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Weichafe: El retorno del guerrero
Luego de un hiato que se extendió por 5 años, anoche Weichafe volvió a los escenarios de una forma magistral, entregando un show hecho y pensado para la gente, que en esta ocasión repletó el Teatro Caupolicán, creando un ambiente que ya se quisiera cualquier artista que visita tal recinto, ya sean extranjeros o, sobre todo, nacionales.
A las 21:00 horas exactas se apagaron las luces, y en una pantalla gigante dispuesta a modo de soporte visual en la parte trasera, apareció el conductor de “7mo Vicio” de Vía X, Gonzalo Frías, para contextualizar y presentar este esperado retorno del “guerrero”, que al final de la noche se alzó victorioso frente a una audiencia rendida a sus pies. Acto seguido, y cumpliendo de la misma forma que en antaño, se proyectó el video de “Al Patíbulo” de sus colegas Machuca, para luego dar paso al ingreso, uno por uno, del baterista Mauricio Hidalgo, el hombre a cargo del bajo y la segunda voz, Marcelo Da Venezia y el guitarrista Angelo Pierattini, exitoso solista además en su época post Weichafe.
La encargada de abrir la actuación fue la intensa “Festín De Muecas”, desatando de inmediato la reacción eufórica del público, que continuó durante todo el primer bloque del concierto, donde echaron mano a un catálogo variado en términos estilísticos, algo que sin duda es una de las cualidades principales de esta fructífera agrupación. Claros ejemplos de esta apreciación fueron “Salvador”, “Cuesta Respirar” o el single de su cuarto disco, “Me Voy A Encerrar”, donde la experimentación desde la base del rock de corte más clásico, conforma una propuesta que logró la tan anhelada diferenciación en relación al resto de sus contemporáneos que no lograron el éxito y exposición que sí tuvieron ellos.
La sección que construyeron los temas “Pájaros De Papel”, “El Ejemplo” y “Me Saqué Los Dientes” mostró aquella faceta un poco más relajada de la banda, donde exploraron el sonido un poco más allá, rozando el indie, lo que contrasta con la fuerza de las entregas siguientes, como la corta pero intensa “Cadáver Feliz”, la desgarradora “Suerte” y “Tierra Oscura Del Sol”, donde Pierattini se apodera del escenario y extiende el final de la canción por varios minutos, provocando la respectiva aprobación de la gente, en una ovación interminable que representó fielmente la comunión indisoluble entre la banda y sus seguidores.
Para cerrar la primera mitad de la jornada, la banda, en un gesto de cercanía y camaradería, se situó en la galería del teatro para interpretar tres piezas en formato acústico: “Dios Es Sólo Para Algunos”, “Paño De Luis” y “De Espalda Al Cielo”, todas logrando la complicidad absoluta de la audiencia, desde donde –fuera de todo pronóstico- surgió un asistente reclamando el micrófono para contar cómo conoció a su actual pareja en uno de los tantos conciertos del grupo, con el propósito final de proponerle matrimonio, agradeciéndole a la banda de alguna manera la oportunidad de conocer a quien considera su compañera para el resto de la vida.
Después de ese particular hecho, llegó la hora de presentar a algunos artistas invitados importantes para ellos, amigos o inspiración, para interpretar “El Rock Del Poncho” y “Ñuñork” junto a los famosos miembros de Aguaturbia, Denise más el maestro Carlos Corales, y Gonzalo Henríquez, respectivamente. Para ese entonces la gente y los intérpretes estaban totalmente compenetrados en todo ámbito, lo que propició el ambiente ideal para que, al tocar “Respiro La Luz Del Sol”, una de las más coreadas de la noche, se iniciara la segunda mitad y final de este evento esperadísimo y que dejó a todos felices y satisfechos. Toda la experimentación de “Harto De Todo” es seguida de la melancolía furiosa de cortes como “Pan De La Tarde”, “Pena De Ti” o “Silencio”, todas secundadas a pulmón limpio por una concurrencia extasiada y comprometida no sólo con la actuación de hoy, sino que con la historia misma de la banda; casi amigos a esta altura, confirmando la premisa de Weichafe que clama que la historia se escribe en la calle, con gente de verdad.
Aquellos minutos fueron la instancia para mostrar algo de su nuevo trabajo y motivo principal en la eventualidad de este retorno, siendo la encargada de la misión “Incendiando Infiernos”, que derrocha energía y dinamismo, lo que resulta en un “aire fresco” verdadero, más allá del hecho que sea una composición nueva. Es decir, acá el ejercicio es completo y justifica fidedignamente esta idea de volver a la escena con material inédito, ya que realmente es producto de un torrente creativo más que de una mera reunión con fines económicos, como más de alguien comentó por ahí.
