Algunos dicen que las segundas partes nunca son buenas, pero en el caso de algunas comedias de Hollywood el problema supera la simple secuencia y ya parece una cuestión casi estructural. Dinámicas que parecen tan recurrentes, que cuesta identificar dónde las hemos visto primero; chistes que quizá son nuevos, pero cuyo remate es evidente, y actores que quizá no son los mismos que hace diez años, pero definitivamente ocupan un lugar similar. Una serie de espejos que reflejan y, de vez en cuando, actualizan y modifican levemente algunas figuras, sin embargo, conservan los patrones esenciales. “Un Novato En Apuros 2” es una manifestación más de este fenómeno: una comedia que triunfó con bastante suerte en su primer largometraje y que vuelve no sólo a proseguir las aventuras de Ben y James, los cuñados de la ley, sino que –como ya se atisba– revive con algunas pequeñas transformaciones la versión de una historia que hemos visto muchas veces.

Con Ben (Kevin Hart) ya ascendido de cargo y a punto de casarse, la segunda parte de “Un Novato En Apuros” (2014) se trata de la prueba de fuego para el novato de la policía de Atlanta.  Ben y James (Ice Cube) llegarán a las costas de Miami, primero buscando a un hacker para resolver información encriptada de un pendrive, y posteriormente resolviendo un caso que involucra a un millonario empresario en una serie de crímenes de la ciudad.

Como toda continuación de comedia de acción, si el primer capítulo constituye una iniciación, el segundo viene a ser una prueba del protagonista. Y por supuesto “Un Novato En Apuros 2” no escapa de esta fórmula. Si Ben tuvo que afianzar y mostrar porqué merecía ser policía, luego de  una notable lista de accidentes y momentos poco oportunos, en este episodio viene a engrosar su currículum ad portas de su matrimonio y la constante negación de su cuñado a participar en nuevas investigaciones.

Al igual que tantas parejas de humor, se replica el dúo inteligencia versus torpeza, corazón versus razón, una dicotomía reconocida, y donde Kevin Hart si bien no cuenta con tantos momentos irrisorios, al menos posee cierto carisma que desprende cierto efecto cómico y que hace más llevadera la producción. Pese a que hay un montón de personajes sumamente parecidos al de Hart, él posiblemente saca lo mejor de sí, con un potencial humorístico relevante y que, si no se queda pegado en ciertos estereotipos, puede ofrecer bastante en los próximos años.

Tampoco es curioso identificar dentro de la comedia recursos añejos que pretenden ser graciosos, pero que llegan sólo hasta la intención. Animales salvajes, un enemigo millonario inteligente, aunque lo suficientemente torpe para perder minutos claves en palabras inútiles, y mujeres que –como en tantas películas de estas características– sirven como accesorios y cuya  presencia se cimienta en el cuerpo (parece imposible no recordar las palabras de la comediante Natalia Valdebenito sobre sus ex compañeros de El Club de la Comedia).  Si se puede salvar algo de “Un Novato en Apuros 2”, posiblemente sea que, dentro de los refritos que aprehende, opta por un mínimo de cursilería, pese a tener unos momentos grotescos francamente innecesarios y hasta un poco incomprensibles.

Es posible que el mayor problema esté en el guión: si bien es sabido que hay cierto tipo de producciones que buscan reactivar algunos esquemas, la poca imaginación en la producción dirigida por Tim Story parece exagerada. Sólo se compensa porque el uso de cámaras, efectos y montaje es bastante acorde al tono, y se le puede objetar sólo un par de momentos que fácilmente se podrían haber elidido. Si hay problemas en el área técnica, posiblemente sea una mezcla de escenas con “Grand Theft Auto” que realmente tiene poco sostén.

Resulta complejo tener palabras positivas hacia “Un Novato de Apuros 2”. Si podrá hacer reír a alguien, lo más seguro es que sí, aunque tal vez se trate simplemente de una cuestión de disposición, no obstante, es difícil no darse cuenta lo obvia que es la historia desde el principio. Seguramente no tiene altas pretensiones más que hacer reír con una versión actualizada de un viejo dúo que hemos visto millones de veces, sin embargo, se pudo haber aprovechado mejor los recursos y haber sido la comedia del mes con mayor justificación.

Por Javiera Quiroga