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Mejores discos 2013
Published
9 años agoon
En HumoNegro tenemos muchas virtudes y defectos, como en cualquier medio, pero si hay algo que nos caracteriza es la sinceridad. En nuestras cuatro paredes pudimos haber seleccionado veinte discos de 2013 que fueran de completo gusto del lector y señalar que son los mejores, y así todos quedaban contentos. Pero como lo nuestro es la honestidad y además contamos con un régimen interno democrático, nos juntamos como equipo, armamos un sistema de puntajes y votamos por los que creemos fueron los 20 mejores discos de este año.
La propuesta inicial contaba con más de un centenar de álbumes de distinta índole y géneros; no fue sencilla la elección, al igual que el año pasado nos peleamos y, por momentos, nos enemistamos, pero lo importante es que lo que verán a continuación fue el resultado de un equipo, de una cuantía horizontal de opinión, donde el voto de un director tuvo la misma valía que la de un editor o un colaborador esporádico. Es decir, es nuestra lista, nuestra visión, no pretendemos infundírsela, ni aseverar que es mejor o peor que cualquier otra. Si están de acuerdo, perfecto. Si no lo están, perfecto también. Esa es la idea de compartirla con ustedes: que lean, analicen y, si lo desean, nos dejen su opinión, sus favoritos, sus acuerdos y desacuerdos.
Sin más preámbulos, esta es la lista de los mejores discos de 2013 según el equipo HumoNegro.
20°
“Lightning Bolt” – Pearl Jam
Cuando hablamos de Pearl Jam, resulta extremadamente complejo no ser condescendiente, sin embargo, el tener una trayectoria plagada de tantos éxitos supone también un desafío aún mayor, ya que las expectativas generadas resultan particularmente difíciles de llenar, y es precisamente en este rubro donde radica la importancia de “Lightning Bolt”, que a través de la búsqueda de nuevos matices y texturas logra mantener la frescura de su propuesta. Los liderados por Eddie Vedder son el ejemplo más claro que el todo es mayor que la suma de los talentos individuales. Este décimo álbum de estudio quizás no deja totalmente satisfecho a los fanáticos más acérrimos, pero no cabe duda que mejora con cada reproducción.
19°
“Is Survived By” – Touché Amoré
Touché Amoré es incontrolable. Con “Is Survived By”, su tercer larga duración, los californianos detonaron un disco explosivo, lleno de rabia, esperanza y positividad, destacando tracks como “To Write Content”, “Kerosene”, “Just Exist” o la propia “Is Survived By”. “Esto es vivir por un amor. Esto es sobrevivir por un miedo; que todo lo que quede cuando se haya dicho y hecho, sean palabras que jamás volveré a oír”. Con la producción a cargo de Brad Wood (Smashing Pumpkins, Sunny Day Real Estate), el cuarteto, por momentos, homenajea a bandas icono como Mineral o At The Drive-In, recordándonos que son la última gran versión de la pasión y la furia del hardcore punk de nuestros tiempos.
18°
“Random Access Memories” – Daft Punk
Para los fanáticos de Daft Punk, el soundtrack de “Tron: Legacy” (2010) sólo calmó en parte la ansiedad por conocer nuevo material del dúo francés, un simple aperitivo por decirlo de alguna manera. Tomarse ocho años para editar un nuevo álbum de estudio supone el riesgo inherente de no dejar conforme a todos, y es precisamente esto lo que pasa con “RAM”, que a pesar de derrochar calidad técnica, del hype y de tener uno de los singles más atractivos de la historia, se diluye en sus altas expectativas. No hay que equivocarse, en ningún caso estamos en presencia de un mal disco, muy por el contrario, se encumbra muy por sobre la media del 2013, pero deja esa sensación que podría haber sido más.
17°
“True North” – Bad Religion
Con “True North”, Bad Religion demuestra que el punk rock no está muerto, aunque nunca lo ha estado realmente, y que después de más de treinta años de carrera son capaces de despachar un disco consistente, con canciones directas y letras expresivas que nos hacen seguir creyendo. “Fuck You”, “Robin Hood In Reverse”, “In Their Hearts Is Right” y “Nothing To Dismay” destacan en un álbum de 16 canciones y 36 minutos de duración, en donde la mitad no sobrepasa los dos minutos, y la claridad de los riffs y potencia de las secuencias de batería hacen de este disco una referencia para que otras bandas del estilo, y las nuevas generaciones, sepan que el punk rock no tiene fecha de vencimiento aún.
16°
“New” – Paul McCartney
Cuando llevas más de 50 años de carrera, ¿hay alguna forma de que tu trabajo suene novedoso? Para Paul McCartney la respuesta es “sí”. Macca se alió a Nigel Godrich, productor emblemático de Radiohead, y lanzó “Chaos And Creation In The Backyard” en 2005, uno de los discos solistas más inmaculados del ex Beatle. Tras ocho años, se vuelve a nutrir de productores más jóvenes (Mark Ronson, Paul Epworth, entre otros) para sacar su obra más fresca y variada. “New” suena a McCartney, no desconociendo su voz más desgastada ni su sonido tradicional, sino que lo conecta con la vibra de esta época, logrando un disco redondo y lleno de momento brillantes, como la apertura con “Save Us” o la propia “New”.
15°
“Defend Yourself” – Sebadoh
Fueron quince años de receso. Sebadoh sepultó el lo-fi de antaño y matizó la bandera del indie rock proponiendo al country, el soft rock y el noise pop como géneros indisociables. “Defend Yourself” llegó como un álbum versátil, transitando entre la melancolía, la impotencia y la felicidad. Con trece tracks escritos con la adultez lírica de Lou Barlow y el sonido de guitarras acopladas, algunas cuerdas acústicas y marchas tanto apacibles como agitadas, el trío de Norhampton no sólo tiene puesto ganado en nuestro ranking, también tiene a disposición un puñado de buenas canciones con que refrescar el repertorio que hoy los lleva de gira por Australia y EE.UU. Soberbia reaparición.
14°
“Wakin On A Pretty Daze” – Kurt Vile
Luego del éxito alcanzado con “Smoke Ring For My Halo” (2011), Kurt Vile se tomó un par de años para armar y lanzar su quinto disco de estudio, un trabajo que lo consolida como uno de los nombres más importantes del “indie” actual, y donde el apoyo y la complicidad de Vile con su banda The Violators se nota, y se atreven a firmar un registro con once canciones de las cuales siete sobrepasan los cinco minutos de duración, una apuesta poco común para los tiempos que corren, pero que logró un lugar entre lo mejor del año debido a la consistencia de las composiciones y a la gran variedad de influencias que logra recoger este cantautor norteamericano y su guitarra.
13°
“m b v” – My Bloody Valentine
22 años es una vida entera, pero cuando se trata de My Bloody Valentine, sabes que debes esperar. “m b v”, el tercer disco de la banda pionera en el verdadero noise rock, es una joya precisamente porque se mueve desde esa zona ruidosa para abrirse a diferentes horizontes en tres tercios consistentes, uno más experimental con tracks como “Only Tomorrow”, otro más pop con “New You” como innegable momento de quiebre con lo que conocíamos de Kevin Shields y los suyos, y un último tercio donde la mezcla de géneros hace que reconozcamos en MBV a una fuerza mucho mayor a la de su leyenda, marcada por el ruido, y que revivió con canciones y melodías que exigieron y entregaron mucho más de lo esperado.
12°
“Reflektor” – Arcade Fire
Luego que The Suburbs ganara el Grammy al mejor disco del año (derrotando de paso a verdaderas máquinas de hacer dinero como Lady Gaga o Eminem), Régine Chassagne y Win Butler decidieron embarcarse en un retiro para así realizar labores humanitarias en Haití. Quizás fue durante ese periplo en el que el matrimonio decidió que su siguiente disco debiera ser la obra pop más épica y grandilocuente de los últimos años. Predeterminado o no, lo que no se puede negar es que de la mano de James Murphy, y gracias a canciones como “Normal Person”, “We Exist” y “Reflektor”, el cuarto disco de los canadienses marcó uno de los hitos más importantes de este 2013 gracias a un pop rock meticuloso y desinhibido.
