El reencuentro de una audiencia con una obra fílmica puede ser un momento de ebullición en términos de emoción y alegría. Lo acabamos de ver con “Star Wars: The Force Awakens”, que produjo toda clase de reacciones entusiastas por parte de una gigantesca legión de seguidores que ya la encumbra como la tercera película más taquillera de la historia, sólo detrás de “Avatar” (2009) y “Titanic” (1997). El entusiasmo por parte de los fanáticos siempre está, pero para que la comunión sea perfecta, requiere que los cineastas creen algo que se ajuste a lo que ha sido probado con éxito y que ha permitido conectar tan especialmente con un tipo de audiencia (o con prácticamente todo el mundo, como pasa con la franquicia engendrada por George Lucas).
Cuando no sucede de ese modo y el afán de los realizadores está puesto única y exclusivamente en cuantos ceros pueden agregar a sus cuentas, el panorama se tiende a oscurecer y la reunión entre la obra y las personas que amaron esas ficciones no se concreta. Ha pasado tantas veces que ya casi se ha convertido en rito, estando claramente inclinada la balanza hacia la idea de que es mejor dejar las cosas como estaban y no revivirlas infundadamente. Derek Zoolander y su “Magnum” en su esperado y cacareado retorno empujan a que eso continúe de esa forma.
Retirado por completo del mundo de las pasarelas luego de un incidente que afecto trágicamente su familia, Derek Zoolander (Ben Stiller) vive sin contacto con el exterior. Un inesperado llamado lo sacará de ahí y lo hará viajar hasta Roma, donde volverá a encontrarse después de muchos años con Hansel (Owen Wilson), y se enterará de que el mundo en el que ambos brillaron ya no existe y los que dominan son otros, con Don Atari (Kyle Mooney) como el más reconocido modista del orbe. Es Interpol el organismo que los contacta porque una serie de celebridades han sido asesinadas y al momento de morir han dejado como registro una fotografía en la que parecen realizar la famosa “Blue Steel”, la misma que años atrás enloqueció al planeta. Al tiempo que intentan averiguar eso de la mano de Valentina (Penélope Cruz), Deerek buscará localizar a su hijo, de quien no tiene noticias hace mucho tiempo.
Quince años han pasado desde el debut de “Zoolander” (2001) y el mejor saldo que deja su secuela es hacernos sentir más viejos. Porque respecto a recordar buenos momentos y volver a encontrar gracia en estos personajes, la cinta es tacaña y sólo suministra con gotero. Aludiendo a un juego fácil pero imbatible, lo primero que hace es ponernos al día y revelarnos qué ha llevado a que estén en esas circunstancias. Conducido con apuro, el relato pone la vista en el retrovisor (pasando por alto, eso sí, lo sabroso que podría haber sido la adaptación de los protagonistas al mundo actual), lo que por supuesto puede brindar satisfacciones, pero sólo pasajeramente; luego hay que empezar a tirar de la cuerda propia y ahí la película flaquea y exhibe sus gigantes costuras.
¿Qué fue lo que llevó a esto otro? ¿Qué diablos hace este personaje aquí? ¿Qué relevancia tiene todo esto que nos intenta contar? Todas esas interrogantes surgen bien pronto, incluso antes de que la cinta se decida de una buena vez a revelar hacia donde tomará dirección (curiosamente, bien lejos del mundo de las pasarelas). Y cada una de ellas quedan en el aire, siendo respondidas vagamente y dando margen para que la confusión desplace a las risas. Derek y Hansel siguen siendo dinamita juntos, pero aparte de que el curso del filme es atropellado y errático, y el disparate no es aterrizado por nadie ni por nada, invitan a demasiada gente a la fiesta. Como si de tan buenos anfitriones, finalmente terminaran cediendo el centro del escenario a una serie de personajes que hacen deambular la celebración entre el tedio y jolgorio. Aparece tanta gente famosa y tan gratuitamente que el asunto se desvirtúa, en una clara expresión de recurso fácil aplicado sin cariño ni cuidado. La consigna parece ser “el que quiera, súmese”, desencadenando en que a la larga, de los no muchos cameos que provocan gracia, sólo exista uno que efectivamente corre en función de la trama, justamente para iluminar uno de los escasos buenos momentos de la cinta.
La comedia desaforada que excede los límites del buen gusto puede funcionar siempre y cuando haya un soporte de texto que la haga atendible. Lo tenía “Tropic Thunder” (2008), lo tenía incluso “The Cable Guy” (1996) y por supuesto lo tenía “Zoolander”. Las tres son dirigidas por el mismo Stiller, pero en esta secuela no hay siquiera marca de eso. El desperdicio de actrices como Kristen Wiig y Penélope Cruz es inexcusable, el tufillo a recocido en las bromas resulta insulso, lo que se nos quiere contar no cobra mayor sentido y su empleo del cameo está completamente viciado. Sólo conserva dignidad porque está narrada con ímpetu y asegura que de cada puñado de bromas al menos una funcione (y tiene unos minutos finales que son todo lo que la película hacia atrás no es), pero eso no era lo que hizo icónica a la cinta de 2001. Aunque está claro que no es tan lánguida y poco divertida como han salido a vociferar rápidamente afuera, “Zoolander 2” provoca lo que tantas secuelas mediocres han logrado: que volvamos a revisar una y mil veces la original, en vez de mirar con gusto lo ofrecido en esta nueva oportunidad.
Únete a la familia global de Metallica el jueves 13 de abril para una Listening Party mundial. Podrás disfrutar en primicia del nuevo álbum de la banda, “72 Seasons”, un día antes de su lanzamiento oficial. En la gran pantalla y con un demoledor sonido envolvente, este evento especial tendrá lugar en los cines en exclusiva y por una única noche.
Funciones:
Mallplaza Calama: 19:30 hrs.
Mallplaza Antofagasta: 19:00 hrs.
Cinépolis Vivo Coquimbo: 19:30 hrs.
Cinépolis Vivo Imperio: 19:00 hrs.
Arauco Maipú: 19:30 hrs.
Cinépolis Plazuela Independencia Puente Alto: 19:00 hrs.
Parque Arauco: 19:30 y 20:30 hrs.
Cinépolis Mallplaza Egaña: 19:30 y 20:30 hrs.
Cinépolis La Reina: 19:00 y 20:00 hrs.
Plaza Maule Talca: 19:00 hrs.
Cinépolis Vivo Outlet Temuco: 19:00 hrs.
Cinépolis Paseo Costanera Puerto Montt: 19:30 hrs.
Arauco Chillán: 19:00 hrs.