La protección de la vida es algo que muchos suelen pedir a gritos, pero también es olvidada cuando los niños crecen, incluso en momentos en los que se pueden encontrar más desamparados y solos que nunca, ya sea en el Sename, en un hogar abusivo o en una secta en el sur de Chile. Esta historia relata “Princesita”, el paso a la adultez de una niña a merced de la manipulación adulta. Exhibida con éxito en el Festival de Cine de Toronto y con una recepción mezclada en el Festival de San Sebastián, “Princesita” es la segunda película dirigida por Marialy Rivas, y su resultado es algo así como una menos metafórica “El Laberinto Del Fauno” (2006), emulando su estilo de oscuro cuento de hadas.
Con 12 años, Tamara (Sara Caballero) se encuentra al comienzo de la pubertad y su cuerpo comienza a cambiar mientras ella y su entorno lo notan. Al vivir en un aparente paraíso en el sur de Chile, nunca ha sentido peligro o rebeldía hacia la secta en la que ha crecido toda su vida, liderada por Miguel (Marcelo Alonso), quien tiene el control absoluto de su vida y su cuerpo. Al ser enviada a la escuela, la niña comienza a cuestionar el plan que Miguel tiene para ella y su aparente privilegio en la familia comienza a ser una carga que no desea llevar.
Inspirada por una secta real del sur de Chile, “Princesita” no se queda sólo con explorar esta realidad, sino que se transforma en la historia de llegada a la adolescencia de una niña que no es dueña de su destino ni de su cuerpo, hecho tan real en la película como en la realidad que vivimos al ver los debates sobre aborto. Es tanto una analogía feminista como una defensa de la niñez, sin importar el género, mostrando y recordándonos lo olvidados que pueden llegar a estar algunos niños, asunto reafirmado por los casos del Sename vistos en los últimos años.
Con un guion escrito por la misma Marialy Rivas junto a Camila Gutiérrez, dupla que tiene historia trabajando juntas, (ambas fueron parte del equipo que escribió “Joven y Alocada” de 2012), logran explorar una temática similar, pero con un foco drásticamente distinto. El paso a convertirse en mujeres y la identidad femenina han sido el centro de ambas tramas, con protagonistas que viven bajo una presión externa de la que deben liberarse. Si bien, el tono del primer filme de Rivas era más ligero, “Princesita” es un cuento de hadas oscuro, que se transforma lentamente junto a su protagonista.
El quiebre de la inocencia y la manipulación que la niña ha sufrido a lo largo de su vida llevándola a amar a su opresor, son los temas centrales de “Princesita”, temática que es tratada con una sutileza que no sería capaz de caer en lo morboso de la situación que vive Tamara. Esta misma sutileza lleva a que la película sea una constante evasiva, siempre provocando al espectador, pero entregando tan poco, que en ocasiones puede resultar frustrante. A ratos la trama puede ser cuestionable en sus detalles, pero vivimos en el sueño vuelto pesadilla de una niña de 12 años, y es a través de sus ojos que conocemos su despertar sexual y la pérdida de su inocencia. Finalmente, lo críptico en la forma de entregar información no lo hace menos claro.
Las opciones de estilo de Marialy Rivas son claras y cumplen el propósito planteado. Desde el inicio nos da una sensación de intimidad, acentuada por la narración en off, similar a escribir en un diario en la niñez, pero que se vuelve más sombría al correr los minutos. El sonido también cambia, volviéndose más amenazante a medida que la protagonista comprende su realidad. Lo mismo ocurre con la imagen: al principio resulta un sueño, reflejo del paraíso en el que la niña cree vivir, con exteriores de iluminación clara, saturada, con halos de luz y reflejos luminosos en el lente. Esto cambia a una mayor oscuridad, dando paso a tonos rojos y fuertes con mayor frecuencia en la iluminación de interiores, acentuando lo ya expuesto por el sonido. Este cambio llega junto con la pubertad de la niña, momento en que todos los hombres –no sólo Miguel– pueden resultar una amenaza para ella, y la única figura femenina que puede ayudarla, su profesora, no tiene el poder ni la presencia suficiente para hacerlo.
“Princesita” es un cuento subversivo, una manera poco común de contar la historia de crecimiento de una niña y su camino para reclamar su identidad y su cuerpo. Si bien, la exploración de otros personajes resulta enigmática, escasa y la misma protagonista no es quién facilita su propio desenlace, en sus 78 minutos de duración logra su cometido, exponiendo su provocativo tema de una manera que puede revolver el estómago sin mostrar una imagen explícita e innecesaria en esta oscura fantasía.
Título Original: Princesita
Director: Marialy Rivas
Duración: 78 minutos
Año: 2017
Reparto: Sara Caballero, Marcelo Alonso, María Gracia Omegna, Nathalia Acevedo, Rafael Federman, Emiliano Jofre, Nahuel Cantillano, Stefano Mardones
Únete a la familia global de Metallica el jueves 13 de abril para una Listening Party mundial. Podrás disfrutar en primicia del nuevo álbum de la banda, “72 Seasons”, un día antes de su lanzamiento oficial. En la gran pantalla y con un demoledor sonido envolvente, este evento especial tendrá lugar en los cines en exclusiva y por una única noche.
Funciones:
Mallplaza Calama: 19:30 hrs.
Mallplaza Antofagasta: 19:00 hrs.
Cinépolis Vivo Coquimbo: 19:30 hrs.
Cinépolis Vivo Imperio: 19:00 hrs.
Arauco Maipú: 19:30 hrs.
Cinépolis Plazuela Independencia Puente Alto: 19:00 hrs.
Parque Arauco: 19:30 y 20:30 hrs.
Cinépolis Mallplaza Egaña: 19:30 y 20:30 hrs.
Cinépolis La Reina: 19:00 y 20:00 hrs.
Plaza Maule Talca: 19:00 hrs.
Cinépolis Vivo Outlet Temuco: 19:00 hrs.
Cinépolis Paseo Costanera Puerto Montt: 19:30 hrs.
Arauco Chillán: 19:00 hrs.