11°
“Sunbather” – Deafheaven
Black metal mezclado con shoegaze. Esa es la etiqueta que le pusieron al segundo LP de Deafheaven, pero “Sunbather” es mucho más que esos estilos. George Clarke y Kerry McCoy consiguen mezclar brutalidad con delicadeza, creando atmósferas y paisajes sonoros únicos, llenos de color y, a la vez, de un aire pesado pero respirable que se complementa bien con la dinámica de explosión y calma que inunda al registro, rico en riffs y baterías estridentes (“Dream House”, de los mejores tracks del año), así como de intermedios con pianos contemplativos (“Please Remember”). Un triunfo de una banda que con su segundo disco logró enmendar los errores de su debut con calidad y de forma radical.
10°
“The Devil Put Dinosaurs Here” – Alice In Chains
Segundo álbum del cuarteto de Seattle en la era post Staley. “The Devil Put Dinosaurs Here” vino a consolidar el regreso gestado hace cuatro años y una cierta fidelidad al sonido que cultivaron en sus mejores tiempos, con un Cantrell aún más protagónico en la musicalización de letras en las que también aportó DuVall y que juntos muy bien armonizan. La nueva identidad de la banda comienza a despojarse de la carga auto comparativa y se escuda en lo que es el mejor argumento de su perpetuidad: buenos discos. “Phantom Limb”, “Hollow”, “Voices”, entre otras, lo sostienen como un logrado sucesor de “Black Gives Way To Blue” y reimpulsan la nueva ruta de los iconos del grunge.
9°
“Hesitation Marks” – Nine Inch Nails
Esperar cinco años fue casi una tortura. Y no es que Nine Inch Nails sea una banda que se caracterice por lanzar discos periódicamente. Lo que hizo particularmente difícil de sobrellevar la espera, fue el hecho de ver a Trent Reznor embarcarse en una serie de exitosos proyectos personales que hizo que más de uno pensara que NIN había quedado relegado a un segundo plano (ganar un Oscar puede tentar a cualquiera). Pero el deber llama, y Reznor debía hacerse presente este 2013 con un álbum que sirvió para exorcizar muchos de sus demonios personales, y que terminó siendo el trabajo más maduro de la banda en toda su historia. Preciso, intenso, y por qué no, alegre. La espera sin dudas valió la pena.
8°
“Trouble Will Find Me” – The National
Si con “High Violet” (2010) los oriundos de Cincinnati, Ohio, eclipsaron a la crítica con su prolijidad orquestal y las problemáticas de unos hombres maduros y con responsabilidades, “Trouble Will Find Me” fue lanzado como el paso siguiente, del momento en que se pierde la estabilidad que intentamos construir con los años. Un trabajo tan oscuro como la voz de Matt Berninger, lleno de melancolía y desconsuelo. “Sea Of Love”, “Demons”, “Graceless” o “I Should Live In Salt” son el testimonio de la voracidad del tiempo y la vida real, donde los errores rara vez pueden enmendarse. The National edificó un disco ideal para los corazones rotos, esos que sólo encuentran la respuesta en perderlo todo.
7°
“The Next Day” – David Bowie
El hito musical del año fue el regreso de David Bowie, no por estar ausente tanto tiempo ni por la expectación generada, sino por lo relevante de Bowie para la historia de la música, y también por volver desde las cenizas, cuando nadie se lo esperaba, de golpe con un video (“Where Are We Now”) y sin hacer comerciales breves o copiarle a “Thriller”. De hecho, sacó siete videos oficiales en 2013, más que cualquier otro artista. Por ello es increíble cómo Bowie volvió cantando canciones de David Bowie, con la colaboración leal de su mano derecha, Tony Visconti, sacando un disco tan auténtico como fresco y que logra insertarse en un contexto donde Bowie es uno más, dejando claro que nunca será uno más.
6°
“Silence Yourself” – Savages
Pocas bandas hacen un manifiesto. Menos aún se componen sólo de mujeres. Y menos aún tratan de mantener a la música como un arte necesario de percibir en su totalidad para ser comprendido. Savages quiere que volvamos a escuchar discos como obras de arte con “Silence Yourself”, pero lo hace con once tracks llenos de angustia, urgencia y potencia, con diferentes matices y letras directas, podadas de lo innecesario y llenas de intención. Además, tiene una formación de lujo con Jehnny Beth y una gran performance vocal, y a Fay Hilton, Gemma Thompson y Ayse Hassan sacándole todo el partido a sus instrumentos con riffs demoledores (“She Will”) o generando sonidos reflexivos como el cierre con “Marshal Dear”.
5°
“Modern Vampires Of The City” – Vampire Weekend
Pese a la etiqueta de “cuicos hipsters” que rodea a los neoyorkinos Vampire Weekend, su tercer disco los lleva por aún más caminos que los explorados en sus dos primeros álbumes, logrando el registro de una banda que se despega de la zona de confort para dar saltos de calidad, controlados pero llenos de intención, como en “Hannah Hunt” o “Ya Hey”, donde Rostam Batmanglij toma la batuta al mezclar instrumentos y melodías, en tanto que Ezra Koenig cuenta historias que oscilan entre la vida cotidiana, la espiritualidad y el amor. “Modern Vampires Of The City” deja a la agrupación con una de las discografías más incuestionables de los últimos años y acalla a cada vez más contrarios a su particular estilo.
4°
“13” – Black Sabbath
“13” estuvo marcado por el regreso de la formación original –omitiendo a Bill Ward-, la cual parece haber retrocedido en el tiempo hasta plena década de los 70, cuando el cuartero británico se transformó en un verdadero pionero del heavy metal, para despacharse un disco que fácilmente se instala en lo más destacable que ha creado la banda a lo largo de su dilatada discografía. Si bien, el conjunto de canciones suena como un entrañable retorno a las raíces, no sólo la nostalgia es la que encumbra a este trabajo como uno de los mejores discos del año, sino que también el hecho de que “13” tiene un puñado de buenas canciones, partiendo por el excelente sencillo “God Is Dead?”, hasta la letárgica “Dear Father”, demuestran que la leyenda sigue más viva que nunca, y la espera de 18 años por nuevo material valió totalmente la pena.
3°
“AM” – Arctic Monkeys
Los de Sheffield volverían con su quinto disco de estudio en septiembre, dejando a muchos sorprendidos por el brusco acelerador a su siempre potente música, y aunque a algunos les costó más digerir “AM” que a otros, el resultado fue un disco maduro, con la cada vez más notoria inspiración psicodélica, blues y R&B de Alex Turner, el gran mentor creativo de la banda, que jugó con tendencia a los sonidos lo-fi como en “No. 1 Party Anthem”, el juego de las guitarras afiladas de Jamie Cook y Turner en “R U Mine?”, o el clímax vocal en la grandiosa “Why’d You Only Call Me When You’re High?”. “AM” contó con variados invitados, como Josh Homme, y fue concebido como el más poli-instrumental de su catálogo.
2°
“One Of Us Is The Killer” – The Dillinger Escape Plan
Brutales, violentos y afilados, The Dillinger Escape Plan siempre ha sido catalogado como un nombre fundamental para entender los nuevos rumbos del rock más pesado, pero en su quinto disco, “One Of Us Is The Killer”, Greg Puciato y los suyos logran llegar un paso más allá, haciendo que su sonido característico logre cuotas de accesibilidad importantes, mezclando su metal con jazz y pop al más alto nivel, explotando durante 40 minutos casi sin respiro alguno. En su más fiel estilo, DEP experimenta a lo largo de todo el registro, desquiciado y desquiciante, y logra una coherencia que nunca antes alcanzó, logrando en piezas como “Paranoia Shields” o “When I Lost My Bet” una genuina brillantez.
