A veces un concierto se puede transformar en una experiencia extrasensorial que trasciende cualquier factor ligado a la música, el repertorio, o alguno de esos elementos típicos de un show en vivo. Por su trasfondo, el hecho de que Amenra debutara en nuestro país indicaba que se trataría precisamente de una de esas ocasiones, ya que el conjunto belga ha sabido desarrollar una carrera en base a estridentes atmósferas centradas en el doom, el hardcore y el post-rock, las que a su vez inundan cada escenario donde se presenten con su oscura y ruidosa propuesta. Por si lo anterior no fuera suficiente, la presencia de las bandas nacionales A Sad Bada y Sangría harían que la velada en el Club Rock & Guitarras fuera ideal para aquellos amantes de las melodías más profundas y caóticas.
A Sad Bada sería la primera banda en tomar el escenario, y lo cierto es que el conjunto santiaguino fue la partida ideal para ir familiarizando a los presentes con sonidos oscuros y directos, con un repertorio que fue escuchado discretamente por los más entusiastas que llegaron temprano y que aprovecharon de presenciar uno de los nombres más interesantes en el doom y post metal que se está viendo por estos días en nuestro país. En la misma vereda, Sangría fue la segunda agrupación en posicionarse sobre el escenario, esta vez con una propuesta más convencional en términos de sonido, pero que genera una interesante amalgama entre doom, sludge, e incluso algo de death metal para definir un combo certero, directo y perfectamente equilibrado. El conjunto, que ya hemos destacado en ocasiones anteriores como, por ejemplo, su participación en el show de Eyehategod, donde tal como en esta pasada, conectaron de inmediato con la audiencia.
Con los ánimos ya preparados, llegaría el momento que todos esperaban: Amenra debutaba en nuestro país con la misma intensidad y furia que los caracteriza. Y es que al momento de describir al conjunto, esas palabras se quedan particularmente cortas cuando se presencia lo que es capaz de lograr el vocalista Colin H. van Eeckhout con su sola presencia, gestando todo el espíritu de la música a través de su interpretación y sus movimientos. Casi como si se tratara de un trance, el frontman va adentrándose en las densas melodías que calan hondo en el pecho, y cuya vibración nos recuerda ese deseo casi intrínseco en la música de querer mover y afectar de una u otra forma al auditor. Amenra desafía en todo momento y exige compromiso, un ritmo que a través de pasajes más relajados va concentrando toda la potencia que desata en sus secciones más sucias y directas.
Tratar de encasillar a la banda en un solo estilo es prácticamente una tarea imposible, debido a que la soltura en que son capaces de pasar desde el black metal al post-rock es algo que se desarrolla tan fluidamente como sus cambios de estructuras, y desde tracks como “Boden” o “Plus Près De Toi (Closer To You)”, permiten evidenciar la forma en que la agrupación opera y saca provecho de cada una de sus virtudes, siempre estableciendo el juego entre las guitarras como el condimento que le da todo el aura a su sonido. Desde la batería, los golpes marcan la pauta en una explosion controlada que no se detiene, y ahí está, entre medio de todo el caos, el frontman al pie del cañon dirigiendo la operación solamente a través de movimientos y una interpretación tan desgarradora como intensa. Cada uno lo entrega todo durante la performance, como piezas de una maquinaria controlada con una precision ruidosa y desenfrenada.
El metal de un carácter tan poco convencional como el de Amenra es un estilo que cada vez se abre paso en la escena nacional, permitiendo no solo contar con exponentes locales de primera categoría, sino que también con la oportunidad de que bandas de este tipo puedan realizar sus shows en las mismas configuraciones que lo realizarían originalmente en otro lugar. No faltó más que la proyección de fondo que se fundiera con la propia presencia de la banda para establecer los parámetros de la ceremonia, la denominada “Iglesia de Ra” generó una verdadera experiencia que elevó las almas de cada asistente hasta encontrarse con las vibraciones que surgían desde las oscuras, densas y lúgubres melodías del conjunto. El hecho de que sea estridente no significa que no pueda generar un espacio de introspección o reflexión, por lo que Amenra solamente necesitó de los orquestados guitarrazos para generar todas esas sensaciones.
