En la música se puede aplicar un dicho que se replica en el fútbol: “No hay jugadores viejos o jóvenes, sino que jugadores buenos o malos”. En lo que pudimos ver, tanto en el sideshow del pasado jueves en el Teatro Cariola, así como en el espectáculo ofrecido en el Espacio Broadway en el marco de la primera edición de RockOut Fest, Devo demostró que su experiencia le permite mantenerse en la élite de las bandas de rock en el mundo. Y sí, decimos que Devo es una banda de rock, con todas sus letras, sin temores ni exageraciones.
Un show como el ofrecido por Casale, Motherbaugh y los suyos, ante el mayor marco de público de todo el día en RockOut, permite cuestionarse sobre el conservadurismo imperante al momento de pensar al rock como un género. El rock no es necesariamente distorsión y romper cosas, sino que se basa en la actitud y el desprejuicio. Los más innovadores se escapan de las convenciones y logran instalarse como revolucionarios, a veces incomprendidos, y otras veces siendo leídos con años de diferencia, demostrando lo adelantados a su tiempo que son. Devo desafía todo contrato tácito del rockero para precisamente hacer todo a su pinta, incluso transgrediendo lo que ellos mismos puedan ser.
Este es el espíritu que inundó los 70 minutos de presentación de Devo en RockOut, con un sonido impecable, sin siquiera ser afectado por la potencia de Los Peores de Chile que estaban tocando en el escenario Escudo. Todo comenzó con un clip introductorio, donde se recorría el imaginario de Devo, los setenta y ochenta, la época “dorada” de la banda, pero también tratando de instalar a la banda para quienes no la conocen, o para quienes creen que son ese sonido más sintético y plástico, tan plástico como los domos que se ponían en las cabezas y se multiplicaban en la audiencia de más de diez mil personas.
Lo que mostró el tridente inicial con los clásicos “That’s Good”, “Girl U Want” y la increíble “Whip It”, es que no se trata de un sonido fingido o con pintas artificiales, sino que de uno rockero, casi con una vibra punk, que se mezcla con el new wave en el que muchos los encasillaron, teniendo como resultado una mezcla tremenda, con un sonido demoledor, desde la batería hasta los sintetizadores, que no se tomaban el sonido del todo gracias a la solidez de cada eslabón en el escenario.
Mark Mothersbaugh era el hombre espectáculo, en tanto que Gerard Casale era el hombre energía. Ambos, parte de los fundadores de la banda, eran quienes concentraban el peso escénico, siendo quienes confrontaban a la audiencia, entregada al quinteto vestido de overoles amarillos, quienes tras el cover reggae de “(I Can’t Get No) Satisfaction” de The Rolling Stones, tan extraño como atrayente, tocaron “Uncontrollable Urge”, y en esta canción vemos lo geniales y valientes que son los Devo, que contra el gélido viento que usualmente azota las tardes del Espacio Broadway, se despojaron de sus overoles y quedaron en calzoncillos y polera, y siguieron tocando, sin perder calor ni energía en ningún momento. He ahí lo increíble: al romper su ropa y corromper su look clásico, muestran que todo puede cambiar de un momento a otro, porque al final la identidad no se basa en ser los mismos todo el tiempo a simple vista, sino que de ser fieles a lo que quieren demostrar, y eso es Devo.
Mothersbaugh con pompones en “Mongoloid”, el coro gigantesco de “Jocko Homo” con la banda preguntando “Are We Not Men?” y la audiencia respondiendo “We Are Devo!”. La Devo-lución siendo real, siendo parte de las vidas de un montón de gente frente a un escenario grande, donde había una banda aún más enorme despachando el doblete de “Smart Patrol” y “Mr. DNA”, para luego cerrar su main set con “Gates Of Steel” en una enorme versión, porque sí, porque todo lo que hizo Devo fue lleno de actitud, calidad, desprejuicio, consciencia de lo que son y de lo que entregan. La energía no sobraba, simplemente porque toda ella iba teledirigida a los que escuchaban las canciones. Todos bailaban, muchos coreaban; todos aplaudían, y el bis no se hizo esperar tras un nuevo video de transición.
