Seguramente estaban, como millones de chilenos a esa hora, pegados a la caja idiota para ver al último de los hombres atrapados en ese inframundo de 700 metros, salir a salvo, o quizás sólo se demoraron porque saben que pueden hacerlo o simplemente, no se rigen por el tiempo. Como fuere, dos mil impacientes esperábamos a que dieran la cara en una Cúpula repleta y llena de humo y, a eso de las 10 de la noche, subieron al escenario para martillarnos con acordes y melodías, no sin antes hacer un anuncio prometiendo tocar un set de 33 canciones en honor a los mineros rescatados.
El instrumental “CeciliaAnn” dio el puntapié inicial, seguido por el gran tema del “Bossanova”, “RockMusic”. El público encendió de inmediato.
Prácticamente sin pausas, se largaron con “BoneMachine”, “CrakityJones”, la medio oriental “RiverEuprhates”, las conocidas “Debaser”, “WaveofMutialtion” y “Monkey Gone to Heaven”, todo brevemente amenizado por, al parecer, la única palabra en español que Kim Deal se sabe: “Gracias”. Era suficiente.
Nos dieron un respiro con “I Bleed”, “Caribou” y “Cactus”. Pero luego nos volvieron a desatar con “BrokenFace”, “SomethingAgainstYou”, “IsladeEncanta”, “Tame” y la genial “SadPunk”. Al público simplemente lo manejaron tal como a lo que caracteriza su sonido, con un sutil “loadQUIETload”. En un momento nos tenían bastante arriba y, al siguiente, tocando fondo, y nosotros, sin excepción, nos dejábamos manosear por ellos. Y no íbamos ni por la mitad.
Tal como en Maquinaria, nos lanzaron una gran selección de “Doolittle”: “Hey”, “Nº13 Baby”, “GougeAway” y “Dead”, sólo ‘interrumpidas’ por “IsSheWeird” del anteriormente mencionado “Bossanova”.
La fiesta continuó con: “U-Mass”, “BreakmyBody”, “Velouria”, “DigforFire”, “Allison”, la genial “EdisDead” y la multifacética “Mr. Grieves”.
Luego nos hicieron ‘trampa’ al interpretar la canción de Neil Young llamada “Winterlong”, cantada a dos voces por Francis y Deal, hermoso.
Continuaron con “HereComesYourMan”, “HeadOn” (de Jesus and Mary Chain, pero que ya se siente de ellos), “HolidaySong” y, para terminar, la juguetona “Vamos”.
Ya habían cumplido con su palabra de llegar a 33 canciones y, aunque los encore son poco espontáneos en los escenarios actuales, de igual forma se habrían visto obligados a volver debido a la efervescencia del público que los pedía de regreso.
Atacaron con la bella “WhereismyMind” y, para concluir definitivamente, “Gigantic”, la cual se vio interrumpida en su partida, por culpa de un aficionado a Spider-Man que trepó un costado de la torre de luces y que se ganó 1.999 dedos de al medio por su infantil osadía.
Lo que vino a demostrar Pixies, es que el tiempo pasado no sólo sirve para verlo con nostalgia y recordarlo, sino que también puede servir para resignificarlo. Sin necesidad de pantallas, coreografías o vestimentas para la ocasión, lo que se vio el miércoles fue una banda con hits eternos e imperecederos, pero no por eso repetidos como calco hasta el cansancio. Esta no es una agrupación que vive de su pasado con miedo, sino que saben que sus canciones son tan buenas y tocan tan bien que podrían hacerlo por toda la eternidad sin poner cara de andar pidiendo perdón como muchos que conocemos.
Pudo haber sido un ejercicio de nostalgia patético, como muchos a los que estamos acostumbrados, pero fue justamente todo lo contrario: lisa y llanamente, un compromiso con su historia y la nuestra.
No suelo contracomentar, pero debo decir que tu comentario es bastante vacío y sin fundamentos, casi mala leche. Primero porque nombras otro medio sin diferenciar que hace a uno mejor que el otro (ejercicio que, por lo demás, me parece infructuoso), y segundo, acabo de leer el review del sitio que mencionas, y creo que es bastante parecido en concepto a éste. Yo escribí el review y, simplemente, conté lo que viví, que supongo es la gracia de todo esto. Para la otra podrías señalar que te pareció mal de la reseña y así se puede formar un buen lugar de discusión y de intercambio de experiencias. Saludos.
