Tras algo más de treinta minutos de presentación, Mar de Grises bajaba del escenario, tibiamente ovacionados. Los nacionales ya tienen su público fiel, y tras una performance que si bien no fue descollante, pero correcta, logró sacar aplausos de los más de mil asistentes, que hasta esa hora no alcanzaban a llenar la parte baja del Teatro Caupolicán.
Más de dos horas de show. Un show intenso, de sonido genuino y emocionante, fue lo que los suecos de Therion dejaron por su paso en las tablas del Teatro Caupolicán, este martes. Con un lineup de lujo, un quinteto exquisitamente potenciado.
Christofer Johnsson, que hacía su entrada vestido de frac, con pelo corto, anteojos redondos y oscuros, sombrero de copa y su “flying V” de madera. Christian Vidal, el argentino y flamante nuevo guitarrista hacía lo mismo escuetamente agazapado en su larga cabellera y una simpatía desbordante. Waldemar Sorychta, músico y productor polaco, se postraba en el sector derecho del escenario, con su bajo. Esta demás decir, que no debiera ser raro verlo parchando en Therion, dado que sus colaboraciones en la banda datan de 1999, y las grabaciones del disco “Crowning of Atlantis”. Recordemos que “Grizzly” Påhlsson no pudo girar con la banda a causa de problemas con el alcohol.
Alineado al costado de la batería de un cumplidor y seguro Johan Koleberg, el tremendo ThomasVikström (ex Candlemass), completaban así el núcleo de la maquinaria que Therion desató en Santiago. Sumado a eso, a poco tiempo de desligarse de DimmuBorgir, el histriónico SnowyShaw también se hacía con el escenario junto al dueto vocal, de KatarinaLilja y LoriLewis (aparentemente en voz y teclados).
Respecto del setlist, para que decir más que, “perfectamente acertado”. A las 21:05 comenzó religiosamente el concierto. ‘Sitra Ahra’ era el conjunto de primeras sonoridades que la banda lanzaba en una nueva incursión en nuestro país. Seguida de una tremenda interpretación de ‘Secret of the runes’ que si bien no era acompañada por el buen sonido, el público la festejaba con “bombos y platillos”.
Luego vino ‘Typhon’ presentada por un motivadísimo Snowy Shaw, y que pronto se transformaba en un huracán que pasaba por sobre la eufórica audiencia presente. Daba por iniciada una noche que quedaría en la retina de los más de tres mil fanáticos que ya comenzaban a deleitarse con tal derroche de potencia y virtuosismo. Por su parte, ‘The Perennial Sophia’, del “Gothic Kabbalah” (2007), recordaba el anterior periodo del retornado segundo vocalista, y calmaba el ambiente tras una tremenda apertura.
‘Hellequin’, de su última placa, ‘Nifelheim’ del “Secret of the runes” (2001) sonaban potentes y con el sonido progresivamente perfeccionado. Por lo demás, precedían de gran manera un excelente “temón” de otrora, ‘Clavicula Nox’, de su disco “Vovin” (1998). Lori en el piano y coros daba el puntapié incial, a su vez Katarina, y Thomas dejaban en claro su potencia, calidad y desplante.
‘Voyage of Gurdjieff (The Fourth Way)’, ‘Ljusalfheim’ y ‘WineofAluqah’ mantenían el fervor en lo alto, el sonido ya estaba en su peak, y la entrega sobretodo de Johnsson, SnowyShaw, Vidal y Vikström era completa. Sin desmerecer el desparramo de energía del resto de los integrantes. El público por su lado, se comportó. Respondió ante toda insistencia de S.S., ante casi todo comentario emitido por la banda, sobre todo hacia el final cuando a muchos sorprendió el agradecimiento (en español), del propio Vidal.
‘Ginnungagap’, continuó de gran manera la excelente performance de los suecos, todo el poder híbrido del metal “operático” sinfónico que profesan seguía reflejándose canción tras canción. ‘Kali Yuga, Part 3’, nuevo sencillo de la banda, luego ‘CallofDagon’ y ‘Sirenofthewoods’ completaban una hora y cuarto de un show que hasta el momento se podía tildar como “redondo”.
‘Enter Vril-Ya’, partió con una suerte de introducción y Johnsson con Vidal, manejaban “verdaderas” sierras entre sus dedos. Luego el dúo femenino se adueñaba de la atención, y la euforia se mantenía en lo más alto. ‘To mega therion’ hizo vibrar el Teatro Caupolicán y a todos los que estábamos dentro. Las guitarras machacaban el oído, y la campana del ride de la batería de Koleberg más las agudas voces de Katarina y Lori no hacían más que llevar al extremo el tímpano de miles de fanáticos que “cabeceaban” al ritmo de este himno de la banda. Vidal una vez más hacía gala de su vistosa destreza y justamente dejaba en claro las razones de su arribo.
‘Lemuria’ y una extraña presentación en español, por parte de Lori y su interminable velo negro. Casi como una ceremonia en un antiguo palacio, un baile real, y sumado todo el protocolo medieval, comienza lentamente este clásico que lleva por nombre el mismo del disco en que aparece. ‘The wand of Abaris’, ya avizoraba el término de la que sería la primera “patita” de este show, y que finalmente terminaría luego de dos “encore”.
El público a pesar de un despliegue de energía digno de elogio seguía saltando, agitando brazos y cabezas al antojo de los integrantes, y ahora al son de ‘Abraxas’. No quedaron dudas que la fanaticada que repletaba ya la planta inferior y todos los palcos del Teatro, componían la más férrea y comprometida barra para una banda que hasta entonces había cumplido con creces una gran presentación.
