

En Vivo
Imagine Dragons: Bienvenidos a una nueva era
Published
8 años agoon
El éxito en la música no tiene fórmula, es cierto, pero de que hay cosas que ayudan para conseguirlo, vaya que sí las hay. Una de las más claras es la forma de venderse por parte de las bandas y artistas, tanto en su forma de operar, como en su manera de hablar de sí mismos. Algo aún más importante es que ese mensaje cree resonancia en los públicos a los que va dirigido, y todo esto se une cuando hablamos de Imagine Dragons, una de las bandas fenómeno en el rock alternativo que, tras varios EPs y dos larga duración, ha logrado un estatus gigantesco en el mundo, principalmente impulsados por la recepción impresionante que han conseguido en quienes se han convertido en sus fans.
En Chile esta recepción no ha sido distinta. Notorio fue cómo su presentación en Lollapalooza Chile 2014 fue una de las más concurridas, y donde la efervescencia del público logró cuotas de devoción importantes. Por ello, el anuncio del primer show en solitario de los oriundos de Las Vegas en nuestro país era algo que había que seguir con atención, en especial para corroborar estas cuotas de afición por parte de –especialmente- los adolescentes chilenos, y la noche del 12 de abril en el Movistar Arena probó que Imagine Dragons tiene una de las fanaticadas más potentes, capaz de crear momentos importantes en vivo a punta de ganas y gargantas.
Pero esto no es gratuito. Ha existido una narrativa constante en Imagine Dragons tendiente a cautivar a su audiencia en torno al concepto de estar ofreciendo un portal a los sonidos del futuro, o a algo nunca antes hecho. Sin ir más lejos, hacen llamar a su propuesta como una especie de “rock alternativo”, cuando hasta en Billboard los incluyen en el chart de canciones de pop. De todas maneras, la banda tiene muchísimo mérito en apelar a códigos novedosos para generar impacto, y vaya que lo ha logrado. Más de doce mil personas en el Movistar Arena atestiguaron aquello, y fueron parte importante de las múltiples imágenes atesorables de la hora y cuarenta minutos de show ofrecido por Dan Reynolds y los suyos.
Todo partió con un leve retraso de la hora informada para el inicio del show tras los actos de apertura, los argentinos Banda de Turistas y We Are The Grand, pero lo que el público esperaba con ansias era a Imagine Dragons, en un reencuentro que no demoró mucho (exactamente, fue un año y dos semanas), pero cuya explosión parecía ser la de un debut o un retorno tras décadas de ausencia. El escenario se descubrió tras los teloneros, cuando sacaron las telas que cubrían la imponente escenografía, basada en un juego de luces implacable, que funcionó toda la noche de excelente forma, y en unos pilares puestos en perspectiva sobre el escenario, cubiertos de pantallas imponentes que funcionaban como complemento ideal para la acabada iluminación.
Tras la intro con un reprise de “Fallen”, la algarabía estalló con el éxito “Shots”, que abre el segundo álbum de estudio de la banda, “Smoke + Mirrors” https://humonegro.com/discos/imagine-dragons-smoke-mirrors/ (2015), que fue tocado de forma casi íntegra en la noche. Desde el inicio se notó la tendencia que dominaría el sonido del show: la predominancia de las percusiones por sobre el resto de los instrumentos. Daniel Platzman hace que su batería sea masiva y totalmente dominante en el sonido de la agrupación, y esto pasa porque la dinámica de ID se basa en el ritmo más que en las melodías, por lo que las percusiones y sus matices configuran a las composiciones, lo que en rigor sí sería una propuesta novedosa, claro que perdiendo parte de lo que caracteriza a las bandas más relevantes, que es la capacidad de buscar en los matices algo valioso. Imagine Dragons es tan directo en su propuesta, que a veces se siente como si la misma tecla se tocara todo el tiempo, sin necesitar de más recursos. Lo bueno de esto es que la respuesta que logran en el público es visceral, también muy directa, y al límite de las energías, lo que deriva en una sinergia que hace del espectáculo algo más completo en la suma total, diferente a cómo sería si sólo nos basamos en lo musical. Es que eso es lo que hace Imagine Dragons, como mencionó Dan tras “I’m So Sorry”, diciendo que quería “simplemente que esta sea la mejor noche de sus vidas”: una propuesta tan grandilocuente como hábil, para esconder sus carencias y transformarlas en sus fortalezas, todo esto apoyado por elementos que hacen que sus shows en vivo sean espectáculos potentes y recordables. Además, ayuda muchísimo tener un frontman creíble en medio de los gestos de devoción del público, y que cante igual a como lo hace en los discos, como se notó en las buenas versiones de “It’s Time” y de “It Comes Back To You”.
