.
“Heart Under”
Just Mustard
La oscuridad y los niveles que esta puede alcanzar es el concepto transversal del segundo álbum de Just Mustard, ajustando los oídos para ver entre las densas capas que se entrelazan, en espirales que hacen fútil el intento de distinguir sonidos particulares. Entre un rock evocativo a lo industrial y la voz de ensueño de Katie Ball, el disco hace lo suficiente para evitar el tedio y demandar ser escuchado sin detener el movimiento de las sensaciones, que nunca son de total comodidad, pero sí continúan intrigando al oyente en cada momento. Este álbum tiene vocaciones de fuera de este mundo, sin abandonar la empatía con el pavor, desorientación y atracción que puede sentirse ante tal nivel de perfección sonora.
“God’s Country”
Chat Pile
Hay belleza en el caos, un desorden sin aparente chance de control, porque hay un halo de impredecibilidad que intriga, como los protagonistas de una obra dramática sobrepasando el punto de no retorno, pese a las advertencias previas. Una espiral de suciedad, agobio, crudeza, y con luz en medio, es lo que expone el LP debut de Chat Pile. En medio de elocuentes aullidos, Raygun Busch transita entre poesía entrópica y la prosa directa, animando a descender en espacios que no están oscuros, pero sí tenues. De cerca, lo instrumental se mueve árido y polvoriento, calzando con los retratos en carbón y residuos contaminantes que conforman el concepto que cohesiona un disco que convoca desde lo sucio, doloroso y real.
“THE UNRAVELING OF PUPTHEBAND”
PUP
Si toda la música del mundo fuera dramaturgia, PUP podría ser fácilmente un discípulo actualizado de Bertolt Brecht. Porque en el sonido de “THE UNRAVELING OF PUPTHEBAND”, el cuarto larga duración de los canadienses, hay algo de performático, como una obra de teatro donde, tras un telón de fondo de punk y noise, se entrecruzan intentonas de electrónica e indie naïve con canciones de plano jocosas e irónicas sobre la facilidad de la construcción musical. Conceptualmente, además, abordando la autodestrucción, la displicencia humana y la fragilidad de las relaciones en un mundo virtual (incluso entre ellos mismos como banda, Stefan Babcok mediante) cosechan un disco que nadie esperaba, pero todos queríamos.
“As The Moon Rests”
A.A. Williams
Las estructuras del doom y el metal siguen presentes en el segundo largo de A.A. Williams. De un muy buen presente, la artista inglesa explora con más márgenes diferentes atmósferas y elementos que hacen de su propuesta un resultado denso y oscuro. Sin embargo, dentro de su registro contralto también hay destellos de luz que dejan entrar arreglos de guitarra acústica y otros elementos que enriquecen, pero no sobrepoblan su propuesta. A.A. Williams ha sido una compositora inquieta y ha llegado con nuevos aires a renovar la escena de música pesada, que ya empiezan a dominar artistas que con nuevas claves se aproximan a romper los límites del género.
“A Light For Attracting Attention”
The Smile
La primera toma de contacto con el debut de The Smile, el proyecto de Thom Yorke y Jonny Greenwood con el baterista de afrojazz Tom Skinner, resulta desconcertante, aunque no por ello menos interesante. Teniendo como referencia el incatalogable sonido de Radiohead, abundante en este trabajo por ratos, cabría preguntarse por qué todo esto no fue material para otro trabajo de los ingleses. La respuesta posible está en el imaginario percutivo de Skinner y en el alma explorativa de Yorke y Greenwood, entregando un trabajo que se arremolina alrededor de sonidos improbables, capas asfixiantes y oscuridad de bajo octanaje para fraguar un sonido que difiere de otro de los tantos proyectos de Yorke, por ejemplo.
“Fossora”
Björk
Para su regreso en larga duración, Björk optó por el camino de lo impredecible facturando un álbum que toma del ambient, la esencia musical de su país y de cosas que quizás parezcan extrañas a ojos y oídos de quien no le ha seguido los pasos en las últimas décadas (como el reggaetón, aunque sea sólo en un par de canciones), para darse un gustito y permitirse fracturar una nueva frontera. La intención musical de “Fossora” es más ubicua y menos dolorosa y rígida emocionalmente que sus trabajos anteriores, es un canto a la maternidad y al amor familiar, poniendo incluso a sus propios hijos a colaborar en él, y también un canto a la vida que brota desde la tierra sin rozar siquiera lo hippie.