Lo que presenciamos a continuación fue sencillamente maravilloso. Desde “Suicidio General” hasta “Sin Dormir”, pasando por clásicos como “Pichanga” o “3 Puntas”, la entrega por parte de todos los que construimos juntos esta vuelta a los escenarios de un estandarte del rock moderno nacional, fue total. No importó mucho que ya hubiesen pasado casi dos horas ininterrumpidas de la música del guerrero, ya que parecía que a medida que nos acercábamos al final, la efervescencia crecía sin límites, como si fuera el comienzo del show. Fue en ese momento que ellos nuevamente manifestaron su gratitud eterna con sus fans, regalándoles la bandera roja que los acompañó durante toda su callejera historia, en un gesto amable y considerado, que reafirma la condición de cercanía con la gente que caracteriza a Weichafe.
Último respiro y oportunidad para tomar un poco de aire y refrescarse para enfrentar lo que queda, que fue pura algarabía en toda su magnitud: “Las Cosas Simples”, “Ripio Y Soledad” y “Hazme Dormir” desataron un desenlace glorioso, sin dudas generando una catarsis. Se armó un círculo de aquellos en la cancha y desde las tribunas bajaba el aliento que, junto al entusiasmo de todos, propició la imagen perfecta de lo que en Weichafe imaginaron y respondieron, si es que alguna vez alguien les preguntó cómo sería su concierto ideal.
Fuimos testigos de una presentación redonda, que rayó la perfección y que, sin dudarlo, quedará almacenada junto a grandes recuerdos musicales de los que se tenga memoria, con un recinto que se vino abajo con el aliento y retribución de la audiencia, que no cesó desde el primer acorde. El mismo Hidalgo –“Negro” para sus amigos- casi se quiebra al momento de agradecer la compañía fiel durante no sólo el concierto, sino que en la vida entera de Weichafe, mostrándose incrédulo ante el alcance y la potencia del cariño que la gente les ha entregado. Es decir, un vínculo eterno afianzado de espalda al cielo, respirando la luz del sol.
Setlist
- Festín De Muecas
- Opción Laverna
- Salvador
- 5:30 AM
- Me Voy A Encerrar
- Cuesta Respirar
- Pájaros De Papel
- El Ejemplo
- Me Saqué Los Dientes
- Cadáver Feliz
- Suerte
- Tierra Oscura Del Sol
- Dios Es Sólo Para Algunos
- Paño De Luis
- De Espalda Al Cielo
- El Rock Del Poncho (con Carlos Corales y Denisse de Aguaturbia)
- Ñuñork (con Gonzalo Henríquez)
- Respiro La Luz Del Sol
- Harto De Todo
- Pan De La Tarde
- Pena De Ti
- Silencio
- Suicidio General
- Pichanga
- Incendiando Infiernos
- No Es Malo
- 3 Puntas
- Sin Dormir
- Las Cosas Simples
- Ripio Y Soledad
- Hazme Dormir
Por Hans Oyarzún
Fotos por Praxila Larenas
En Vivo
Lollapalooza Chile 2023: Día 3

Jane’s Addiction
Era el esperado turno de los liderados por Perry Farrell tras su cancelación el año pasado. La banda, que debutaba en Cerrillos en el escenario Banco de Chile, sufrió la baja de uno de sus icónicos integrantes, lo que no fue impedimento para que resolvieran aquella deuda con nuestro país.
Dave Navarro sería sustituido por Josh Klinghoffer, quien de bajo perfil resolvió con oficio y actitud. Así, Jane’s Addiction partía su set con un doblete de “Nothing’s Shocking” (1988), encendiendo el ambiente con “Up the Beach” y “Ocean Size”. Es innegable la calidad e influencia que Jane’s Addiction ha tenido en una generación completa de músicos y público.
Y es que su líder, además de dominar completamente el espectáculo, también ha podido administrar con visión parte de una industria, liderando desde sus inicios la marca Lollapalooza. Hoy, las nuevas generaciones se mezclaron con los viejos emblemas del rock y juntos lograron encarnar la filosofía de cualquier festival donde lo que más importa es la música.
Con el sol golpeando nuevamente sobre las cabezas en un repleto escenario, Perry Farrell se dedicó a hablar e interactuar envalentonado por una botella de vino tinto. El cantante se refirió al calor e incluso al Presidente, provocando la positiva reacción del público. Para quienes buscaban clásicos, la banda deleitó. Repasó sus mejores éxitos y permitió a su guitarrista de emergencia soltarse en pasajes de la incansable “Three Days” y hasta reversionaron “Jane Says” en clave acústica.