Tras las primeras cuatro canciones, ID se despacha un breve cover de Alphaville, la inmortal “Forever Young”, que sorprendentemente aparecía y era coreada por todo el público. Una canción de 1984; un hit ochentero. Y desde este guiño a un pasado que –prácticamente- ninguno de los asistentes a este show vivió en persona, llegamos al hoy con el tema que le da nombre a su último registro, “Smoke & Mirrors”, donde la potencia continúa y resulta reconfortante la calidez del público que, aunque a veces se moviera por la idolatría, en la mayoría del show coreó todos los temas de principio a fin. Esto ocurrió en la vitoreada “Polaroid” o la tierna “Summer”, pero con mayor ahínco en las grandes rendiciones de “Gold” o de “Demons”, que lograban momentos de karaoke grupal, con mucha catarsis, muchas parejas abrazadas, y también muchas y muchos en soledad, imaginándose a ellos sin nadie alrededor, sintiendo las canciones de forma directa.
Tras la ternura de “Dream”, la energía de “Hopeless Opus” y la reflexiva “Release” (que debutó en vivo), llegó la fase destructiva de Imagine Dragons, subiendo la energía un peldaño más arriba, a cada segundo más, partiendo con la explosiva “On Top Of The World”, donde la cancha se transformó en un mar de manos en el aire y algunos “palos-selfie” (pese a que estaban prohibidos), moviéndose como olas al ritmo de una de las composiciones más electrizantes del grupo. Luego vendría la no menos enérgica “Friction”, para pasar a la catarsis total con “I Bet My Life”, donde incluso se pudo ver a personas gritando el coro. Un público totalmente entregado para lo que debería haber sido el gran final del show: “Radioactive”.
La canción que lo inició todo en los terrenos mundiales para Imagine Dragons, era el final del main set, con una rendición a la altura de lo grande de aquel éxito. Esta canción también explicita la ambición de ID, diciendo “bienvenidos a una nueva era”, y para ellos eso es completamente cierto, y para sus fanáticos también. Pese a que desde afuera puedan ser criticados y que los argumentos no acompañen la idea de que Imagine Dragons sea una gran banda de rock, lo cierto es que al fortalecer sus convicciones y al revestirlas de ambición, los norteamericanos invitan a formar parte de algo incluso más grande que ellos mismos, y que en el momento en el que tocan “Radioactive” se convierte en algo completamente real, y en el sonido de los tiempos que corren, o al menos el sonido que tiene una resonancia importante para vastos grupos de personas.
El bis con “The Fall”, fuera de lo bonito que fue para muchos fans, no fue tan relevante, porque no tuvo una conexión con la energía desplegada en la parte final del show, pero sin duda fue un regalo para un público que vitoreó a Imagine Dragons como pocas veces tenemos la chance de ver en shows en nuestro país. Es que sí es una “nueva era”, o al menos es así como se siente al ver la inmersión de la audiencia en la propuesta de la banda de Las Vegas, que a punta de un espectáculo impecable en lo técnico, aunque a veces un poco maqueteado en los recursos para conectarse con el público, sin duda que saca la tarea adelante. Y aunque en la música no hay recetas para el éxito, la capacidad de Imagine Dragons para explotar sus virtudes e incluso sus defectos, permite ver que tal vez no sea necesaria una fórmula, sino que simplemente llegar directo a los resultados.
Setlist
- Intro – Fallen
- Shots
- Trouble
- It’s Time
- It Comes Back To You
- Forever Young (original de Alphaville)
- Smoke & Mirrors
- Polaroid
- I’m So Sorry
- Summer
- Gold
- Demons
- Dream
- Hopeless Opus
- Release
- On Top Of The World
- Friction
- I Bet My Life
- Radioactive
- The Fall
Fotos por Luis Marchant
Compártelo:
- Clic aquí para compartir en Facebook. (Se abre en una ventana nueva)
- Click to share on WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Click to share on Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva)
- Pincha para compartir en Pocket (Se abre en una ventana nueva)
- Click to email a link to a friend (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)

