Es un hecho que la realidad y la experiencia son la principal fuente de inspiración para un director cuando decide hacer una película. Teniendo en cuenta esto, se puede afirmar con propiedad que la segunda fuente por excelencia, al menos para Hollywood, son los libros. Está claro: es un manantial inagotable lleno de historias merecedoras de ser contadas, todas de diversa índole y estilo. Se pueden encontrar desde relatos antiguos, recreados una y otra vez, hasta cuentos, novelas y sagas completas, todas llevadas a la pantalla grande, pero con distintos grados de victoria cinematográfica. Siguiendo esta línea, “Un Cuento de Invierno” es la más reciente adaptación en llegar a la cartelera, una cinta realizada a partir de la novela de Mark Helprin “Winter’s Tale”, publicada en 1983, donde se mezclan dos temas principales: el romance y el desconocimiento de nuestro destino, todo cruzado por la fantasía.
En Nueva York del siglo pasado, Peter Lake (Colin Farrell) es un huérfano y ladrón profesional que, gracias a su ángel guardián -un caballo blanco-, conoce al amor de su vida, Beverly Penn (Jessica Brown Findlay). Para desgracia del protagonista, esta joven veinteañera está moribunda y padece tuberculosis, por lo que intentan aprovechar juntos el mayor tiempo posible. No obstante, todo cambia cuando los planes del demonio Pearly Soames (Russell Crowe) para deshacerse de Peter, lleven a este a reencarnarse en la época actual, con el propósito de volver a encontrarse con su amada y cumplir con un destino que no conoce.
Partiendo de la premisa de que el mundo es un lugar donde existe la magia, los eventos retratados en la película no tienen explicación aparente y se enmarcan en un relato que se cuenta de forma lenta y forzada. Sin embargo, los personajes principales determinan en alguna medida la fábula y le entregan algo más de forma y sustancia. Por un lado tenemos la historia de Peter Lake, un ladrón esquivo de la ley y de los hombres, que está confundido y perdido en un mundo que no percibe como propio; siente que carece de algo. Y en su búsqueda, casi por casualidad, encuentra la parte que le faltaba: el amor de una mujer. Por el otro lado, está la chica de alta sociedad que padece una enfermedad incurable. En una muestra de fortaleza admirable, es capaz de soslayar una obvia agonía. Así, ambos luchan en contra de las adversidades, pese a la terrible desventaja de vivir en épocas distintas.
Lamentablemente, los actores no son completamente convincentes en sus papeles. Podemos ver a un Colin Farrell bastante torpe, indeciso y que aporta muy poco a un protagónico que podría haber sido más provechoso. Su papel, más que tener un real desarrollo, se mantiene plano en el transcurso del filme. Algo parecido ocurre con Jessica Brown, quien parte con todo el potencial de no ser la obvia damisela en peligro, pero no coopera lo suficiente para lograr de manera definitiva el objetivo.
A medida que la cinta se aproxima hacia el final, cae torpemente en otra equivocación al introducir otros personajes secundarios -que deberían haber sido más importantes-, los cuales son pobres de argumento y chocan con toda la delicadeza de la historia enmarcada en el siglo pasado. Lo que consiguen, en definitiva, es dejar una sensación vacía, que alimentan la idea de que todo lo visto fue totalmente en vano. Con un marcado énfasis en los juegos de luces y lo radiante, la edición y continuidad de las escenas de la película deja entrever una ligera desprolijidad, que pronto se olvida con las tomas y los paisajes dignos de alguna producción de Disney, pero que se vuelve a recordar con los deficientes efectos especiales que aparecen momentáneamente y que obstaculizan en vez de retratar.
Siendo este el debut como director de Akiva Goldsman, destacado guionista en cintas como “A Beautiful Mind” (2001) y “Cinderella Man” (2005), sus decisiones en esta película son tajantemente malas y no auguran un buen futuro si es que decide a volver a dirigir algún filme. Es cierto que adecuar visualmente una novela escrita es una tarea sumamente compleja, pero dado que es una persona que ha realizado una gran cantidad de adaptaciones, su trabajo final debería ser más prolijo, fácil de digerir y posible de entender para cualquiera que no conozca la novela que se tiene como base.
Así, esta historia, aparentemente épica y novelesca, de amor, rencor y fantasía, se enmarca en la búsqueda del ser humano para conocer el por qué y cuál es el destino que se tiene en este o cualquier mundo posible, aunque, claramente, es más una obra romántica que cualquier otra cosa. Melosa, demasiado lejana, extensa e incluso predecible, esta película es una alegoría a todos aquellos filmes que, basados en un libro, modificaron una realidad fantasiosa que fue dejada a medias.
Únete a la familia global de Metallica el jueves 13 de abril para una Listening Party mundial. Podrás disfrutar en primicia del nuevo álbum de la banda, “72 Seasons”, un día antes de su lanzamiento oficial. En la gran pantalla y con un demoledor sonido envolvente, este evento especial tendrá lugar en los cines en exclusiva y por una única noche.
Funciones:
Mallplaza Calama: 19:30 hrs.
Mallplaza Antofagasta: 19:00 hrs.
Cinépolis Vivo Coquimbo: 19:30 hrs.
Cinépolis Vivo Imperio: 19:00 hrs.
Arauco Maipú: 19:30 hrs.
Cinépolis Plazuela Independencia Puente Alto: 19:00 hrs.
Parque Arauco: 19:30 y 20:30 hrs.
Cinépolis Mallplaza Egaña: 19:30 y 20:30 hrs.
Cinépolis La Reina: 19:00 y 20:00 hrs.
Plaza Maule Talca: 19:00 hrs.
Cinépolis Vivo Outlet Temuco: 19:00 hrs.
Cinépolis Paseo Costanera Puerto Montt: 19:30 hrs.
Arauco Chillán: 19:00 hrs.
pyp
15-Feb-2014 at 5:04 pm
Demasiado suave para mi gusto la película es un bodrio insufrible de principio a fin. Will Smith de Lucifer, wtf?