1°
“…Like Clockwork” – Queens Of The Stone Age
Este año, Queens Of The Stone Age lanzó un trabajo genuino, que bordea la perfección, donde sin miedo se atrevió a utilizar cuanto fuera necesario para desarrollar sus composiciones, imposibles de encapsular en un estilo determinado, sin abandonar el sello característico de su sonido. Disculpando el término, Homme y compañía tuvieron los “cojones” suficientes para realizar una entrega con lo que (quizás) realmente sentían, sin pensar en lo que el receptor de esta obra –ustedes, nosotros- pudiera opinar del resultado. De hecho, esto lo dejó por lejos en el primer lugar de acuerdo a nuestro sistema de puntajes, con una diferencia abismal sobre los demás álbumes. En definitiva, “…Like Clockwork” gana por sinceridad, por pasión y, sobre todo, por la obra musical que lega. Una placa que tras cada escucha obsesiona más, y que ni por asomo agota al oyente.
Por Manuel Toledo-Campos, Pamela Cortés, Sebastián Zumelzu, Emilio Guerrero, Bastián García, Gustavo Inzunza, Felipe Ramírez, Julio Ortúzar, David Guzmán, Guillermo Ramírez y Claudio Tapia.
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No importa si se trata de nombres nuevos o consagrados, no queda duda de que este año trajo consigo varias grandes obras en distintos estilos. 2022 queda atrás y es tiempo de nuestros recuentos revisando lo mejor en el cine y la música durante la temporada, siendo en esta ocasión el turno de los discos internacionales que más destacaron en los últimos meses. Desde figuras siempre presentes en este tipo de publicaciones, hasta nuevas incorporaciones, el año tuvo una diversidad de sonidos y conceptos que fueron ejecutados de manera impecable por los artistas acá presentes.
Como cada año, nuestro equipo propuso, escuchó, evaluó y seleccionó un cuidadoso listado durante todos estos meses, para así entregar los que son, a nuestro parecer, los discos más destacados durante el período del 3 de diciembre de 2021 hasta el 1 de diciembre de 2022. Más allá de subjetividades, consideren esta lista como una guía de los títulos que más disfrutamos durante este año, esperando también que puedan encontrar alguno que les llame la atención o, por qué no, a su próximo artista o disco favorito. Sin mayores preámbulos, los dejamos con nuestra lista de los mejores 50 discos de 2022.
Si quieres escuchar los álbumes, haz clic en la imagen de cada uno.
“Diaspora Problems”
Soul Glo
Acechando desde las tinieblas del under e influenciados por diferentes vertientes de la música negra, Soul Glo irrumpe en los radares mundiales vomitando energía a través de versos furibundos, con rimas y riffs que merodean en búsqueda de trifulca. Encausando múltiples estímulos del mundo callejero a través de la energía hardcore del sonido east coast, el cuarteto de Filadelfia incorpora además la agresividad y excentricidades del trap con naturalidad, redibujando esa ambigua etiqueta denominada “música urbana”. Transgresor en cuerpo y alma, “Diaspora Problems” refleja la mirada de un grupo de hijos de migrantes sobre la violencia y marginalidad vivida entre callejones y baldíos de nuestras metrópolis.
“And I Have Been”
Benjamin Clementine
Benjamin Clementine logra que los vacíos que deja el sonido minimalista se conviertan en un foco, casi como el lente encuadrando detalles al filmar una película. Melodía, letra, poesía, fuerza y ansia artística se respiran en cada rincón de su álbum más directo y accesible, pero no por ello menos elaborado. El manejo de melodías y relatos es algo que el artista implementa con maestría, acercándose a lo cotidiano y lo mundano sin dejar de sonar celestial, en especial en los arreglos, tanto vocales como de cuerdas, y en su propia voz. Pocas veces la pena, la angustia y las disputas internas suenan tan elegantes y brillantes, menos aún con este halo de integridad artística que baña de épica cada escucha.
“Malign Hex”
Meat Wave
Post punk y noise es lo que suda Meat Wave en su cuarto disco de estudio. Los de Chicago se vuelcan a una forma más primitiva y natural de ejecución, donde expulsan con mayor intensidad y velocidad una propuesta sonora que goza cada vez más de nuevos adeptos. “Malign Hex” es breve y veloz, un disco pensado sin mayores sobresaltos y con una estructura al grano, que no da pie a mayores sutilezas que acompañen bajo, guitarra y batería, sólo 10 certeros golpes al mentón entre un tímido baile. Es interesante cómo conjugan justamente los brillos del noise con las claves típicas del ensueño post punk que ya han revitalizado bandas como Protomartyr, Shame o Fontaines D.C. Si bien, Meat Wave no ofrece mayor originalidad, explota con destreza un recurso donde lo certero es clave, manteniendo una tensión constante y resolviendo con oficio con una receta básica.
“Melt My Eyez See Your Future”
Denzel Curry
Dando un nuevo paso en su ascendente carrera, Denzel Curry sorprende con “Melt My Eyez See Your Future”, su quinto larga duración y una demostración de las capacidades que el rapero tiene a la hora de gestar un relato coherente, potente y más orgánico que los estilos a los que suele recurrir, donde no solamente se expande sonoramente, sino que también presenta distintas caras de su multifacética presencia. Entre incontables colaboraciones y referencias a la cultura popular y la estética del hip hop más clásico, el oriundo de Florida se muestra diverso y establece de manera definitiva las bases para seguir su obra en el futuro, el que seguramente estará marcado por capítulos tanto o más interesantes que este.
“BADモード”
Hikaru Utada
El autoconocimiento es algo que viene con el tiempo, desde experiencias e interactuar con otros, y Hikaru Utada entiende que esa reflexión no se termina. Por ejemplo, elle (en respeto a su autodefinición) primero se rebeló contra los pronombres de género y luego se definió como persona no binaria; la electrónica que dominó sus trabajos anteriores dio paso también a sonidos más orgánicos y, en medio, canciones bailables, pero llenas de tristezas compartidas. Empatía en dosis saludables y dolores en espacios seguros, entre el city pop, disco, R&B y más estilos que se complementan con composiciones que relucen la madurez en la voz de le artista, ícono del jpop no sólo en su forma de cantar, sino en la solidez estructural del LP.
“Where Myth Becomes Memory”
Rolo Tomassi
A través de un fluido viaje de intensidades, “Where Myth Becomes Memory” se perfila como la muestra del extendido proceso artístico recorrido por Rolo Tomassi. En su sexto álbum, los ingleses enfocan su mirada hacia los sonidos etéreos, tomando nota de géneros como el dream pop para añadirlos a la fórmula donde también habitan influencias cercanas al mathcore. En un vaivén permanente, la banda logra plasmar la dualidad de emociones que conduce este disco, donde pasajes agresivos conviven armónicamente con aquellos momentos de mayor sutileza e intimidad. Liderados por la dupla Eva Korman y James Spence, Rolo Tomassi consolida una etapa de crecimiento mediante un trabajo donde prima la melancolía y amplía sus horizontes.
“Zeal & Ardor”
Zeal & Ardor
Tras casi un año entre la publicación de su primer single promocional y el álbum, Zeal & Ardor hizo valer cada segundo de espera por su nuevo LP. Como si hubiese sido intencional, por cada mes de espera, Manuel Gagneux incorporó un estilo musical en su ecléctico proyecto, reafirmando su posición de vanguardia en el metal. Con naturalidad y sin tapujos, el músico logra combinar ritmos tan dispares como los son el blues y góspel con el black metal, dando por resultado un trabajo lleno de matices, a su vez reinventando aquellos cantos que por siglos alzaron al viento los esclavos traídos desde África, reconfigurando su sentir, en un ejercicio que para liberar almas está dispuesto a desgarrar carne.