“Everything Was Beautiful”
Spiritualized
En una dinámica del tipo “celebración/fin de ciclo”, justo 25 años después del lanzamiento de “Ladies And Gentlemen We Are Floating In Space”, el disco más laureado del conjunto, Jason Pierce llega a sorprendernos con un álbum que, pese a ser breve, sabe rescatar de forma precisa el imaginario eterno que ha construido la banda, y además juega a golpearnos con los ingredientes que hasta acá han hecho de esta propuesta una firma sonora de identidad única. Innumerables capas de sonido, figuras musicales reverberantes y una melodicidad abrumadora, hacen imposible resistirse al viaje con que el spaceman nos invita una vez más a flotar por el espacio. Hace años que el space rock no sonaba tan contundente.
“I Love You Jennifer B”
Jockstrap
Ambicioso, desconcertante y profundamente pop, el debut de Jockstrap se escapa de las convenciones cada vez que puede, sin dejar de ser un deleite cohesivo, consistente y lleno de sorpresas. Con paciencia y confianza, las decisiones estéticas subvierten las expectativas respecto a melodías y armonías de apariencia sencilla, pero que Georgia Ellery y Taylor Skye convierten en mapas donde se sabe el terreno que se pisa, mas no el camino exacto a recorrer. Y he ahí lo impactante: el ánimo constante de descubrimiento, aprendizaje y reconocimiento de ciertos patrones que cierran el círculo, volviendo a esta aventura en algo que finalmente resulta más familiar y acogedora de lo que se pudiera llegar a anticipar.
“Most Normal”
Gilla Band
Explorando la inquietante irracionalidad del mundo de los sueños, en un desafío extremo en forma y esencia, los otrora Girl Band nos mantienen al borde de la convulsión con su particular forma de entender el surrealismo. Estrenando nuevo nombre, los irlandeses presentan una ensordecedora mezcla entre la irreverencia del no wave, el desenfreno del noise rock y la oscuridad del post industrial, que, más allá de su estética, revela la cruda realidad de un proceso de rehabilitación y búsqueda de estabilidad mental. Escapando de convencionalismos, “Most Normal” es un golpe de corriente para nuestros sentidos y férreo ejemplo de cómo la incomodidad generada por el caos puede convertirse en una virtud.
“Blue Rev”
Alvvays
A cinco años de distancia de su antecesor, el tercer álbum de Alvvays continúa recorriendo terrenos dulces y nostálgicos. Pese a que “Blue Rev” no implementa cambios significativos a la fórmula, se trata de un trabajo donde el encanto sigue latente, mediante canciones cándidas y envolventes. La apacible voz de Molly Rankin convive entre pasajes etéreos y enérgicos, donde la reminiscencia a tiempos pasados es una constante. Guitarras inspiradas en Johnny Marr y sintetizadores oníricos profundizan la identidad de un proyecto que rápidamente alcanza la consolidación, pese a las dificultades personales. En este disco, los canadienses prueban que hacer música fresca y llevadera no es tan sencillo como parece.
“Free LSD”
OFF!
El reciente LP de los californianos es la prueba perfecta de que a veces un pequeño puñado de innovación puede mejorar el nivel a una banda de manera exponencial. No es que en el pasado lo del conjunto no fuera arrollador, sin embargo, se movía dentro de un universo donde había mucho más para elegir. En esta oportunidad lo que catapulta a OFF! es la inteligente inclusión de nuevos ingredientes, que van desde la más cruda disonancia, hasta pasajes de corte jazz, que no sólo funcionan perfecto como una aplastante muralla de sonido punk, sino que además dejan el campo abierto para que la banda se aventure a dar vida a una historia extraordinaria. Ya no sólo pegan fuerte, ahora también suenan únicos.