Las tres canciones que prosiguieron, “Freedom Of Choice”, “Gut Feeling” y el final dedicado al fallecido este año, Bob Casale, con “Beautiful World”, eran el cierre de una fiesta que se notaba exactamente igual al sideshow del Teatro Cariola, pero aún faltaba más. “Peek-A-Boo!” era el regalo final, aunque sinceramente el público no lo merecía tras abandonar en masa el frontis del escenario luego del final del primer bis. Esta falta de compromiso quizás se basó en lo que pasó el jueves y ese recuerdo, pero de todas formas se vio pésimo que Devo saliera a dar su segundo bis con un éxito planetario ante un tercio de la gente que repletó la explanada del Espacio Broadway. No obstante aquello, la presentación fue redonda, sin fallas, y especialmente con mucha energía.
El mejor show del día en RockOut dejó en claro que Devo tiene canciones y miembros cuya energía no mengua con el paso de los años. Casale y Mothersbaugh tienen más de sesenta años, pero cualquiera de nosotros, con menos de la mitad de las edades de los fundadores de Devo, quisiéramos tener la mitad de esas energías y carisma. Un lujo que difícilmente se vuelva a repetir, pero que por partida doble maravilló en dos escenarios completamente distintos, y con un mismo resultado: entregar uno de los shows más sólidos que hayan sido performados en nuestro país en este año. Rock, en toda la extensión del término.
Setlist
That’s Good
Girl U Want
Whip It
(I Can’t Get No) Satisfaction (original de The Rolling Stones)
Lejos los mejores, que gran puesta en escena, una fuerza tremenda y un talento que sólo se explica en los años de experiencia que acarrean.
Sumamente actuales y con una calidad de sonido que solo demuestra su profesionalismo.
Valió grandiosamente el maldito calor y la polvareda del lugar.
Yo fui desde Mar del Plata, Argentina, para ver esta genialidad de banda! Encima los de la producción me invitaron al Meet and Greet! Lejos uno de los mejores conciertos de mi vida!
es más yo jamás me hubiese ido, pero alguien pasó el set list del rock out y era el mismo del cariola, además yo le había preguntando a BOB 1 por el set y me comentó que era el mismo de cariola….
yo cacho que nadie esperó peek a boo, lamentablemente tuve que verlo de lejos….
otra cosa !!! un 7 la productora que se la jugó, yo sabía de como eran los shows de devo porque los había visto en dvd y soy re fan, venía hace años pidiendo a devo por redes sociales y fui el hueon más feliz de que vinieran, vi los dos shows y encuentro que en rockout estaban más activos, sobre todo que Mark tenía más espacio para sus movimientos por el escenario, jamás pensé que dejarían tan la patá sobre todo en rockout…. era impresionante la energía que aun proyectan en vivo y lo que generó en el público.
muy buena nota !!!! saludos
Pasó más de una década para que The Mars Volta regresara a nuestro país, y pese a que tenían nuevo material bajo el brazo, el proyecto a cargo de Omar Rodríguez-López y Cedric Bixler-Zavala se presentó ante su fiel fanaticada en el Movistar Arena con una impronta distinta al típico tour de promoción, muy por el contrario, centraron sus esfuerzos en una celebración a su obra y a la carismática sinergia que elaboran en el escenario, dando espacio para que una lluvia de melodías se deslizaran como conjuros desde sus instrumentos hacia la audiencia. Todo ese ritual, evidentemente, estuvo antecedido por un acto local que esta vez corrió a cargo de Miguel Conejeros y su proyecto F600, quien amenizó la jornada con distintas mezclas y una electrónica de tintes eclécticos y mucha sustancia, recibida respetuosamente por los asistentes que llegaron más temprano.
Ya entrada la hora del plato estelar, la agrupación salió a escena con unos minutos de retraso pero con una intensidad marcada desde el primer acorde. De entrada es evidente que la banda ya no es la misma, pero no por tener una formación diferente, sino más bien por la forma en que la dupla de Cedric y Omar se desenvuelven en el escenario como dos fuerzas imparables, y en ciertas lógicas completamente opuestas. Mientras la ceremonia entra en tierra derecha con “Vicarious Atonement”, ambos músicos entran en un diálogo que es sostenido por una banda que, de manera impecable, se concentran en sacar el mayor provecho posible para hacer brillar a las dos piezas centrales de esta maquinaria sonora.