En momentos donde la memoria emerge como acto reflejo tras un oscuro día sábado lluvioso, pareciese que la música se vuelve un viaje en el tiempo, donde nuestra historia se hace vívida en un recuerdo. Sin planificarlo ni intencionarlo, este sería el contexto en donde se llevaría a cabo una nueva visita de Virus, una de las banda trasandinas más queridas en territorio nacional.
Entre sobrios abrigos, chaquetas y paraguas, el Teatro Coliseo comienza a tomar forma. Los primeros asistentes no dudan en tomar los puestos privilegiados para esta jornada de recuerdo, baile y clásicos del rock latino. Mientras sigue ingresando el público, se hace evidente que la música es un legado que también se puede transmitir de generación en generación, ya que las y los asistentes que se convocan a este espacio, también son jóvenes, hijas e hijos.
Zebra 93 fueron los encargados de iniciar esta jornada. La banda que se compone de dos chilenos y una argentina, logran capturar la atención de la decena de responsables asistentes que llegan al recinto de Nataniel Cox pese al frío, la lluvia y tenue neblina; por lo mismo, es que buscan entrar en calor en tiernos y tímidos pasos de baile al ritmo de un carismático electropop, por este motivo, tracks como “Veleros”, “Otros” y “Las Olas” se vuelven la previa de una dichosa y feliz noche, como metáfora y acción.
Tras finalizar una cándida presentación, Zebra 93 se despide con “Corazonada”, el recinto con más de la mitad de su capacidad, cede ante la delicadeza de este afectuoso track. Entre buenos deseos, la banda deja el escenario y comienza la cuenta regresiva para la visita de Virus en Chile, por lo mismo, el staff de la banda raudamente sale por los costados del escenario, acomodando y probando instrumentos bajo el alero y liderazgo de una roadie mujer, quien con impoluta seguridad, se destaca con proeza en el momento más íntimo de los shows en vivo.
Sin vacilaciones, la banda sale al escenario en coordinada elegancia. Evitando las aletargadas introducciones, Virus comienza su presentación con “Sin Disfraz”, dejando en claro que sus propios éxitos son la mejor manera de romper el hielo. Continuamos con “Tomo Lo Que Encuentro”, “Lugares Comunes” y “Pecados Para Dos”, sentenciando que “Locura” (1985) es uno de los discos más importantes de su carrera, pero también es un disco esencial en la música latina, apostando por sonidos y acordes llamativos para apropiarse de la retórica de la sexualidad, como un campo de democratización del placer y no un secreto a voces.
El público rendido ante coros colectivos y bailes de cargada energía, dan cuenta que la primera resistencia es reapropiarse de la música y el baile, aunque el contexto jamás lo permita, una premisa que se plasma en la historia de la banda que también se encarna en el legado de Federico Moura, quién hoy se hace presente en este show por su capacidad propositiva, pero también en las gráficas que dibujan su rostro en “Dicha Feliz”, logrando que la decena de asistentes se refugien en esta interpretación colectiva, que guarda memorias que se guardan en lo más profundo de nuestro silencio.
Virus deja el escenario con todos los éxitos de su carrera a disposición de un público que los siguió desde juventud y que hoy vuelven con más años, algunos vuelven de la mano con sus hijas e hijos, mientras que otras y otros asistentes se hacen presentes por el legado histórico que esta banda significa en lo musical y lo personal. “Wadu-Wadu”, “Una Luna de Miel en la Mano” y “Carolina”, son los tracks que cierran esta potente velada que ni el frío, pudo cesar el fulgor de este público que se declara en dicha feliz. Caras de asombro, alegría y satisfacción dejan el recinto que se transformó en un viaje en el tiempo. Volvemos al 2023 con frío y hambre, pero siempre reflexionando en las palabras de Federico Moura que se toman la presentación, porque sí, es verdad: “Hay que salir del agujero interior”.
Setlist
- Sin disfraz
- Tomo lo que encuentro
- Lugares comunes
- Pecados para dos
- Dame una señal
- Superficies de placer
- Imágenes paganas
- Destino circular
- Ausencia
- ¿Qué hago en Manila?
- Desesperado secuencia uno
- Dicha feliz
- Despedida nocturna
- Transeúnte sin identidad
- Los sueños de Drácula
- Amor descartable
- El probador
- Densa realidad
- Pronta entrega
- Hay que salir del agujero interior (Federico Moura en las Gráficas)
- Wadu-Wadu
- Mirada Speed
- Una luna de miel en la mano
- Carolina
IR A LA GALERÍA FOTOGRÁFICA
Compártelo:
- Clic aquí para compartir en Facebook. (Se abre en una ventana nueva)
- Click to share on WhatsApp (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
- Click to share on Telegram (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva)
- Pincha para compartir en Pocket (Se abre en una ventana nueva)
- Click to email a link to a friend (Se abre en una ventana nueva)
- Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)
Discos