“II”
Dead Cross
Una aplanadora sin contemplaciones es lo que entrega Dead Cross con su segundo trabajo de larga duración. El proyecto que ve a Mike Patton asomarse por las vertientes del hardcore punk al más puro estilo de la escena ochentera, entrega un disco muy claro en sus intenciones, sin escatimar recursos para desenvolver su carácter de una manera lúdica y violenta, con la siempre inquietante fuerza interpretativa del frontman. Una sección rítmica de lujo, coronada por las punzantes baterías de Dave Lombardo, hace de este disco un esencial no sólo de la temporada, sino que también de un artista tan relevante como Patton, que se encuentra en un prolífero y maduro punto de su extensa carrera con múltiples proyectos.
“BLUSH”
PVA
El trío londinense no revoluciona el género, pero sí refresca el panorama con “BLUSH”. La receta de la banda es simple: acercarse lo más posible a todos los recursos del synthpop, el dance, la electrónica y sus derivados, con diferentes estados de fervor, intensidad y oscuridad. Así, el álbum se mueve entre la voz de Ella Harris y Josh Baxter, quienes marcan sus diferentes ritmos y pausas. Dentro de la música electrónica y bailable, PVA propone nuevos aires que, si bien no son arriesgados, recuperan ciertos pasajes de un estilo que necesita reinventarse. En sencillos como “Bad Dad” la banda conjuga en extremo su destreza entre lo sintético y lo análogo. Para los fanáticos del género, PVA se enlaza muy bien con lo que hacían bandas como Ladytron, por ejemplo.
“Fear Of The Dawn”
Jack White
En una de las decisiones más inesperadas para un artista como Jack White, publicar dos álbumes este 2022 sirvió para analizar en profundidad su obra, principalmente con “Fear Of The Dawn”, disco más eléctrico y experimental en comparación a su sucesor “Entering Heaven Alive”. Acá, el guitarrista se expande sonoramente y entrega arreglos refrescantes a una fórmula que con los años hizo propia, funcionando para dejar contentos a sus seguidores de la vida, así como a los curiosos que busquen un nuevo álbum de rock en tiempos como estos. Jovial, atrevido y despojado de las etiquetas, el guitarrista muestra una de sus facetas más maduras y sólidas con otro capítulo en su larga carrera.
“Gnosis”
Russian Circles
Con su octavo trabajo, Russian Circles abraza mucho más el metal que en otros discos, demostrando cuáles son sus intenciones e influencias. Y es que el consejo de Kurt Ballou en la producción los ha llevado a nuevos límites sonoros y compositivos. “Gnosis” asoma como un disco breve pero intenso, lleno de capas y detalles. Esos riffs que antes Mike Sullivan administraba de manera más textural y con el uso de loops, ahora resuenan de manera más cruda y directa, siempre acompañados de profundos bajos, y una furiosa y ordenada batería. “Gnosis” es uno de los trabajos más duros de Russian Circles, donde la inspiración se centra en profundizar ese sonido más ligado al sludge y al post metal, trabajando por capas y haciendo del trío una experiencia más robusta.
“The Line Is A Curve”
Kae Tempest
Como un ejercicio de auto reconocimiento y una necesaria comprensión de su entorno, Kae Tempest irradia energía en su urgente rima con “The Line Is A Curve”, álbum donde las historias de carácter más contemporáneo toman forma y fondo mediante los contrastes propios de lo personal y colectivo, factores esenciales para comprender la narrativa y forma de interpelar que tiene Tempest en su trabajo. Con un hip hop que no teme incorporar otros estilos, la obra progresa dramáticamente mediante la interpretación de experiencias, análisis de la sociedad y sus conductas, además de una convicción muy en tono con la manera en que Tempest despacha cada palabra, siempre de forma prosaica, resiliente y lo más honestamente posible.
“Warm Chris”
Aldous Harding
La manera en que se funden arpegios acústicos y eléctricos junto a la suave voz de Harding, dan cuenta de su atractivo y sólido rango. En un contexto más minimalista, la compositora neozelandesa se atreve con toques de electrónica muy sutil, jazz y pop, casi emulando a Broadcast, con cuerdas y teclas como protagonistas. “Warm Chris” es cálido y sencillo, pero lo que lo hace robusto y completo es su paseo por esos elementos; una pizca de cada uno para un sonido original con su clásica receta de voz, la que se disfraza en cada track según lo que propone en su revoltoso folk. La experiencia a través de los movimientos que propone “Warm Chris” no hace recordar a primeras la música anterior de la artista, sino que funciona como invitación a un descubrimiento personal e íntimo hacia sus propias inquietudes, pero de forma tenue y pausada, dejando trazos de clásicos en cada compás.
“A Gut Feeling”
Cassels
Claramente no fue parte del plan, pero el resultado deja claro que el dúo inglés fue uno de los que se benefició con la pausa de la pandemia. Si bien, la propuesta de la banda siempre se sostuvo en base a riffs directos y contagiosos, el tiempo extra para trabajar en el nuevo álbum permitió que perfeccionaran la fórmula. Mientras en lo narrativo lucen más punzantes y críticos que nunca, es en lo musical donde la banda corre el kilómetro adicional, explorando estilos que van desde el math rock al post punk, pasando incluso por momentos de pop de una manera equilibrada y atractiva. Líderes de un revival desde antes de que este lo fuera, el tiempo de los hermanos Beck parece finalmente haber llegado.
“NOT TiGHT”
DOMi & JD Beck
El joven dúo DOMi & JD BECK irrumpe con un debut que mantiene en completo equilibrio la suavidad y frenética naturaleza de un sonido virtuoso, y construido en base a una naturalidad y estructura rítmica sin titubeos. Con “NOT TiGHT”, estos músicos llevan los elementos esenciales del jazz fusión hacia las nuevas generaciones, proyectando una infusión de estilos de los 70 con una mirada moderna y que carga con el peso del aprendizaje y desarrollo de dichas influencias. Desde un enfoque técnico, maduro y fresco, este disco demuestra el poder que la interpretación puede explayar para crear la esencia y alma de los sonidos, más allá de estructuras y reglamentos.
“Close”
Messa
Cual tormenta de arena en el desierto, Messa ha irrumpido en la escena global de forma inesperada con un trabajo que logra brindar nuevos colores al siempre penumbroso doom metal. Conjugando una propuesta oscura, cargada de misticismo, llena de matices melódicos y fuertemente influenciada por la cultura norafricana, el tercer larga duración de los italianos tiende puentes entre la modernidad y sonidos de raigambre tribal, enriqueciendo de texturas la propuesta autodenominada por ellos mismos como “doom escarlata”. De esta forma, “Close” consolida y hace destacar ese sello propio al lograr una comunión entre el género y elementos de dark jazz, drone e incluso música ajena a la tradición occidental.
“Lucifer On The Sofa”
Spoon
Tras aventurarse a utilizar el estudio como un laboratorio en sus últimos discos, Spoon vuelve a la creación mirándose a los ojos, transparente y aparentemente simple, y el resultado es brillante, con más rock & roll y la sencillez como emblema. La banda hilvana ideas escondiendo sus complejidades, con la habilidad que ha decantado teniendo a Britt Daniel como uno de los compositores más prolijos del rock actual. En paralelo, Mark Rankin logra que el sonido del disco comparta tal limpieza, sin perder potencia ni esa rugosidad que ya es una característica de las performances de Britt y Spoon. Uno de los mejores discos de, quizás, la banda de calidad más consistente del rock en las últimas décadas.
“Dragon New Warm Mountain I Believe In You”
Big Thief
Lanzar un álbum de veinte canciones puede parecer excesivo para una banda que habitualmente se mueve por un universo sonoro más bien pausado, sin embargo, tras recorrer los 80 minutos que dan vida al quinto disco de Big Thief, se hace evidente que el cuarteto no sólo resolvió el acertijo sin contratiempos, sino que además terminó firmando el que muy probablemente sea su mejor trabajo a la fecha. Con acertados pasajes de indie folk, country, dream pop e incluso trip hop, una aproximación narrativa impecable a cargo de la infalible Adrianne Lenker y una producción especialmente cautivadora en lo rítmico, “Dragon New Warm Mountain I Believe In You” se alza sin duda como uno de los momentos musicales imperdibles del año.