La fuerza creativa del dúo está más desatada que nunca y, aunque esos elementos comunes que se encuentran en todos sus proyectos siguen inevitablemente ahí, la mejor forma en que la banda comprueba su identidad es en demostrar su inigualable manera de interpretar. Es así como composiciones gigantes de la talla de “L’Via L’Viaquez”, “Cicatriz ESP” o “The Widow”, encuentran su espacio dentro del setlist de manera excepcional, así como también pese a ser parte de distintos discos logran desencadenar una secuencia precisa con cada movimiento.
Esa capacidad anteriormente mencionada también encuentra atisbos de modernidad con canciones como “Shore Story”, por ejemplo, que se presenta como una composición que perfectamente puede sonar en una radioemisora junto a artistas de música más alternativa. Sin mayores tapujos, es como también puede sonar una exploración más arriesgada con “Drunkship Of Lanterns”, demostrando las distintas caras de TMV en todas sus capas sonoras.
Como toda buena banda de progresivo, The Mars Volta es un espectáculo de cocción lenta y una digestión incluso más pausada, debido a que los constantes juegos de guitarras, batería y cambios de ritmo a toda velocidad se van articulando poco a poco en un show que no transita entre la calma y la tempestad, sino que entre la intensidad y la elegancia de la interpretación, dando como resultado un sonido más aterrizado y robusto, sin exponer muchas fracturas en el camino.
Felipe Soto Pinto
07-Dic-2014 at 7:09 pm
Lejos los mejores, que gran puesta en escena, una fuerza tremenda y un talento que sólo se explica en los años de experiencia que acarrean.
Sumamente actuales y con una calidad de sonido que solo demuestra su profesionalismo.
Valió grandiosamente el maldito calor y la polvareda del lugar.
humanoide
07-Dic-2014 at 8:47 pm
Estacionamiento 5 lucas, lata de cerveza 4 lucas… Ver a Devo en vivo, no tiene precio.
Turnaround
08-Dic-2014 at 5:33 pm
Cayó una pequeña lágrima cuando la gente se quedó al final de Beautiful World gritando Peek-A-Boo! y volvieron y tocaron Peek-A-Boo!!!! <3
WynkyKrosty
09-Dic-2014 at 4:42 pm
Estuvo la zorra!!!!!!!!GRANDE DEVO!!!!!!
Federico
09-Dic-2014 at 5:32 pm
Yo fui desde Mar del Plata, Argentina, para ver esta genialidad de banda! Encima los de la producción me invitaron al Meet and Greet! Lejos uno de los mejores conciertos de mi vida!
Marcelo
09-Dic-2014 at 7:16 pm
no fue de mala onda que nos fuimos
es más yo jamás me hubiese ido, pero alguien pasó el set list del rock out y era el mismo del cariola, además yo le había preguntando a BOB 1 por el set y me comentó que era el mismo de cariola….
yo cacho que nadie esperó peek a boo, lamentablemente tuve que verlo de lejos….
Marcelo
09-Dic-2014 at 7:35 pm
ohh yo también estaba en el meet, por lo mismo arranqué de una jajajaj
Marcelo
09-Dic-2014 at 7:38 pm
otra cosa !!! un 7 la productora que se la jugó, yo sabía de como eran los shows de devo porque los había visto en dvd y soy re fan, venía hace años pidiendo a devo por redes sociales y fui el hueon más feliz de que vinieran, vi los dos shows y encuentro que en rockout estaban más activos, sobre todo que Mark tenía más espacio para sus movimientos por el escenario, jamás pensé que dejarían tan la patá sobre todo en rockout…. era impresionante la energía que aun proyectan en vivo y lo que generó en el público.
muy buena nota !!!! saludos
Vitoco
10-Dic-2014 at 12:02 pm
¿alguien sabe cómo se llama el baterista? es el mismo de Perfect Circle?
Lanegan
11-Dic-2014 at 3:06 pm
si..el mismo..
de hecho yo pensé q venían con Josh Freese, pero no..