Los tuvimos por primera vez el año 2008 en el marco del extinto festival SUE. Esa noche se presentaron junto a R.E.M., por lo que el foco principal estaba puesto en la banda de Georgia, relegando a The Jesus And Mary Chain a un segundo plano, independiente de su loable trayectoria y significado en la escena rockera de los años ochenta y noventa. Es por eso que tenerlos de vuelta en un show a solas, era una oportunidad que no se podía dejar pasar, más aun si se realizaba en un recinto tan íntimo como el Teatro La Cúpula del Parque O’Higgins. A pesar de que existían augurios pesimistas sobre la afluencia de público, hay que reconocer que, sin repletar el lugar, los escoceses lograron congregar a un número considerable de asistentes que vibraron durante la acotada hora de show que ofrecieron los intérpretes de “Just Like Honey”.
Sin editar material original desde el año 1998, el quinteto se ha dedicado a girar por el mundo con los temas que los convirtieron en verdaderos íconos del rock alternativo, tocando un set que no se ha modificado demasiado entre gira y gira, demostrando que el interés de la banda no está puesta en seguir creciendo como agrupación, sino que en seguir explotando un material que, de por sí, ya es solvente. Esto se nota en la actitud de los músicos en escena, partiendo por Jim Reid, quien salió a tomar su micrófono con una botella de cerveza en mano y, al parecer, ya había tenido unas cuantas tras bambalinas, ya que su comportamiento durante el concierto evidenciaba cierto estado etílico que nunca llegó a afectar su impecable desempeño vocal, pero despertaba la curiosidad cuando cometía algunos desatinos como golpear su rostro con el atril, o dejar caer su micrófono accidentalmente durante un intenso episodio de la velada.
Por otra parte, William Reid era el más distante con su guitarra, pero también era el instrumento más importante en el escenario, más aun cuando un acople que mantuvo durante toda la presentación como un efecto más de su guitarra, funcionaba como un eléctrico complemento para las viscerales composiciones del grupo. Sin dedicar mayores palabras al público, la velada avanzó rápidamente y sin mayores sobresaltos, como un tren directo al pasado, cortesía de los sonidos post-punk, que muchas veces hacían parecer a cada uno de los cortes como parte de una misma caravana que avanzaba sin detenerse.
“Snakedriver” dio el puntapié inicial, instalando enseguida la atmósfera existencialista de sus letras, invitando al respetable a sumergirse en la misma emoción, sólo dejando a los más apasionados dar saltos y seguir cada una de las letras. El sonido era más que decente y canciones como “Some Candy Talking” se transformaron en puntos álgidos de la jornada, capaces de levantar un poco los ánimos y sacarnos de la hipnosis en la que nos tenía The Jesus And Mary Chain.
A lo largo del concierto, se pudo apreciar con mayor notoriedad la “ligereza” con la que el grupo está viviendo estos años de vida. En un momento, el vocalista declaró que ellos no ensayaban, por lo tanto no podían tocar más canciones, cuando tocó explicar al respetable el porqué de lo acotado de su espectáculo. Miradas cómplices, algunas salidas de libreto que endulzaron la noche, y la invitación al escenario de una amiga de la banda (pido perdón por no poder reconocer su nombre) para interpretar “Just Like Honey”, eran prueba de que, por estos días, The Jesus And Mary Chain está disfrutando más que nunca el trabajo de años, y qué mejor si siguen tocando tan bien como siempre y entregando un conjunto de canciones que dejaron contento a todo el mundo.
“Reverence” puso la guinda de la torta, para una presentación breve y relajada, muy en la onda de “viernes chico”, que dejó contento a todos los asistentes. A pesar de que nos hubiese gustado seguir escuchando más, la banda entregó lo justo y necesario, e hizo justicia a un legado que se mantiene fresco y tan potente como antaño. Algunas veces, no hace falta seguir creciendo.
Creo que la necesidad de buscar palabras rebuscadas a emociones que no requieren mayor explicación fue un punto bajo de la review.
No sé, con leer al Seba siento que maté toda la buena onda del show de ayer.
“Miradas cómplices, algunas salidas de libreto que endulzaron la noche”??? Flaco el webeo con el tipo que quería chela fue uno de los mejores episodios de la jornada xd
El presente de Tom Morello, actualmente en un intervalo tras la cancelada reunión de Rage Against The Machine en 2022, pareciera ser inquieto pero incierto a la vez. Enfocado en trabajar en nueva música junto a su hijo y colaborar con diversos proyectos que lo buscan, el guitarrista emprende un nuevo viaje solista, esta vez como un recorrido-homenaje a su extensa y vital carrera, sin dar demasiadas luces sobre el futuro de su proyecto principal pero entregando pequeños bocados de lo que podría ser.