“Cheat Codes”
Danger Mouse & Black Thought
De aquellas sorpresas altamente satisfactorias es lo que entrega “Cheat Codes”. En la primera colaboración entre los gigantes Danger Mouse y Black Thought, la excelencia es un atributo que aflora desde todas las aristas posibles. La producción refinada de Brian Burton transporta al oyente medio siglo al pasado, con recursos interesantes, como el tono de teclados y beats propios del soul, hasta detalles como el ruido de los discos de vinilo. La lírica certera del MC de The Roots se complementa con invitados igual de consistentes, destacando el aporte onírico de Michael Kiwanuka o la emotiva participación póstuma de MF DOOM. Un sólido homenaje al linaje cultural afroamericano, con méritos propios de un clásico contemporáneo.
“Laurel Hell”
Mitski
Hasta 2018, Mitski había estado editando discos casi cada dos años. Para “Laurel Hell” sin embargo, se tomó cuatro años y el tiempo parece haberle sentado bien, porque su nuevo trabajo abandona por un momento la crudeza rítmica de sus entregas anteriores y se embarca sin consideraciones en los terrenos del synth-pop, el indie y el new wave de la mano de Patrick Hyland, su productor de toda la vida, acometiéndose en líricas más conceptuales e íntimas. Si bien, la producción musical es sólida, y por ratos la naturaleza intrínseca de los sintetizadores acapara rango sonoro y la voz de Mitski suena soterrada, quizás es parte de su plan de pseudo retiro por allá por 2019 y dejar que la música tome un rol más protagónico.
“Dawn FM”
The Weeknd
Tras dominar la euforia y la resaca con el todopoderoso “After Hours” (2020), The Weeknd sorprendió al encargarse de las consecuencias en su disco más humano en mucho tiempo. “Dawn FM” tiene una fluidez y coherencia que se cruza con la confusión, añoranza y hedonismo que dominan los tracks de un álbum donde no sólo se extiende en el sonido electrónico bailable y nostálgico que consolidó al artista canadiense, sino también configura una retórica compleja. Una radio, un viaje al infierno personal, y figuras como Quincy Jones y Jim Carrey se suceden en un trabajo que utiliza la división entre placer y dolor para otorgarle madurez e intención a uno de los artistas claves del pop de este milenio.
“You Belong There”
Daniel Rossen
Cuando un trabajo se posiciona bajo el rótulo de “álbum solista”, usualmente ofrece la oportunidad de abordar pasajes que evocan intimidad, ya sea desde su música como sus letras. Con una sobriedad solemne, que va desde su austera portada en adelante, Daniel Rossen es consciente de esta virtud. Las armonías vocales, el acompañamiento de cuerdas y vientos y, sobre todo, el cautivador rol de las guitarras, en partes iguales dan una excelente muestra de un minucioso trabajo de producción y las cualidades multi instrumentales del también vocalista de Grizzly Bear. Acompañándose de letras crípticas, las diez canciones que componen este disco articulan un sonido envolvente y sorprendentemente equilibrado.
“Super Champon”
Otoboke Beaver
Brutales como knockout. En un comprimido de estridencia, Otoboke Beaver amplifica una puesta en escena que, hace sólo tres años, se caracterizó por su explosiva ferocidad. El segundo disco de las kiotenses lleva la fórmula al extremo, con un buen puñado de canciones que ni siquiera alcanzan los sesenta segundos y un álbum que, en su totalidad, apenas supera los veinte minutos. No hace falta de mayores preámbulos para apreciar la habilidad de uno de los grupos más histriónicos dentro de la escena hardcore punk contemporánea. Desde la trinchera del ruido, este cuarteto de mujeres arrolla al oyente en una vorágine que, pese a su ritmo fulminante e impredecible, no deja de ser una experiencia divertida.
“How Do You Burn?”
The Afghan Whigs
Greg Dulli es un tipo que lleva cuatro décadas haciendo música, pero en vez de ser un “viejo zorro” y no aprender nuevos trucos, mantiene los oídos y el alma abierta para continuar adelante, con sonidos que motivan, prenden, emocionan, aterran y enamoran. La saga de retorno de The Afghan Whigs continúa demostrando versatilidad, letras genuinas, interpretaciones que reconocen la experiencia sin avejentar el resultado y, en esta última parada, además lo hacen sin caer en nostalgias como sería tan fácil hacerlo. Ni siquiera las últimas notas de Mark Lanegan instalan al disco desde la reminiscencia, sino que desde la reflexión, mirando hacia adelante, con dolor pero sin temor, y el resultado es inspirador.
“Sometimes, Forever”
Soccer Mommy
Uno de los desafíos que enfrentan los artistas anclados en la vereda del indie pop es cómo hacer para diferenciarse del largo número de proyectos que ocupan dicho espacio. En esa línea, el tercer trabajo de estudio de Sophie Allison funciona perfecto para poner a la cantautora por delante de sus pares. Ya no sólo se trata de un proyecto de narrativas íntimas conducido por una voz cálida, sino que en este álbum Allison toma sonoridades de corte dream pop, noise y algo de psicodelia, pero además decide sumar a la mezcla arreglos de electrónica. Con esto, no sólo logra darle novedad a su propuesta, sino que permite que el disco atraviese espacios de luz y oscuridad sin perder un ápice de consistencia. Único y cautivador.
“Autofiction”
Suede
Una de las cosas que siempre se le agradece a una banda con más de dos décadas de carrera, es que sea capaz de aventurarse en nuevas direcciones y no repetir la fórmula. Es justamente en esa línea donde el noveno álbum del quinteto se anota sus mayores aciertos. Completamente desmarcado del ánimo orquestal de “The Blue Hour” (2018), lo que hace este nuevo trabajo es invitarnos a explorar la faceta más cruda, íntima y urgente del conjunto, en un cautivador viaje que no sólo echa mano a sonidos que rememoran a grupos históricos del rock gótico, sino que además saluda a bandas contemporáneas de la escena post punk sin perder en ningún momento el innegable sello de los londinenses. Revitalizador y contundente.
“Renaissance”
Beyoncé
Después de seis años de silencio discográfico, Beyoncé vuelve con un álbum que se distancia radicalmente de lo que nos entregó en su última placa. Los 62 minutos que dan vida a “Renaissance”, por un lado funcionan como una suerte de homenaje a los grandes nombres del dance y el house de antaño, pero sobre todo se alzan como una celebración destemplada a la vida, a seguir adelante y a creer en uno mismo. Todo, con una Beyoncé arrolladora en los vocales, una producción impecable y una ejecución tan ridículamente contundente, que casi con seguridad está destinada a superar los límites del nicho para arrastrar a la pista de baile a cualquiera que tenga oídos y se cruce por delante.
“fawn”
Foxtails
Los de Connecticut sorprenden con un disco breve en apariencia, pero robusto en cuanto a una madurez en la producción y el sonido. Y es que, cuando la inquietud cruza el límite de lo “post” y lo experimental, es clave dar con aquellos elementos diferenciadores. En “fawn”, Foxtails propone un viaje más denso y oscuro, que se mezcla con una producción cruda, con baterías secas y un trabajo más detallado en las capas de guitarras. La voz como pieza clave se funde de manera orgánica con la banda. Por cierto, hay límites que Foxtails no cruza para mantenerse en el cerco de lo experimental de su propuesta cercana al screamo. Así, continúan su independencia sonora y a la vanguardia, gracias a las apariciones de arreglos de violín y sus referencias al jazz. Este disco mantiene a la banda en un estado under, pero aun así muestra sus cartas como referentes de un buen, inquieto y atrevido trabajo.
