Hace tres años se estrenaba en “Olympus Has Fallen”, cinta en la que Estados Unidos veía cómo, en sólo minutos, su principal centro de poder se veía destruido a manos de terroristas norcoreanos, siendo un agente secreto el encargado de salvar al Presidente y a su país. Funcionó a duras penas, tratando de sobrevivir con un pobre argumento y un patriotismo exagerado, en un género que muchas veces lo permite. Por lo tanto, ver una secuela era poco probable, sin embargo, el éxito en la taquilla permite que productores decidan extender este tipo de realizaciones en secuelas que ayuden a generar una base de público para justificarlas.
La muerte del Primer Ministro británico hará que los principales líderes políticos más importantes del mundo se reúnan en Londres para despedirlo. Entre ellos, el Presidente de los Estados Unidos (Aaron Eckhart) viaja junto a la directora del Servicio Secreto (Angela Bassett) y al agente del Servicio Secreto, Mike Banning (Gerard Butler), a la capital británica, que ha sido extremadamente protegida sabiendo que es el blanco perfecto ante cualquier ataque. A pesar de ello, varios jefes de estado son asesinados y la ciudad se ve envuelta en un gigantesco ataque terrorista. El Presidente logra escapar y Banning debe intentar protegerlo y escapar de la catástrofe con vida.
En medio de una industria interesada en generar franquicias que luego puedan moverse por sí solas, cabe preguntar si es necesario crear secuelas de cintas que cuentan una historia que cierra narrativamente en su primera parte. Y en esta supuesta segunda entrega se huele el intento desesperado de crear un universo narrativo que no hace el esfuerzo de unificar ambas. De la cinta anterior sólo se mantienen sus personajes principales, pero casi olvidando la experiencia anterior y, en consecuencia, obviando las repercusiones que un hecho de esa envergadura podría traer. Si bien, el objetivo principal de esta cinta es entretener, subestimar al espectador y a su propio argumento es desvalorizar al cine como un medio para contar historias.
En un momento donde la paranoia y el miedo parecen crecer frente a los recientes ataques terroristas a capitales europeas, parece inconveniente pensar que estos hechos pueden ser llevados a la pantalla sólo con el fin de promover la entretención, además jugando irresponsablemente con el odio y racismo hacia culturas del otro lado del mundo. Esto lo hace desafortunadamente “Londres Bajo Fuego” a través de diálogos que sólo hablan de la supremacía occidental y de un chovinismo desmesurado, apelando al terror y el estado de alarma que se tiene frente a las culturas del medio oriente, quienes son los causantes de los ataques terroristas en esta cinta. Y es que, lejos de explicar motivaciones, sólo toma una posición de victimización y justificación del poder militar que se ejerce en contra de aquellas naciones.
La cinta trabaja con una estética que se asemeja al estar inserto en un video juego, por lo que visualmente es bastante dinámica y avanza a un ritmo acelerado. Existen pequeñas secuencias de cámara subjetiva que se acercan a esta experiencia virtual, pero que a ratos son interrumpidas por un montaje un tanto extraño en cuanto a su continuidad, lo que genera una desconexión momentánea con la narrativa visual. Esto también potenciado gracias a la deficiente utilización de CGI, cuando debería ser uno de los elementos protagonistas en este tipo de cintas de mediano presupuesto, que simulan acercar a la realidad la destrucción en masa de una ciudad importante y, ciertamente, ver cómo lugares emblemáticos de la capital británica caen dejando ver lo falso de estas secuencias, distrayendo así al espectador e impidiendo la inmersión en el relato.
Por otro lado, hacia el clímax, la película decide simular un supuesto plano secuencia que hará crecer la tensión en un desenlace que, si bien es predecible, no decae en cuanto a su ritmo. Gracias a estas decisiones técnicas, la cinta se acomoda bien en un espacio de entretención y estimulando visualmente a un espectador que gusta de explosiones y el incesante ruido de disparos. Lamentablemente, dichos espacios son interrumpidos por frases desacertadas, que hacen recordar el argumento donde la cinta se desenvuelve y hacen que siga perdiendo peso.
“Londres Bajo Fuego” cumple en cuanto a la entretención que pretende entregar dentro de su género, otorgando varios momentos de abundante parafernalia explosiva, pero queda debiendo en cuanto a su peso argumental, cayendo en clichés propios de su género que poco aportan a crear una historia original y que, tal como si fuese un molde, descansa en elementos que aseguran el éxito comercial.
Únete a la familia global de Metallica el jueves 13 de abril para una Listening Party mundial. Podrás disfrutar en primicia del nuevo álbum de la banda, “72 Seasons”, un día antes de su lanzamiento oficial. En la gran pantalla y con un demoledor sonido envolvente, este evento especial tendrá lugar en los cines en exclusiva y por una única noche.
Funciones:
Mallplaza Calama: 19:30 hrs.
Mallplaza Antofagasta: 19:00 hrs.
Cinépolis Vivo Coquimbo: 19:30 hrs.
Cinépolis Vivo Imperio: 19:00 hrs.
Arauco Maipú: 19:30 hrs.
Cinépolis Plazuela Independencia Puente Alto: 19:00 hrs.
Parque Arauco: 19:30 y 20:30 hrs.
Cinépolis Mallplaza Egaña: 19:30 y 20:30 hrs.
Cinépolis La Reina: 19:00 y 20:00 hrs.
Plaza Maule Talca: 19:00 hrs.
Cinépolis Vivo Outlet Temuco: 19:00 hrs.
Cinépolis Paseo Costanera Puerto Montt: 19:30 hrs.
Arauco Chillán: 19:00 hrs.