Con un Teatro Caupolicán repleto pero a media capacidad, la expectativa era más que alta para ver en nuestro país, una vez más, al legendario músico. Luego de la intensa presentación de Cler Canifrú quien abrió los fuegos, Morello saltó a escena con “Manifiesto” de Víctor Jara de entrada, una imagen del Negro Matapacos en pantalla gigante y los acordes de “One Man Revolution”, de su proyecto The Nightwatchman como primer track. De ahí y sin descanso, el músico despachó, acompañado de su guitarrista en voz, “Let’s Get the Party Started” (colaboración junto a Bring Me The Horizon) y “Hold The Line”.
Con el público ya prendido sólo faltaba un discurso inicial antes de desatar la locura y exponer sus pergaminos musicales. En tan sólo un par de minutos, Morello se paseó por riffs (y nada más que las intros) de “Bombtrack”, “Know Your Enemy”, “Guerrilla Radio” y “Sleep Now In The Fire” de Rage Against The Machine, dando sólo una pincelada de hits en un particular medley, que además incluyó un homenaje a Chris Cornell con “Like A Stone”, la única canción interpretada de inicio a fin. De allí en adelante, Morello y su banda recorrieron covers y reversiones e incluso una tibia interpretación de “Gossip”, el último hit de los italianos Manëskin que cuenta, justamente, con Morello como invitado.
¿Qué es lo que hace diferente a Tom Morello? Más allá de su inconfundible sonido e impronta o haber formado parte de importantes bandas y ser portavoz de himnos, el músico tiene una personalidad propia que bien se ve más allá de esas luces, sin embargo, pareciera ser que la música y los fans siempre lo arrastra a su personaje. Ejemplo de ello la lectura de porciones del público en donde cada acorde inicial era potencialmente un hit de RATM. En ese sentido, la presentación de Morello se vuelve a ratos inentendible, fuera de contexto, indescifrable. Tom Morello podría más que una tonelada de wah, octavador y un recorrido de hits en formato karaoke. Es su carisma, talento y visión, además, lo que lo posiciona como un músico querido y respetado, pero que cuesta sacar del pasado.
Por ello, la decisión de un repaso más que un show completo y preparado en clave solista no le hace justicia al guitarrista, quien tiene argumentos mucho más interesantes para presentar como su acercamiento al folk con The Nightwatchman. Allí, el músico prueba y arriesga tomando guitarras acústicas y explorando en fondo y forma (“World Wide Rebel Songs” y “Keep Goin’”). El show, divertido y con una ejecución correcta, vuelve a un estado de mixtura con nuevos covers y reversiones de pequeños saldos de diferentes etapas, para coronar la jornada con “Killing In The Name”, cantada a pulso con todo el teatro y “Power To The People” de John Lennon como punto final. Tom Morello sella un nuevo paso por uno de sus países favoritos con un público fiel y cómplice, apañador y motivado, que da solidez a un show que a ratos puede parecer sólo un singular ejercicio de nostalgia.
Setlist
One Man Revolution (original de Tom Morello: The Nightwatchman)
Let’s Get The Party Started
Hold The Line
Bombtrack / Know Your Enemy / Bulls On Parade / Guerilla Radio / Sleep Now In The Fire / Cochise (originales de Rage Against The Machine y Audioslave)
Like A Stone (original de Audioslave)
Voodoo Child (original de Jimi Hendrix)
GOSSIP (original de Manëskin)
Lightning Over Mexico
Secretariat
Cato Stedman & Neptune Frost
Rat Race / Battle Sirens / Where It’s At Ain’t What It Is / Prophets Of Rage / Harlem Hellfighter / Can’t Stop The Bleeding / Bullet In The Head (Tom Morello/Prophets Of Rage)
Keep Goin’
World Wide Rebel Songs (original de Tom Morello: The Nightwatchman)
Testify / Ghetto Blaster / Half Man Half Beast / Born of A Broken Man / Freedom / Snake-charmer (originales de Rage Against The Machine)
Vigilante Nocturno
The Ghost Of Tom Joad (original de Bruce Springsteen)
Killing In The Name (original de Rage Against The Machine)
Javier Æøå (@javier_aeoa)
23-May-2014 at 7:47 pm
Creo que la necesidad de buscar palabras rebuscadas a emociones que no requieren mayor explicación fue un punto bajo de la review.
No sé, con leer al Seba siento que maté toda la buena onda del show de ayer.
“Miradas cómplices, algunas salidas de libreto que endulzaron la noche”??? Flaco el webeo con el tipo que quería chela fue uno de los mejores episodios de la jornada xd