“Baby”
Petrol Girls
Cual grupo guerrillero, Petrol Girls busca incendiar los esquemas que oprimen a las mujeres a través de un equilibrio entre creatividad musical y punzantes mensajes de protesta. En su tercer álbum, la agrupación inglesa mantiene vivo el fuego de las barricadas a punta de noise rock y post hardcore, cuya estridencia agita en lo alto las banderas del feminismo y el anticapitalismo, sin matices ni eufemismos, en tiempos de polarización que así lo exigen. Lejos de ser una respuesta coyuntural, la propuesta de la banda se nutre de décadas de lucha, tanto en el terreno social como dentro de la escena musical, siendo una de las grandes herederas en el siglo XXI del discurso y furia del movimiento Riot Grrrl.
“CLOSURE / CONTINUATION”
Porcupine Tree
El regreso de Porcupine Tree con “CLOSURE/CONTINUATION” luego de trece años de ausencia oficial, podría parecer un reseteo, pero en realidad es la última gran jugada maestra de Steven Wilson, sistemáticamente rechazando la idea de reunir a la banda durante más de una década para poner por delante sus proyectos personales, cuando por detrás había canciones como “Chimera’s Wreck”, que data de 2011, por lo que la trastienda del disco transmite perfectamente la sensación ambigua del título. Un LP macizo, potente, pero escasamente metalero –muy en la veta actual de Wilson–, con vocación melódica y sentido experimental por partes iguales, un disco de prog-rock para mostrarle a los no fans del prog-rock con orgullo.
“Once Twice Melody”
Beach House
Los mundos que describe Beach House van más allá de las palabras, pero en su disco más ambicioso, la banda encuentra más resonancia en las letras, desarrolla especificidades en medio de lo difuso, y con ello entrega atmósferas variadas, que expanden lo ya conocido. En cuatro capítulos, cada cual accediendo a una forma de articular mensajes y emociones, pero con la íntima majestuosidad de los arreglos (por primera vez incluyendo una orquesta a su sonido) como punto común. Expansivo en su espectro, “Once Twice Melody” reúne todo lo aprendido por Beach House en su historia, y se siente como un punto cúlmine en sus poderes creativos y a nivel de composición, siendo tan familiar como desafiante.
“Skinty Fia”
Fontaines D.C.
Con el arraigo cultural que les caracteriza, Fontaines D.C. regresa con “Skinty Fia”, el que puede considerarse como el hito más consistente dentro de una joven, prometedora y para nada despreciable carrera discográfica. Trasladando la agresividad hacia un segundo plano, este disco fluye con distinguida sobriedad en canciones como “Bloomsday” y “Roman Holiday”, sin dejar de lado la impronta poética y melancólica que bien sabe materializar Grian Chatten. Dialecto, anécdotas de la historia reciente de Irlanda y sutiles inspiraciones musicales, son el cúmulo de elementos con los que la banda tributa a sus raíces, en un interesante ejercicio que se mueve con códigos contemporáneos.
“Mr. Morale & The Big Steppers”
Kendrick Lamar
El disco con más expectativa de toda la carrera del oriundo de Compton es también su obra más compleja y personal. A través de 18 tracks, Kendrick Lamar usa a “Mr. Morale & The Big Steppers” como un vehículo para explorar su mente y alma, con luces y sombras, dando su opinión sobre los temas de relevancia en el mundo, pero también ofreciendo una mirada a lo más profundo de su ser, dejando entrever todas las fracturas que eso conlleva. Con un ritmo asfixiante e intenso, el rapero opta por no encasillarse en un género ni apuntar hacia ninguna composición en específico, entregando un desarrollo a través de distintas capas, con todos los conceptos y personajes que componen esta obra tan oscura como esperanzadora.
“And In The Darkness, Hearts Aglow”
Weyes Blood
Si en su disco anterior Natalie Mering le cantaba a los aparentes tiempos finales y al sobrevivir, en este siguiente estadio ella prefiere enaltecer los efectos de esas pérdidas, la soledad de quienes quedaron y la desesperanza que surge del acto de seguir creyendo. En un tono aún más etéreo y celestial que en sus trabajos pasados, Weyes Blood trata de encontrarle sentido común a la humanidad más individualista de la historia. Entre psicodelia, música atemporal y una voz privilegiada, la belleza de este álbum se equipara a la devastación emocional y simbólica a la que apela, denotando experiencias colectivas más que personales, esas que se siguen perdiendo de vista, incluso cuando ya se pudrió todo.