“Aethiopes”
Billy Woods
Como una declaración llena de simbolismos aparece “Aethiopes”, el inesperado nuevo trabajo de Billy Woods. El rapero neoyorkino sorprende con un disco en solitario donde no deja rimas al azar, alzándose como uno de los álbumes a tener en cuenta en el universo rapero de este año. Tremendamente directo y político, Woods es capaz de interpretar una directa lírica crítica del capitalismo, el colonialismo tardío y el racismo, con elementos ligados al country y al jazz, apropiándose de estas texturas históricamente arrebatadas (en el caso del sample del músico etíope Alemayehu Eshete en “Asylum”) o sus acercamientos al reggae en pequeñas dosis, entre otras sutilezas. Woods –que creció en Zimbabue– rescata así parte de la historia y el significado de su cultura con una intrépida propuesta sonora.
“Hiss”
Wormrot
Sin muchos preámbulos, pero con dosis desbordantes de energía, “Hiss” se encumbra dentro de los lanzamientos más sólidos del panorama extremo con una vorágine aplastante de poco más de 30 minutos. Seis años separan a este álbum de su predecesor, tiempo más que extenso donde el proyecto de Singapur trasladó su propuesta hacia nuevos horizontes de experimentación. Detrás de este telón de caos, hay un trabajo de complejidad y técnica difícil de emular; un torrente de composiciones donde la visceralidad se ejecuta con precisión milimétrica. Con cambios impredecibles, violines con tintes caóticos y la velocidad como constante, Wormrot se abre camino y demuestra que el grindcore aún es terreno para la innovación.
“Jodeki”
Tricot
Alejada de la convencionalidad que se da a nivel masivo en la música asiática, Tricot vuelve a hacer de las suyas con un excelente trabajo como “Jodeki”, donde saca a relucir su maestría al aportar una sustancia muy rica al pop de sus canciones, enfocándose como siempre en la técnica a la hora de ejecutar sus secciones instrumentales. Con una ejecución compleja y un sonido muy accesible, el conjunto japonés logra el equilibrio preciso para transmitir su fluidez hacia los auditores, trabajando con un constante sentimiento lúdico y de progresión en su desarrollo. Atmósferas sutiles, pero de una profundidad muy explícita en su forma y fondo, logran encontrar ese punto exacto entre la calidez y la estridencia.
“Heart Under”
Just Mustard
La oscuridad y los niveles que esta puede alcanzar es el concepto transversal del segundo álbum de Just Mustard, ajustando los oídos para ver entre las densas capas que se entrelazan, en espirales que hacen fútil el intento de distinguir sonidos particulares. Entre un rock evocativo a lo industrial y la voz de ensueño de Katie Ball, el disco hace lo suficiente para evitar el tedio y demandar ser escuchado sin detener el movimiento de las sensaciones, que nunca son de total comodidad, pero sí continúan intrigando al oyente en cada momento. Este álbum tiene vocaciones de fuera de este mundo, sin abandonar la empatía con el pavor, desorientación y atracción que puede sentirse ante tal nivel de perfección sonora.
“God’s Country”
Chat Pile
Hay belleza en el caos, un desorden sin aparente chance de control, porque hay un halo de impredecibilidad que intriga, como los protagonistas de una obra dramática sobrepasando el punto de no retorno, pese a las advertencias previas. Una espiral de suciedad, agobio, crudeza, y con luz en medio, es lo que expone el LP debut de Chat Pile. En medio de elocuentes aullidos, Raygun Busch transita entre poesía entrópica y la prosa directa, animando a descender en espacios que no están oscuros, pero sí tenues. De cerca, lo instrumental se mueve árido y polvoriento, calzando con los retratos en carbón y residuos contaminantes que conforman el concepto que cohesiona un disco que convoca desde lo sucio, doloroso y real.
“THE UNRAVELING OF PUPTHEBAND”
PUP
Si toda la música del mundo fuera dramaturgia, PUP podría ser fácilmente un discípulo actualizado de Bertolt Brecht. Porque en el sonido de “THE UNRAVELING OF PUPTHEBAND”, el cuarto larga duración de los canadienses, hay algo de performático, como una obra de teatro donde, tras un telón de fondo de punk y noise, se entrecruzan intentonas de electrónica e indie naïve con canciones de plano jocosas e irónicas sobre la facilidad de la construcción musical. Conceptualmente, además, abordando la autodestrucción, la displicencia humana y la fragilidad de las relaciones en un mundo virtual (incluso entre ellos mismos como banda, Stefan Babcok mediante) cosechan un disco que nadie esperaba, pero todos queríamos.
“As The Moon Rests”
A.A. Williams
Las estructuras del doom y el metal siguen presentes en el segundo largo de A.A. Williams. De un muy buen presente, la artista inglesa explora con más márgenes diferentes atmósferas y elementos que hacen de su propuesta un resultado denso y oscuro. Sin embargo, dentro de su registro contralto también hay destellos de luz que dejan entrar arreglos de guitarra acústica y otros elementos que enriquecen, pero no sobrepoblan su propuesta. A.A. Williams ha sido una compositora inquieta y ha llegado con nuevos aires a renovar la escena de música pesada, que ya empiezan a dominar artistas que con nuevas claves se aproximan a romper los límites del género.
“A Light For Attracting Attention”
The Smile
La primera toma de contacto con el debut de The Smile, el proyecto de Thom Yorke y Jonny Greenwood con el baterista de afrojazz Tom Skinner, resulta desconcertante, aunque no por ello menos interesante. Teniendo como referencia el incatalogable sonido de Radiohead, abundante en este trabajo por ratos, cabría preguntarse por qué todo esto no fue material para otro trabajo de los ingleses. La respuesta posible está en el imaginario percutivo de Skinner y en el alma explorativa de Yorke y Greenwood, entregando un trabajo que se arremolina alrededor de sonidos improbables, capas asfixiantes y oscuridad de bajo octanaje para fraguar un sonido que difiere de otro de los tantos proyectos de Yorke, por ejemplo.
“Fossora”
Björk
Para su regreso en larga duración, Björk optó por el camino de lo impredecible facturando un álbum que toma del ambient, la esencia musical de su país y de cosas que quizás parezcan extrañas a ojos y oídos de quien no le ha seguido los pasos en las últimas décadas (como el reggaetón, aunque sea sólo en un par de canciones), para darse un gustito y permitirse fracturar una nueva frontera. La intención musical de “Fossora” es más ubicua y menos dolorosa y rígida emocionalmente que sus trabajos anteriores, es un canto a la maternidad y al amor familiar, poniendo incluso a sus propios hijos a colaborar en él, y también un canto a la vida que brota desde la tierra sin rozar siquiera lo hippie.
“Everything Was Beautiful”
Spiritualized
En una dinámica del tipo “celebración/fin de ciclo”, justo 25 años después del lanzamiento de “Ladies And Gentlemen We Are Floating In Space”, el disco más laureado del conjunto, Jason Pierce llega a sorprendernos con un álbum que, pese a ser breve, sabe rescatar de forma precisa el imaginario eterno que ha construido la banda, y además juega a golpearnos con los ingredientes que hasta acá han hecho de esta propuesta una firma sonora de identidad única. Innumerables capas de sonido, figuras musicales reverberantes y una melodicidad abrumadora, hacen imposible resistirse al viaje con que el spaceman nos invita una vez más a flotar por el espacio. Hace años que el space rock no sonaba tan contundente.
“I Love You Jennifer B”
Jockstrap
Ambicioso, desconcertante y profundamente pop, el debut de Jockstrap se escapa de las convenciones cada vez que puede, sin dejar de ser un deleite cohesivo, consistente y lleno de sorpresas. Con paciencia y confianza, las decisiones estéticas subvierten las expectativas respecto a melodías y armonías de apariencia sencilla, pero que Georgia Ellery y Taylor Skye convierten en mapas donde se sabe el terreno que se pisa, mas no el camino exacto a recorrer. Y he ahí lo impactante: el ánimo constante de descubrimiento, aprendizaje y reconocimiento de ciertos patrones que cierran el círculo, volviendo a esta aventura en algo que finalmente resulta más familiar y acogedora de lo que se pudiera llegar a anticipar.