GEL – “Only Constant”
“Hardcore these days is kinda fucking cool”, sentencia una de las voces en el collage de grabaciones que se escuchan...


Weyes Blood – “And In The Darkness, Hearts Aglow”
Tres años pasaron desde que Natalie Mering estrenara el cuarto trabajo de estudio de su proyecto Weyes Blood, llevándose el...


Dry Cleaning – “Stumpwork”
A la primera escucha, pareciera bastante tímido lo que propone Dry Cleaning en su segundo álbum. Tan sólo un año...


OFF! – “Free LSD”
Luego de ocho años de pausa discográfica, OFF! vuelve a las pistas con un álbum que, de primera impresión, traza...


La Ciencia Simple – “Ritmos En Cruz”
Desde “Hacia El Mar” (2014), La Ciencia Simple ha propuesto una reconfiguración de su sonido, pasando por el post rock...


Yeah Yeah Yeahs – “Cool It Down”
A casi 20 años de la explosión del post-punk, o garage revival (que cada uno le ponga la etiqueta que...


Dead Cross – “II”
Con tantos proyectos que posee Mike Patton, no es difícil perder la pista de cada cosa que hace el frontman...


Arctic Monkeys – “The Car”
El lanzamiento de su séptimo disco no era un paso más en la carrera de Arctic Monkeys. Tras un “Tranquility...


Slipknot – “The End, So Far”
Fuerte y claro fue el mensaje que Slipknot entregó con “We Are Not Your Kind” (2019), una obra que vio...


A.A. Williams – “As The Moon Rests”
Bastó solo el lanzamiento de “Forever Blue” (2020) para que la música de A.A. Williams comenzara a ser destacada por...

Afterlife llega a Santiago en la noche de Año Nuevo

Anuncian show de Max Romeo en Chile

Chief Xian aTunde Adjuah se presentará en Chile

Gobierno emite comunicado respecto a cancelación de eventos masivos por Juegos Panamericanos

Gobierno decreta suspensión de eventos masivos durante los Juegos Panamericanos Santiago 2023

Estreno en Cines: Metallica – “72 Seasons”

Nuevo video de Paramore: “Running Out Of Time”

Nueva canción y video de Paramore: “The News”

Mr. Bungle publica “The Night They Came Home” de manera gratuita

Scarlette
13-Abr-2015 at 2:24 pm
Buenísimas Fotos… Como siempre…!!! =)