Era el debut más que esperado para una de las bandas más interesantes que surgieron durante los dosmil gracias a “Old World Underground, Where Are You Now?” (2003), que casualmente cumple 20 años desde su lanzamiento. En ese contexto, la banda venía presentando pinceladas de su época debut y mezclando aquello con parte de su último disco “Formentera II” (2023), en una gira que los tuvo por México y Perú antes de aterrizar en nuestro país.
Parece extraño que después de tantos años de popularidad la banda canadiense no haya pisado suelo chileno sino hasta muchísimo tiempo después, saldando así un plazo y una deuda de larga data. Con una carrera en extenso y sólida, el grupo al fin debutaba frente a un buen marco de público en Teatro Coliseo, que se convirtió en una fiesta de principio a fin.
Emily Haines, de brillante atuendo, salía a escena más animada y sorprendida que de costumbre, sintiendo a cada una de las personas del teatro, que hicieron del show un espacio más íntimo que de costumbre. Tras un breve retraso, el grupo no perdió el tiempo con “Cascades”, “Doomscroller” y “Gold Gun Girls”. Con una ejecución más que nítida del resto de la banda, la energía y la onda que emana Haines fluyó y acompañó su voz en un muy buen estado.
Le siguieron el hit “Gimme Sympathy” que hizo bailar a toda la cancha y significó un punto alto del show, con Haines visiblemente sorprendida del recibimiento del público chileno, que la acompañó bailando y coreando cada tema. Con el mismo entusiasmo pasaron “Formentera” y la divertida “Synthetica” para dar paso a “Help I’m Alive”, uno de los tesoros de su época anterior y uno de sus mejores temas. Al cierre, “Combat Baby” desató la locura con sus mezclas de electrónica y guitarras.
Lamentablemente, la espera y la expectativa por tributar su primer álbum era alta en parte del público, que esperaba más canciones de su debut -extrañando, por ejemplo, una interpretación de “IOU”- sin embargo, la banda reapareció en escena para regalar en formato acústico “Calculation Theme”, seguida de “Monster Hospital” y “Black Sheep”, otra de las esperadas por el público y que fue popularizada en la banda sonora de la película “Scott Pilgrim vs. The World”. Al final, la sentida y emotiva interpretación de “Breathing Underwater” fue el cierre perfecto con su atmósfera y cadencia que dejó los ánimos más que calmos para coronar una más que correcta primera visita de la banda a nuestro país.
ThE sAd PuNk
17-Oct-2010 at 8:51 pm
La raja Pixies!!!!! Aluciné con tantos temas del bossanova
Jose Sepulveda Ruiz
20-Oct-2010 at 11:15 am
fome la reseña
la de rockaxis le da mil pata en la raja
Homero
20-Oct-2010 at 10:13 pm
No suelo contracomentar, pero debo decir que tu comentario es bastante vacío y sin fundamentos, casi mala leche. Primero porque nombras otro medio sin diferenciar que hace a uno mejor que el otro (ejercicio que, por lo demás, me parece infructuoso), y segundo, acabo de leer el review del sitio que mencionas, y creo que es bastante parecido en concepto a éste. Yo escribí el review y, simplemente, conté lo que viví, que supongo es la gracia de todo esto. Para la otra podrías señalar que te pareció mal de la reseña y así se puede formar un buen lugar de discusión y de intercambio de experiencias. Saludos.
LAZAPATILLA
22-Oct-2010 at 12:37 am
genial “vamos”! 🙂
Revo Marcelo
22-Oct-2010 at 8:47 am
tranquilo Homero, el review esta ok ¿porque no haran mas temas del Trompe le Monde?
meeri
03-Nov-2010 at 8:10 pm
puta, que ganas de haber ido a eso u_u
en fin, igual me dejaron feliz en el maquinaria 😀
adoré a kim deal es la más tierna y seca del mundo jajjaja
vamos a JUgar por la playa ♪
Manolo Díaz
17-Nov-2010 at 10:28 am
La reseña está la raja, tanto, que casi lloro por no haber ido.
Saludos!