“Most Normal”
Gilla Band
Explorando la inquietante irracionalidad del mundo de los sueños, en un desafío extremo en forma y esencia, los otrora Girl Band nos mantienen al borde de la convulsión con su particular forma de entender el surrealismo. Estrenando nuevo nombre, los irlandeses presentan una ensordecedora mezcla entre la irreverencia del no wave, el desenfreno del noise rock y la oscuridad del post industrial, que, más allá de su estética, revela la cruda realidad de un proceso de rehabilitación y búsqueda de estabilidad mental. Escapando de convencionalismos, “Most Normal” es un golpe de corriente para nuestros sentidos y férreo ejemplo de cómo la incomodidad generada por el caos puede convertirse en una virtud.
“Blue Rev”
Alvvays
A cinco años de distancia de su antecesor, el tercer álbum de Alvvays continúa recorriendo terrenos dulces y nostálgicos. Pese a que “Blue Rev” no implementa cambios significativos a la fórmula, se trata de un trabajo donde el encanto sigue latente, mediante canciones cándidas y envolventes. La apacible voz de Molly Rankin convive entre pasajes etéreos y enérgicos, donde la reminiscencia a tiempos pasados es una constante. Guitarras inspiradas en Johnny Marr y sintetizadores oníricos profundizan la identidad de un proyecto que rápidamente alcanza la consolidación, pese a las dificultades personales. En este disco, los canadienses prueban que hacer música fresca y llevadera no es tan sencillo como parece.
“Free LSD”
OFF!
El reciente LP de los californianos es la prueba perfecta de que a veces un pequeño puñado de innovación puede mejorar el nivel a una banda de manera exponencial. No es que en el pasado lo del conjunto no fuera arrollador, sin embargo, se movía dentro de un universo donde había mucho más para elegir. En esta oportunidad lo que catapulta a OFF! es la inteligente inclusión de nuevos ingredientes, que van desde la más cruda disonancia, hasta pasajes de corte jazz, que no sólo funcionan perfecto como una aplastante muralla de sonido punk, sino que además dejan el campo abierto para que la banda se aventure a dar vida a una historia extraordinaria. Ya no sólo pegan fuerte, ahora también suenan únicos.
“Baby”
Petrol Girls
Cual grupo guerrillero, Petrol Girls busca incendiar los esquemas que oprimen a las mujeres a través de un equilibrio entre creatividad musical y punzantes mensajes de protesta. En su tercer álbum, la agrupación inglesa mantiene vivo el fuego de las barricadas a punta de noise rock y post hardcore, cuya estridencia agita en lo alto las banderas del feminismo y el anticapitalismo, sin matices ni eufemismos, en tiempos de polarización que así lo exigen. Lejos de ser una respuesta coyuntural, la propuesta de la banda se nutre de décadas de lucha, tanto en el terreno social como dentro de la escena musical, siendo una de las grandes herederas en el siglo XXI del discurso y furia del movimiento Riot Grrrl.
“CLOSURE / CONTINUATION”
Porcupine Tree
El regreso de Porcupine Tree con “CLOSURE/CONTINUATION” luego de trece años de ausencia oficial, podría parecer un reseteo, pero en realidad es la última gran jugada maestra de Steven Wilson, sistemáticamente rechazando la idea de reunir a la banda durante más de una década para poner por delante sus proyectos personales, cuando por detrás había canciones como “Chimera’s Wreck”, que data de 2011, por lo que la trastienda del disco transmite perfectamente la sensación ambigua del título. Un LP macizo, potente, pero escasamente metalero –muy en la veta actual de Wilson–, con vocación melódica y sentido experimental por partes iguales, un disco de prog-rock para mostrarle a los no fans del prog-rock con orgullo.
“Once Twice Melody”
Beach House
Los mundos que describe Beach House van más allá de las palabras, pero en su disco más ambicioso, la banda encuentra más resonancia en las letras, desarrolla especificidades en medio de lo difuso, y con ello entrega atmósferas variadas, que expanden lo ya conocido. En cuatro capítulos, cada cual accediendo a una forma de articular mensajes y emociones, pero con la íntima majestuosidad de los arreglos (por primera vez incluyendo una orquesta a su sonido) como punto común. Expansivo en su espectro, “Once Twice Melody” reúne todo lo aprendido por Beach House en su historia, y se siente como un punto cúlmine en sus poderes creativos y a nivel de composición, siendo tan familiar como desafiante.
“Skinty Fia”
Fontaines D.C.
Con el arraigo cultural que les caracteriza, Fontaines D.C. regresa con “Skinty Fia”, el que puede considerarse como el hito más consistente dentro de una joven, prometedora y para nada despreciable carrera discográfica. Trasladando la agresividad hacia un segundo plano, este disco fluye con distinguida sobriedad en canciones como “Bloomsday” y “Roman Holiday”, sin dejar de lado la impronta poética y melancólica que bien sabe materializar Grian Chatten. Dialecto, anécdotas de la historia reciente de Irlanda y sutiles inspiraciones musicales, son el cúmulo de elementos con los que la banda tributa a sus raíces, en un interesante ejercicio que se mueve con códigos contemporáneos.
“Mr. Morale & The Big Steppers”
Kendrick Lamar
El disco con más expectativa de toda la carrera del oriundo de Compton es también su obra más compleja y personal. A través de 18 tracks, Kendrick Lamar usa a “Mr. Morale & The Big Steppers” como un vehículo para explorar su mente y alma, con luces y sombras, dando su opinión sobre los temas de relevancia en el mundo, pero también ofreciendo una mirada a lo más profundo de su ser, dejando entrever todas las fracturas que eso conlleva. Con un ritmo asfixiante e intenso, el rapero opta por no encasillarse en un género ni apuntar hacia ninguna composición en específico, entregando un desarrollo a través de distintas capas, con todos los conceptos y personajes que componen esta obra tan oscura como esperanzadora.
“And In The Darkness, Hearts Aglow”
Weyes Blood
Si en su disco anterior Natalie Mering le cantaba a los aparentes tiempos finales y al sobrevivir, en este siguiente estadio ella prefiere enaltecer los efectos de esas pérdidas, la soledad de quienes quedaron y la desesperanza que surge del acto de seguir creyendo. En un tono aún más etéreo y celestial que en sus trabajos pasados, Weyes Blood trata de encontrarle sentido común a la humanidad más individualista de la historia. Entre psicodelia, música atemporal y una voz privilegiada, la belleza de este álbum se equipara a la devastación emocional y simbólica a la que apela, denotando experiencias colectivas más que personales, esas que se siguen perdiendo de vista, incluso cuando ya se pudrió todo.
“Hellfire”
Black Midi
Lo de Black Midi ya no es sorpresa. Su meteórica carrera les ha permitido ganar el respeto de la crítica y el cariño de la comunidad melómana. Como piedra angular de su incipiente discografía, “Hellfire” viene a coronar su santísima trinidad del rock progresivo contemporáneo, balanceando a la perfección la esquizofrenia y elegancia de sus dos predecesores. Ayudando a tender puentes entre rock arty y las masas, lo nuevo de los ingleses destaca por su histrionismo vocal y desenfrenada orquestación, manteniendo un constante tono épico y teatral, sin perder de vista la cuota de comedia. Eclécticos, encarnando el todo en todas partes y al mismo tiempo, el trío hace propio el sonido de la vorágine del mundo moderno.
“Ants From Up There”
Black Country, New Road
Uno de los desafíos que tenía el conjunto inglés luego de su disco debut, era demostrar que podía superar el reto del segundo álbum. Por fortuna, si hay una pregunta que este disco responde de forma categórica, es que lo de la banda no sólo se trata de una propuesta musical contundente, sino que además tiene un espacio enorme para seguir creciendo. Precisos arreglos de vientos y cuerdas, un impecable manejo de los silencios, una paciencia casi infinita en la construcción de cada corte y la sobrecogedora interpretación vocal de Isaac Wood, hacen de este “Ants From Up There” uno de esos viajes que por momentos parecen saltarse los oídos de los que estamos al otro lado del parlante para llegar a conectar directo con el alma.
