Es imposible hablar del show de Brandon Flowers sin pensar en las circunstancias en las que se dio este debut en solitario del hombre de The Killers en Chile. Lollapalooza anunció que Snoop Dogg no vendría tras cancelar su participación en las tres citas latinoamericanas y la noticia de Flowers como el reemplazo fue recibida con escepticismo, y allí se puede cursar un paralelo con los comentarios que ha tenido la incursión solista de Brandon por fuera de The Killers, con más descrédito que disposición a ver qué más puede ofrecer el intérprete.
En este caso, se trató de contextos adecuados. Brandon Flowers no tiene una banda muy pulida en el escenario; de hecho, a ratos parecía ser muy plana, pero inevitablemente esto derivaba en que él mismo era quien lucía mucho más, extrañamente cómodo en medio de esa mediocridad donde lo que destacaba más eran las canciones, con un repertorio bastante bien elegido entre temas de The Killers, y de sus dos álbumes de estudio.
Si bien, se supone que el artista venía a presentar la propuesta más ligada al pop electrónico que domina “The Desired Effect” (2015), la banda no tenía ese énfasis, con coristas y un par de vientos –entre los cuales destacaba el gran músico chileno Franz Mesko en saxo– que daban la impresión de generar algo más parecido a su “Flamingo” (2010), y eso redundó en lo plano que era todo a ratos, lo que siempre es problemático. De hecho, fueron las coristas y los vientos los elementos que clave para evitar una llanura total. Pero lo que generó el mayor impacto del show, más allá de lo técnico, fueron las canciones, las que tenían consigo un valor tal, que la reacción de la gente ante ellas era un retrato válido de ser tomado por sí mismo. En este contexto, Brandon Flowers ganó, y las sonrisas y aplausos eran más que claros, porque en pocos momentos se vio a más chicas sobre los hombros de otros chicos, o porque para la hora el lleno era llamativo, en relación a lo que pasaría posteriormente con Florence + The Machine, por ejemplo.
Con el inicio en “Human” la explosión fue tremenda, y lo mismo pasó con “Read My Mind” o “Mr. Brightside”, dejando en claro el arrastre de The Killers en Chile, banda que muerta de risa podría encabezar un futuro Lollapalooza, con éxito más amplio que el que vimos en 2011. Y aunque los tracks solistas de Brandon no tienen el estatus de hit aún, sí es cierto que muchas de esas canciones generaron también un impacto en el público, como “Crossfire” o “Still Want You”, con coro en español de Brandon incluido.
Nadie podría decir que esta fue la presentación más pulcra y colorida del festival, pero se acopló con facilidad en un cartel benevolente para el estilo de Flowers, quien tapó algunas bocas, pero también sembró ciertas dudas: ¿Será el momento para que regrese The Killers? ¿Por qué Brandon se ve cómodo en medio de los instantes donde la banda suena más plana? ¿Por qué el set-up del show es tan adecuado para el disco anterior en vez del nuevo material? Lo que sí se transforma en certeza es que, pese a algunos aspectos cuestionables en materia interpretativa, lo de Brandon Flowers en Lollapalooza lejos de ser un golpe de suerte dado por la baja de Snoop, tiene mucho de coherencia, en especial con el carácter del público imperante, y a veces es necesaria simplemente esa chispa y esa conexión con la audiencia para derivar en un espectáculo que rompa la barrera de las indiferencias individuales y se instale como un momento colectivo, como hubo pocos en el festival. Eso, a la postre, es un triunfo para el artista que logró aquello y que dejó a mucha gente pidiendo más tras 55 minutos de show que, de seguro –sea solo o con The Killers– se extenderán en la historia de cariño incondicional que hay entre Brandon y sus fans chilenos.
Setlist
Human (original de The Killers)
Can’t Deny My Love
Crossfire
Magdalena
Jilted Lovers & Broken Hearts
Jenny Was A Friend Of Mine (original de The Killers)
Triste porque cuando se supo q venía, era ya muy tarde para poder acceder a entradas a precios asequibles para mi….que adoro the killers y a flowers de solista……si vinieran de nuevo….sería la primera en comprar la entrada apuesto a que si. 😉
Brandon es genial pero no entiendo por qué su talento tanto como compositor como frontman no es suficientemente reconocido en los medios, ni tan difundida su música
Era el debut más que esperado para una de las bandas más interesantes que surgieron durante los dosmil gracias a “Old World Underground, Where Are You Now?” (2003), que casualmente cumple 20 años desde su lanzamiento. En ese contexto, la banda venía presentando pinceladas de su época debut y mezclando aquello con parte de su último disco “Formentera II” (2023), en una gira que los tuvo por México y Perú antes de aterrizar en nuestro país.
Parece extraño que después de tantos años de popularidad la banda canadiense no haya pisado suelo chileno sino hasta muchísimo tiempo después, saldando así un plazo y una deuda de larga data. Con una carrera en extenso y sólida, el grupo al fin debutaba frente a un buen marco de público en Teatro Coliseo, que se convirtió en una fiesta de principio a fin.
Emily Haines, de brillante atuendo, salía a escena más animada y sorprendida que de costumbre, sintiendo a cada una de las personas del teatro, que hicieron del show un espacio más íntimo que de costumbre. Tras un breve retraso, el grupo no perdió el tiempo con “Cascades”, “Doomscroller” y “Gold Gun Girls”. Con una ejecución más que nítida del resto de la banda, la energía y la onda que emana Haines fluyó y acompañó su voz en un muy buen estado.
Le siguieron el hit “Gimme Sympathy” que hizo bailar a toda la cancha y significó un punto alto del show, con Haines visiblemente sorprendida del recibimiento del público chileno, que la acompañó bailando y coreando cada tema. Con el mismo entusiasmo pasaron “Formentera” y la divertida “Synthetica” para dar paso a “Help I’m Alive”, uno de los tesoros de su época anterior y uno de sus mejores temas. Al cierre, “Combat Baby” desató la locura con sus mezclas de electrónica y guitarras.
Lamentablemente, la espera y la expectativa por tributar su primer álbum era alta en parte del público, que esperaba más canciones de su debut -extrañando, por ejemplo, una interpretación de “IOU”- sin embargo, la banda reapareció en escena para regalar en formato acústico “Calculation Theme”, seguida de “Monster Hospital” y “Black Sheep”, otra de las esperadas por el público y que fue popularizada en la banda sonora de la película “Scott Pilgrim vs. The World”. Al final, la sentida y emotiva interpretación de “Breathing Underwater” fue el cierre perfecto con su atmósfera y cadencia que dejó los ánimos más que calmos para coronar una más que correcta primera visita de la banda a nuestro país.
Virginia
22-Mar-2016 at 2:07 am
Triste porque cuando se supo q venía, era ya muy tarde para poder acceder a entradas a precios asequibles para mi….que adoro the killers y a flowers de solista……si vinieran de nuevo….sería la primera en comprar la entrada apuesto a que si. 😉
Alex Flowers (@AlexFlowers_)
23-Mar-2016 at 2:05 am
Tengo entendido que las entradas en chile eran carisimas , igual no hubo la misma quimica que el dia anterior en argentina
Paulina Linterna
23-Mar-2016 at 11:33 am
y que sabes tú? estuviste en Chile :O
Beatrice Hill
24-Dic-2016 at 12:15 pm
Brandon es genial pero no entiendo por qué su talento tanto como compositor como frontman no es suficientemente reconocido en los medios, ni tan difundida su música