El presente de Tom Morello, actualmente en un intervalo tras la cancelada reunión de Rage Against The Machine en 2022, pareciera ser inquieto pero incierto a la vez. Enfocado en trabajar en nueva música junto a su hijo y colaborar con diversos proyectos que lo buscan, el guitarrista emprende un nuevo viaje solista, esta vez como un recorrido-homenaje a su extensa y vital carrera, sin dar demasiadas luces sobre el futuro de su proyecto principal pero entregando pequeños bocados de lo que podría ser.
Con un Teatro Caupolicán repleto pero a media capacidad, la expectativa era más que alta para ver en nuestro país, una vez más, al legendario músico. Luego de la intensa presentación de Cler Canifrú quien abrió los fuegos, Morello saltó a escena con “Manifiesto” de Víctor Jara de entrada, una imagen del Negro Matapacos en pantalla gigante y los acordes de “One Man Revolution”, de su proyecto The Nightwatchman como primer track. De ahí y sin descanso, el músico despachó, acompañado de su guitarrista en voz, “Let’s Get the Party Started” (colaboración junto a Bring Me The Horizon) y “Hold The Line”.
Con el público ya prendido sólo faltaba un discurso inicial antes de desatar la locura y exponer sus pergaminos musicales. En tan sólo un par de minutos, Morello se paseó por riffs (y nada más que las intros) de “Bombtrack”, “Know Your Enemy”, “Guerrilla Radio” y “Sleep Now In The Fire” de Rage Against The Machine, dando sólo una pincelada de hits en un particular medley, que además incluyó un homenaje a Chris Cornell con “Like A Stone”, la única canción interpretada de inicio a fin. De allí en adelante, Morello y su banda recorrieron covers y reversiones e incluso una tibia interpretación de “Gossip”, el último hit de los italianos Manëskin que cuenta, justamente, con Morello como invitado.
¿Qué es lo que hace diferente a Tom Morello? Más allá de su inconfundible sonido e impronta o haber formado parte de importantes bandas y ser portavoz de himnos, el músico tiene una personalidad propia que bien se ve más allá de esas luces, sin embargo, pareciera ser que la música y los fans siempre lo arrastra a su personaje. Ejemplo de ello la lectura de porciones del público en donde cada acorde inicial era potencialmente un hit de RATM. En ese sentido, la presentación de Morello se vuelve a ratos inentendible, fuera de contexto, indescifrable. Tom Morello podría más que una tonelada de wah, octavador y un recorrido de hits en formato karaoke. Es su carisma, talento y visión, además, lo que lo posiciona como un músico querido y respetado, pero que cuesta sacar del pasado.
Por ello, la decisión de un repaso más que un show completo y preparado en clave solista no le hace justicia al guitarrista, quien tiene argumentos mucho más interesantes para presentar como su acercamiento al folk con The Nightwatchman. Allí, el músico prueba y arriesga tomando guitarras acústicas y explorando en fondo y forma (“World Wide Rebel Songs” y “Keep Goin’”). El show, divertido y con una ejecución correcta, vuelve a un estado de mixtura con nuevos covers y reversiones de pequeños saldos de diferentes etapas, para coronar la jornada con “Killing In The Name”, cantada a pulso con todo el teatro y “Power To The People” de John Lennon como punto final. Tom Morello sella un nuevo paso por uno de sus países favoritos con un público fiel y cómplice, apañador y motivado, que da solidez a un show que a ratos puede parecer sólo un singular ejercicio de nostalgia.
Setlist
One Man Revolution (original de Tom Morello: The Nightwatchman)
Let’s Get The Party Started
Hold The Line
Bombtrack / Know Your Enemy / Bulls On Parade / Guerilla Radio / Sleep Now In The Fire / Cochise (originales de Rage Against The Machine y Audioslave)
Like A Stone (original de Audioslave)
Voodoo Child (original de Jimi Hendrix)
GOSSIP (original de Manëskin)
Lightning Over Mexico
Secretariat
Cato Stedman & Neptune Frost
Rat Race / Battle Sirens / Where It’s At Ain’t What It Is / Prophets Of Rage / Harlem Hellfighter / Can’t Stop The Bleeding / Bullet In The Head (Tom Morello/Prophets Of Rage)
Keep Goin’
World Wide Rebel Songs (original de Tom Morello: The Nightwatchman)
Testify / Ghetto Blaster / Half Man Half Beast / Born of A Broken Man / Freedom / Snake-charmer (originales de Rage Against The Machine)
Vigilante Nocturno
The Ghost Of Tom Joad (original de Bruce Springsteen)
Killing In The Name (original de Rage Against The Machine)