Ránking y textos por Manuel Cabrales, Javier Pérez, Manuel Toledo-Campos, David Martínez, Matías Muñoz, Danny Arce, Emilio Toledo y Claudio Tapia. Diseño de gráficas por Rodolfo Jofré.
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Discos


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José M. Barrios
20-Dic-2013 at 12:12 pm
falta Volbeat!
felipetapia
20-Dic-2013 at 12:15 pm
falto carajo
Carlos Navarro
20-Dic-2013 at 12:16 pm
Está interesante el ranking, lo malo es que no tiene nada de novedoso y obedece a discos que están dentro del mundo musical comercial, faltó algo más underground que pudiese ser musicalmente con más aporte.
Jorge
21-Dic-2013 at 4:44 am
Totalmente de acuerdo, aunque el de Deafheaven me parece un buen aporte.
Llorón
20-Dic-2013 at 12:17 pm
Faltó Foals
janano
20-Dic-2013 at 12:18 pm
Falta el de eminem xD
alejandro diaz
20-Dic-2013 at 12:20 pm
el de AIC dentro de los 3 mejores del año… pero del proximo año, de seguro saldra numero 1 el de TOOL…lo doy firmado..
M.O.
20-Dic-2013 at 12:22 pm
Dillinger y QOSA espectaculares, genialidad en la composición y no repiten formulas ya probadas.
Carlos Ramirez Arrau
20-Dic-2013 at 12:24 pm
Bien por Deafheaven. Faltó creo Oddfellows de Tomahawk,
Jocelyn Jara
04-Ene-2014 at 1:27 pm
Sí, estoy de acuerdo contigo, faltó el nuevo disco de Tomahawk.
Capi
20-Dic-2013 at 12:30 pm
Faltaron FOALS, CAPITAL CITIES, JIMINELSON, FALL OUT BOY
Rodrigo De Santa (@Lambdaboy)
20-Dic-2013 at 12:30 pm
Faltó el disco de Mon Laferte (Monserrat Bustamante) #NOT
Buen mix de artistas en la selección, quizás hubiese agregado el Doris de Earl Sweatshirt o el Yeezus de Kanye
Alex Miranda
20-Dic-2013 at 12:43 pm
He leído listas de todos lados, pero sin duda esta es la mejor y mas coherente. ¡Felicitaciones HN, siguen demostrando cuanto la llevan!
Capi
20-Dic-2013 at 1:00 pm
Hacele un queque ahora
Claudio Espinoza Martínez
20-Dic-2013 at 1:06 pm
Coherente !!!!!!…es la más mala que he visto….QOTA en el primer lugar puf!!!!! si es lo más malo que han echo……
Jorge
21-Dic-2013 at 4:50 am
El disco no es malo para nada, que sea un estilo que no te gusta es otra cosa…
Jenny
25-Dic-2013 at 5:05 pm
el típico “sabelotodos prepotente”,si no te gusta mala onda, respeta a los demás. Lo encontré muy bueno.
Daniela
07-Ene-2014 at 12:30 pm
Discúlpeme señor, pero usted está realmente cagado o tiene caquita en los oídos.
tiko
20-Dic-2013 at 12:44 pm
parece que la musica en español no es considerada buena o a lo mejor no salio ningun disco en español este año
opio
20-Dic-2013 at 12:46 pm
Numero 1 qotsa con uno de sus peores discos y no ponen a foals? me tan webiando
Javier Puelpan
20-Dic-2013 at 12:58 pm
Falto el de Jake Bugg, y el de Pearl Jam sobra, no es tan bueno como lo pintan
Jorge
21-Dic-2013 at 4:49 am
A mi parecer, el de Pearl Jam es el peor desde Riot Act. Los dos anteriores fueron muchísimo mejores.
Claudio Espinoza Martínez
20-Dic-2013 at 1:04 pm
Falto IceAge – Sigur Ros – The Knife – Daugther – M.I.A. y por supuesto DISCLOSURE !!!!!!!
Perico
20-Dic-2013 at 2:35 pm
Y tb faltó Earth Rocker de Clutch…el mejor a mi gusto, y que se ha repetido en varias listas del 2013
janano
20-Dic-2013 at 3:06 pm
De la lista me quedo con el de NIN, Black Sabbath, Daft Punk, QOTSA y AIC
Jaime Raiz
20-Dic-2013 at 3:13 pm
Faltó el disco de freno
Carlos Morandé
20-Dic-2013 at 3:52 pm
El de QOTSA a mi parecer tiene 2 temas buenos buenos, nada más. El de MBV es mucho mejor considerando que es su esperado regreso a las pistas.
Jorge
21-Dic-2013 at 4:46 am
Escúchalo de nuevo entonces, jaja. Yo diría que como mucho tiene dos, pero dos malos.
Simón Ruiz
20-Dic-2013 at 6:10 pm
Personalmente creo que el “Holy Fire” de FOALS está sin problemas entre los mejores del año. Un álbum completísimo y muy sólido. A pesar de eso, comparto completamente la elección de “… Like Clockwork” de QOTSA como el mejor, porque es simplemente impresionante. Buena lista, HN.
Saludos
Fernanda
20-Dic-2013 at 6:52 pm
Completamente de acuerdo con la seleccion y mas aun con el ganador… en lo personal, si fue el disco del año para mi. El unico disco que habria agregado y por apoyar la difusion de la musica nacional tambien, seria el disco IMPOSIBLES de RAMA…. desde que comencé a escucharlo, no ha parado de estar en mis track list. Un gran a brazo al equipo de humo negro por la dedicacion. Felices fiestas.
Javier Æøå
20-Dic-2013 at 10:45 pm
No puedo estar satisfecho por la ausencia de Daughter, Money y Youth Lagoon, DISCAZOS de este año. Como alguien dijo por ahí, nada que no hayase estado en la escena y pocos riesgos.
Reflektor muy abajo jojó
tula@live.cl
20-Dic-2013 at 11:02 pm
y LOS DISCOS CHILENOS? PA ESO LEO PITCHFORK
anunkind
20-Dic-2013 at 11:35 pm
Faltó In deep Owl de Ben Shepherd. El disco es perfecto, le pelea fácil el 1er lugar a QOTSA.
Jorge Rodrigo Reyes Núñez
21-Dic-2013 at 2:02 am
Tres discazos que faltaron y que recuerdo cada vez que veo estas listas y doy por hecho que no estarán presentes son:
-Vista Chino “Peace”
-Mudhoney “Vanishing Point”
-Melvins “Tres Cabrones”
Diego
21-Dic-2013 at 12:20 pm
tula@live.cl dice:
20-dic-2013 a las 11:02 pm23
y LOS DISCOS CHILENOS? PA ESO LEO PITCHFORK
X2
verota02
23-Dic-2013 at 1:48 am
Creo, sin dudas, que el RTRWRA de Franz Ferdinand y el The Last Sheep de Sting merecían un lugar en este ranking, mucho más que el sobrevalorado disco de Daft Punk al que se lo comió el single
Marti
23-Dic-2013 at 2:06 am
No puedo creer que no hayan incluido a Disclosure :/
Felipe Garrido L (@fireblackbird6)
23-Dic-2013 at 3:09 am
Lo siento, pero faltó el “Fortress” de Alter Bridge… Lejos uno de los mejores del año.
Manuel
23-Dic-2013 at 4:16 pm
Prometo escucharlos todos menos el de Pearl Jam, porque ese disco obio está en mis manos hace larrrgo rato. It’s evolution baby !!
Jenny
25-Dic-2013 at 5:08 pm
Me encantó la descripción del TDPDH de Alice in Chains, super acertados. Y también prometo ponerme al día, menos con Pearl Jam.. gracias
Nacho
26-Dic-2013 at 4:16 pm
Sacaría el de Pearl Jam e incluiría el Asymmetry de Karnivool, pero ésa es mi opinión. Igual piola el ranking.