Fieles a su estilo, la banda fue acompañada por bailarinas y una puesta en escena tipo burlesque. Jane’s Addiction regresa con el único peso de la experiencia en su espalda, sin intentar demostrar nada nuevo. Sin embargo, su presencia en un festival de estas características es siempre un deleite, agregando siempre un toque de oficio y experiencia.
Alain Johannes Trio
Para Alain Johannes la vida no ha sido fácil. El músico chileno regresaba a nuestro país tras la dolorosa pérdida de uno de sus mejores amigos, Mark Lanegan y parecía que esta sería la mejor oportunidad para un homenaje. Secundado por su banda local, Johannes se subió al escenario alternativo Aldea Verde y repasó gran parte de su nutrida trayectoria musical.
Con una seguridad y un toque de emoción, Johannes entregó una versión casi idéntica de “Can’t Change Me” de Chris Cornell, la cual trabajaron juntos y la frenética “Hangin’ Tree”, dedicada a Lanegan. La riquísima experiencia de Johannes daría para un show muchísimo más extenso e íntimo, con canciones de todos los estilos y generaciones que ayudó a producir.
Sin embargo, el músico se las arregla para condensar aquello y recorrer parte de ese camino musical. Así pasó por su excelente etapa de “Spark” e incluso Eleven, tocando “You’re my Diamond”, entre otras. Johannes es una joya y uno de los puntos altos dentro de la representación local en el festival. El músico, que además gozó de un correcto nivel técnico en el escenario, tiene aún mucho que mostrar hasta ponerse completamente al día con el país que ya logró conquistar.
Twenty One Pilots
Tenían la difícil tarea de ser el reemplazo de Blink-182, los cabeza de cartel. Sin embargo, Twenty One Pilots, saben lo que hacen y ya cuentan con la experiencia y el público chileno en el bolsillo. Así, el dúo se presentó sobre el escenario Costanera Center tras el eléctrico y psicodélico show de Tame Impala, marcando un quiebre en cuanto a lo que necesita cada número para resaltar.
Los norteamericanos tienen una base fiel de seguidores que pacientemente los esperó y se alegró de que, pese a que no estaban haciendo giras, hayan podido regresar a nuestro país. Aquello no fue impedimento para que el dúo de Tyler Joseph y Josh Dun se entregaran al máximo con un show renovado y con sorpresas.
Totalmente encapuchados, los músicos saltaron a escena con los primeros acordes de “Guns for Hands” y “Morph”, con Joseph acompañado del piano en todo momento. No fue sino hasta “Holding on to You” que la banda ya tenía cautivado al grueso de los asistentes que se hacían camino entre quienes ya abandonaban el parque.
Siempre al piano, el carismático líder se apoderaba de todo el escenario hasta que se apoyaron por primera vez con banda, dejando al dúo al descubierto para el espectáculo. La parte más interesante de la noche estaría a cargo de una sección de trompeta que incluyó guiños a Chico Trujillo y Los Jaivas, desatando la locura de los asistentes.
Una banda de estas características sabe bien cómo encantar y respetar a su público. Con pequeños detalles y una entrega siempre al cien, lograron emocionar y también consolar a quienes veían con resignación al reemplazo de su banda favorita. Pero para eso, la banda tendría otra sorpresa más: despachar un cover de “First Date” y prender a todo el parque. Casi como agradecimiento por las casualidades de la vida que los devolvió a Chile, la banda se plantó como siempre con un show impecable y divertido.
Pese a las dificultades que surgieron tras la repentina cancelación de Blink- 182, plato fuerte de la versión 2023 de Lollapalooza Chile, el festival que ya cumple 11 años logró salir ileso una vez más, encantando y cautivando a un público que encontró en la variedad un refugio. Si bien el choque generacional fue demasiado dramático en esta nueva versión, terminó convenciendo y reuniendo a casi todos por igual, que disfrutaron de lo que ofrecieron números como Billie Eilish, Rosalía o Tame Impala.
Son esos detalles los que encarnan la filosofía de un festival que ya cumple más de una década y que contó, una vez más, con su fundador como parte del cartel. Si hoy fallaron artistas, sus reemplazos dieron el ancho y congregaron mas no dividieron. Durante las tres jornadas de un nuevo y caluroso marzo, Lollapalooza Chile sigue dando muestras de ser un festival para todos los gustos y con presentaciones de primer nivel, pese a las críticas -válidas- de su otrora público objetivo. El festival se consolida, encanta pero aún no convence tras su segundo año en el Parque Bicentenario de Cerrillos. Será tarea aún pendiente mejorar los accesos y otros puntos al interior del recinto para que la experiencia sea aún más accesible y cómoda.
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