“Hellfire”
Black Midi
Lo de Black Midi ya no es sorpresa. Su meteórica carrera les ha permitido ganar el respeto de la crítica y el cariño de la comunidad melómana. Como piedra angular de su incipiente discografía, “Hellfire” viene a coronar su santísima trinidad del rock progresivo contemporáneo, balanceando a la perfección la esquizofrenia y elegancia de sus dos predecesores. Ayudando a tender puentes entre rock arty y las masas, lo nuevo de los ingleses destaca por su histrionismo vocal y desenfrenada orquestación, manteniendo un constante tono épico y teatral, sin perder de vista la cuota de comedia. Eclécticos, encarnando el todo en todas partes y al mismo tiempo, el trío hace propio el sonido de la vorágine del mundo moderno.
“Ants From Up There”
Black Country, New Road
Uno de los desafíos que tenía el conjunto inglés luego de su disco debut, era demostrar que podía superar el reto del segundo álbum. Por fortuna, si hay una pregunta que este disco responde de forma categórica, es que lo de la banda no sólo se trata de una propuesta musical contundente, sino que además tiene un espacio enorme para seguir creciendo. Precisos arreglos de vientos y cuerdas, un impecable manejo de los silencios, una paciencia casi infinita en la construcción de cada corte y la sobrecogedora interpretación vocal de Isaac Wood, hacen de este “Ants From Up There” uno de esos viajes que por momentos parecen saltarse los oídos de los que estamos al otro lado del parlante para llegar a conectar directo con el alma.
Ránking y textos por Manuel Cabrales, Javier Pérez, Manuel Toledo-Campos, David Martínez, Matías Muñoz, Danny Arce, Emilio Toledo y Claudio Tapia. Diseño de gráficas por Rodolfo Jofré.
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John Thomas Teller
29-Dic-2014 at 1:04 pm
Mastodon es la banda más inflada y sobrevalorada de los últimos 25 años.
zar pedro el grande
29-Dic-2014 at 11:39 pm
sobrevalorada porque??? justifica tu respuesta porque eso de los 25 años no dice nada
Besetene
02-Ene-2015 at 2:08 am
Te suena Metallica?
Marcelo Torres (@Marcelo_ads_)
04-Ene-2015 at 9:20 pm
claro que sí campeón 😉
Marcelo Vilches Diaz
29-Dic-2014 at 3:10 pm
les falto lazaretto de jack white
Edu
29-Dic-2014 at 3:21 pm
Muy buen ranking me gustó, exepto weezer. Pero novedoso
Manuel
29-Dic-2014 at 3:58 pm
Igual que el año pasado vamos a goveschequear este ranking
Abraham
29-Dic-2014 at 10:13 pm
El casuelties of cool Lo encontre MUY bueno!! Lo pille de chiripa en youtube y me lleve la media sorpresa.
zar pedro el grande
29-Dic-2014 at 11:48 pm
to be kind de swans es una wea soberbia!! bueno es swans…esta buena la lista hay para todos los gustos
Il Cavaliere
30-Dic-2014 at 1:25 am
Bravo por ese número 1 !. Sabias palabras. Felicidades por tener un gusto exquisito
el wn weno
30-Dic-2014 at 1:40 am
podrian hacer un ranking igual pero tomando el metal, ya que me llamo la atencion que no estuviera el Z2 de devin towsend o ya tirao mas a lo extremo el the satanist de behemoth
Hola
30-Dic-2014 at 3:28 pm
Lástima no ver el “Descensus” de Circa Survive acá. Tremendo disco, ojalá lo hayan escuchado al menos.
Marcelo Torres (@Marcelo_ads_)
04-Ene-2015 at 9:21 pm
faltó el distant satellites
crudocrust
08-Ene-2015 at 2:50 pm
mmmm como para aportar algunos:
Damon Albarn (Everyday robots), Interpol (El pintor), Melvins (Hold it in), The drums (Encyclopedia)
Mención honrosa, el regreso de Bislec zabala y rodriguez lopez con Antemasque (s/t)
jano
08-Ago-2015 at 1:04 am
No puedo creer que no hayan puesto a …like clockwork de QOTSA
Claudio Tapia
08-Ago-2015 at 1:26 am
Obvio, porque es de 2013 https://humonegro.com/magazine/articulos/mejores-discos-2013/