Tras el fin de ‘Abraxas’, la banda abandona el escenario, y en escasos cinco minutos, desde la oscuridad, vuelven a tomar posiciones. Tras algunas explicaciones y uno que otro comentario, ‘Dies Irae’, una adaptación de un extracto de la obra para la salvación o condena de los muertos, “Misa de Requiem” volvía a encender los ánimos. Pero muchos aún no estaban satisfechos, las ansias aun no eran saciadas por completo. Fue entonces cuando Christian Vidal, se desarmó en elogios hacia con el público, para luego presentar ‘Quetzacoatl’.
Tras un corto bis, y ya dos horas de show cumplidas, todo parecía terminado. La banda se despedía una vez más del escenario, la emoción y gratitud les cubría los rostros. Raudamente abandonaban el escenario en la oscuridad.
Pero no fue así y nada más que ‘Rise of Sodom and Gomorrah’, hacía caso a los miles que alentaban por que el show continuara. Con la luz apagada, y la introducción, el clamor de muchos, las palmas de otros, y el desenfreno general se tomaban cada uno de los rincones del recinto de San Diego 850. Johnsson agitaba su guitarra por delante de él, de un lado a otro, y el grito del respetable le hinchaba de fuerza, con ese “Hey, hey, hey…”.
Seguida de la gran canción que abre el disco “Vovin”, sorprendieron con otro gran tema de “Sirius B”, ‘The Blood of Kingu’, y tras la última gran demostración de potencia, entrega y excelente metal sinfónico, la agrupación salió de escena de forma definitiva. Sin antes realizar la típica reverencia en conjunto, y agradecer al incansable y enardecido público. ¿Lo malo?, quizás a ratos flaqueaba el fiato de la banda, y es entendible si se le atribuye tantos cambios en el lineup.
Pasó más de una década para que The Mars Volta regresara a nuestro país, y pese a que tenían nuevo material bajo el brazo, el proyecto a cargo de Omar Rodríguez-López y Cedric Bixler-Zavala se presentó ante su fiel fanaticada en el Movistar Arena con una impronta distinta al típico tour de promoción, muy por el contrario, centraron sus esfuerzos en una celebración a su obra y a la carismática sinergia que elaboran en el escenario, dando espacio para que una lluvia de melodías se deslizaran como conjuros desde sus instrumentos hacia la audiencia. Todo ese ritual, evidentemente, estuvo antecedido por un acto local que esta vez corrió a cargo de Miguel Conejeros y su proyecto F600, quien amenizó la jornada con distintas mezclas y una electrónica de tintes eclécticos y mucha sustancia, recibida respetuosamente por los asistentes que llegaron más temprano.
Ya entrada la hora del plato estelar, la agrupación salió a escena con unos minutos de retraso pero con una intensidad marcada desde el primer acorde. De entrada es evidente que la banda ya no es la misma, pero no por tener una formación diferente, sino más bien por la forma en que la dupla de Cedric y Omar se desenvuelven en el escenario como dos fuerzas imparables, y en ciertas lógicas completamente opuestas. Mientras la ceremonia entra en tierra derecha con “Vicarious Atonement”, ambos músicos entran en un diálogo que es sostenido por una banda que, de manera impecable, se concentran en sacar el mayor provecho posible para hacer brillar a las dos piezas centrales de esta maquinaria sonora.
La fuerza creativa del dúo está más desatada que nunca y, aunque esos elementos comunes que se encuentran en todos sus proyectos siguen inevitablemente ahí, la mejor forma en que la banda comprueba su identidad es en demostrar su inigualable manera de interpretar. Es así como composiciones gigantes de la talla de “L’Via L’Viaquez”, “Cicatriz ESP” o “The Widow”, encuentran su espacio dentro del setlist de manera excepcional, así como también pese a ser parte de distintos discos logran desencadenar una secuencia precisa con cada movimiento.
Esa capacidad anteriormente mencionada también encuentra atisbos de modernidad con canciones como “Shore Story”, por ejemplo, que se presenta como una composición que perfectamente puede sonar en una radioemisora junto a artistas de música más alternativa. Sin mayores tapujos, es como también puede sonar una exploración más arriesgada con “Drunkship Of Lanterns”, demostrando las distintas caras de TMV en todas sus capas sonoras.
Como toda buena banda de progresivo, The Mars Volta es un espectáculo de cocción lenta y una digestión incluso más pausada, debido a que los constantes juegos de guitarras, batería y cambios de ritmo a toda velocidad se van articulando poco a poco en un show que no transita entre la calma y la tempestad, sino que entre la intensidad y la elegancia de la interpretación, dando como resultado un sonido más aterrizado y robusto, sin exponer muchas fracturas en el camino.
Juane
07-Oct-2010 at 1:17 am
En realidad el concierto estuvo excelente!, de gran nivel!
fernanda
07-Oct-2010 at 1:00 pm
si estuve muy bueno!!! buen review.
chaux!
Erni M.
07-Oct-2010 at 5:41 pm
weeeeno el concierto el anterior me lo perdi porq fui a Kotipelto
buen review a too esto!!!
Antonio Hernández
08-Oct-2010 at 12:06 pm
Gran critica compadre¡ estuvo a toa raja tal como dice ahi arriba
HUMBERTO
08-Oct-2010 at 6:42 pm
estuvo exelente de principio a fin hasta comparti con la banda jajaja muy bueno todo