Mientras en el escenario principal Florence + The Machine celebraba la belleza, en el escenario Acer-Windows 10 Die Antwoord llegaba desde Sudáfrica para montar la fiesta definitiva en conmemoración a la fealdad. El dúo, que puso de moda el zef a nivel mundial, se avistaba como uno de los números más esperados en esta versión del festival. Tanto así, que hubo fanáticos que se apostaron en la reja del escenario desde que abrieron las puertas del parque, con el único fin de poder estas más cerca de los controvertidos Ninja y Yolandi. Las expectativas eran altas para un debut que llegó en el momento indicado, con el grupo en el peak de popularidad, ad portas de convertirse en leyendas de una generación donde el carrete más rancio y deslenguado se ha convertido en la forma de protesta más directa en contra del imperio del EDM. Y anoche todos fuimos feos.
Con la multitud apostada frente al proscenio, DJ Hi-Tek, el tercer miembro y pilar de Die Antwoord, hizo su aparición acompañado de “DJ Hi-Tek Rulez”, la canción que sirve de introducción para los protagonistas de la noche. Yolandi y Ninja salieron levantando el dedo medio, mientras lanzaban sus primeros descargos con “Fok Julle Naaiers”. El público entró en la euforia máxima, más aún cuando el ritmo subió en intensidad cortesía de “Wat Kyk Jy?”, y luego caía el primer gran éxito de la noche: “Fatty Boom Boom”. Saltos y cánticos en una fiesta que contagió a todo el parque durante los primeros minutos. “Donker Mag” (2014), el tercer y último LP lanzado por el dúo, era el foco de esta gira y siguió siendo revisado con “Girl I Want 2 Eat U”, seguido de un intermedio compuesto por un remix del tema “No Good” de The Prodigy, con extractos de “Banana Brain”, destacando las chistosas y bizarras gráficas proyectadas en la pantalla del escenario, donde se podía ver a un pequeño y tierno ser deforme sostener su gran pene, mientras sonreía directamente al público. Era tanta la buena vibra, que incluso se dieron el lujo de presentar una canción inédita que aún no tiene nombre.
El cariño y devoción hacia los sudafricanos era absoluto, tanto así, que perdonaron a Yolandi cuando se dirigió a nosotros con las palabras: “Thank you, Argentina!”, en un desliz que todavía no se sabe si fue apropósito o un simple error. Sin embargo, el gesto no cayó bien a todo el mundo y provocó las pifias entre el público. Ninja salió a calmar las aguas y seguir animando la fiesta que estaba mejor que nunca. La triada conformada por “Ugly Boy”, “Raging Zef Boner” y “Cookie Thumper!” dejó atrás cualquier frase polémica y nos recodó que esto era disfrutar y pasarlo bien. La dupla mostraba más energía en el escenario que cualquiera de sus fanáticos. Hiperventilados, daban saltos sobre la mesa del dj y corrían de un lado para otro, bailando o animando a sus devotos. Ninja saltó sobre el púbico cuatro veces durante toda la presentación, y aunque se les puede criticar el hecho de que usen overback –cantar sobre una pista pregrabada– en los coros de la mayoría de sus canciones, el rapeo siempre fue en vivo y la energía mostrada suplió cualquier carencia vocal. Ver la interpretación de “Pitbull Terrier” con Ninja usando la misma máscara que en el videoclip, era hacer realidad esas noches de carrete en el antro más oscuro de la ciudad.
“Sex” ponía a Yolandi como la protagonista de la función, para dar paso al mejor pasaje de la velada. “Baby’s On Fire” y “I Fink U Freeky”, los éxitos más famosos del conjunto, cayeron juntos como una bomba que hizo explotar al Lollapalooza en bailes, mosh pits y el coro de miles de fanáticos. Difícil era tratar de mantenerse en pie frente al escenario y totalmente imposible ser ajeno a tal demostración de energía y buena onda. “Happy Go Sucky Fucky” continuó la comparsa para irnos al encore de la mano de la instrumental “Never Le Nkemise 2”.
La gente no se hizo esperar y demandó el retornó de Die Antwoord. Todavía quedaba un hit por tocar y ese era “Enter The Ninja”. Mucho más relajada que el resto de sus sencillos, dio por terminada la fiesta con el momento más recordado de la jornada: Ninja cantando “olé, olé”, mientras se quitaba una prenda tras otra, lanzándola al público, hasta quedar completamente desnudo y salir corriendo del escenario junto a sus compañeros. Ese era el único final posible para una noche que tuvo baile, desorden, malas palabras y mucha actitud. El Lollapalooza terminó con el triunfó de los feos, de los bichos raros que muchas veces son excluidos, pero cuando se juntan, vaya que saben pasarla bien.
El presente de Tom Morello, actualmente en un intervalo tras la cancelada reunión de Rage Against The Machine en 2022, pareciera ser inquieto pero incierto a la vez. Enfocado en trabajar en nueva música junto a su hijo y colaborar con diversos proyectos que lo buscan, el guitarrista emprende un nuevo viaje solista, esta vez como un recorrido-homenaje a su extensa y vital carrera, sin dar demasiadas luces sobre el futuro de su proyecto principal pero entregando pequeños bocados de lo que podría ser.
Con un Teatro Caupolicán repleto pero a media capacidad, la expectativa era más que alta para ver en nuestro país, una vez más, al legendario músico. Luego de la intensa presentación de Cler Canifrú quien abrió los fuegos, Morello saltó a escena con “Manifiesto” de Víctor Jara de entrada, una imagen del Negro Matapacos en pantalla gigante y los acordes de “One Man Revolution”, de su proyecto The Nightwatchman como primer track. De ahí y sin descanso, el músico despachó, acompañado de su guitarrista en voz, “Let’s Get the Party Started” (colaboración junto a Bring Me The Horizon) y “Hold The Line”.
Con el público ya prendido sólo faltaba un discurso inicial antes de desatar la locura y exponer sus pergaminos musicales. En tan sólo un par de minutos, Morello se paseó por riffs (y nada más que las intros) de “Bombtrack”, “Know Your Enemy”, “Guerrilla Radio” y “Sleep Now In The Fire” de Rage Against The Machine, dando sólo una pincelada de hits en un particular medley, que además incluyó un homenaje a Chris Cornell con “Like A Stone”, la única canción interpretada de inicio a fin. De allí en adelante, Morello y su banda recorrieron covers y reversiones e incluso una tibia interpretación de “Gossip”, el último hit de los italianos Manëskin que cuenta, justamente, con Morello como invitado.
¿Qué es lo que hace diferente a Tom Morello? Más allá de su inconfundible sonido e impronta o haber formado parte de importantes bandas y ser portavoz de himnos, el músico tiene una personalidad propia que bien se ve más allá de esas luces, sin embargo, pareciera ser que la música y los fans siempre lo arrastra a su personaje. Ejemplo de ello la lectura de porciones del público en donde cada acorde inicial era potencialmente un hit de RATM. En ese sentido, la presentación de Morello se vuelve a ratos inentendible, fuera de contexto, indescifrable. Tom Morello podría más que una tonelada de wah, octavador y un recorrido de hits en formato karaoke. Es su carisma, talento y visión, además, lo que lo posiciona como un músico querido y respetado, pero que cuesta sacar del pasado.
Por ello, la decisión de un repaso más que un show completo y preparado en clave solista no le hace justicia al guitarrista, quien tiene argumentos mucho más interesantes para presentar como su acercamiento al folk con The Nightwatchman. Allí, el músico prueba y arriesga tomando guitarras acústicas y explorando en fondo y forma (“World Wide Rebel Songs” y “Keep Goin’”). El show, divertido y con una ejecución correcta, vuelve a un estado de mixtura con nuevos covers y reversiones de pequeños saldos de diferentes etapas, para coronar la jornada con “Killing In The Name”, cantada a pulso con todo el teatro y “Power To The People” de John Lennon como punto final. Tom Morello sella un nuevo paso por uno de sus países favoritos con un público fiel y cómplice, apañador y motivado, que da solidez a un show que a ratos puede parecer sólo un singular ejercicio de nostalgia.
Setlist
One Man Revolution (original de Tom Morello: The Nightwatchman)
Let’s Get The Party Started
Hold The Line
Bombtrack / Know Your Enemy / Bulls On Parade / Guerilla Radio / Sleep Now In The Fire / Cochise (originales de Rage Against The Machine y Audioslave)
Like A Stone (original de Audioslave)
Voodoo Child (original de Jimi Hendrix)
GOSSIP (original de Manëskin)
Lightning Over Mexico
Secretariat
Cato Stedman & Neptune Frost
Rat Race / Battle Sirens / Where It’s At Ain’t What It Is / Prophets Of Rage / Harlem Hellfighter / Can’t Stop The Bleeding / Bullet In The Head (Tom Morello/Prophets Of Rage)
Keep Goin’
World Wide Rebel Songs (original de Tom Morello: The Nightwatchman)
Testify / Ghetto Blaster / Half Man Half Beast / Born of A Broken Man / Freedom / Snake-charmer (originales de Rage Against The Machine)
Vigilante Nocturno
The Ghost Of Tom Joad (original de Bruce Springsteen)
Killing In The Name (original de Rage Against The Machine)