Hacer una actualización de una película es siempre una tarea complicada para cualquier director; no sólo porque se necesita dar un giro nuevo a una historia ya vista, sino que también porque se compite contra el buen o mal recuerdo que haya dejado el film predecesor. Esta difícil batalla es la que libra “La Momia” en los cines nacionales contra una trilogía en decadencia, cuyo mejor exponente se remonta al trabajo de Stephen Sommers en “The Mummy” (1999). A través de un viaje cinematográfico de 110 minutos, veremos cómo esta nueva producción intenta revivir las glorias pasadas de la famosa historia de la momia y sus maldiciones a arqueólogos con poca suerte.
Dirigida por Alex Kurtzman, la cinta cuenta la historia de Nick Morton (Tom Cruise), un militar dedicado al robo y tráfico ilegal de reliquias, y Jenny Halsey (Annabelle Wallis), una egiptóloga que busca preservar las riquezas culturales en medio de la guerra iraquí que las destruye. Juntos encontrarán la tumba de la antigua princesa Ahmanet (Sofía Boutella) y descifraran su historia mientras detienen la maldición ancestral que han liberado tratando de preservar el sarcófago de la difunta princesa.
Al tratarse de una actualización de la cinta original, es difícil imaginar que la película vaya a presentar algún tipo de sorpresa respecto a su trama o al mundo narrativo que propone. Sin embargo, la apuesta de “La Momia” apunta precisamente a ese aspecto y lo logra de manera tajante. El film cambia totalmente el género de su antecesora a una nueva propuesta mucho más cercana al cine de suspenso gracias al trabajo conjunto de su banda sonora, juegos de cámara vertiginosos y un ocasional humor oscilante entre lo brillante de su ejecución y lo patético de su contenido.
No obstante, es precisamente esta falta de contenido lo que se convierte en uno de los puntos débiles más críticos de la cinta a medida que avanzan los minutos en la pantalla. Con una historia que cae rápidamente en lugares comunes y predecibles, conjuntamente a un desarrollo de la trama que avanza forzadamente a punta de deux ex machina, hacen que la película quede como un montón de buenas intenciones, pero con un trabajo pobre de guion y cinematografía.
Desde el punto de vista del uso de cámara y planos, las decisiones del director recuerdan mucho a los bellos escenarios digitales de “Ender’s Game” (2013) y “Gods Of Egypt” (2016), llenos de una animación sumamente lograda y atiborrados de objetos brillantes, unidos a locaciones bellísimas que casi hacen perdonar el trabajo pobre y cliché de las decisiones de cámara ejecutadas en esta película. Este mundo de contrastes entre determinaciones técnicas apropiadas e incluso intrépidas, mezcladas con un tratamiento y presentación arquetípico muy visto en el cine de suspenso y acción, son la tónica del trabajo de Kurtzman sobre esta nueva entrega, haciendo de esta cinta un punto tambaleante que no termina de convencer en ningún momento al espectador.
Sin embargo, no es ese el tópico que termina por llevar al espectador a una decepción mayúscula. Una de las mayores decepciones respecto a “La Momia” viene de un problema central que cruza toda la película: la indecisión. Y esta va desde los planos escasamente excitantes, pasando por la suma de efectos especiales que sólo logran producir una sensación de suspenso trillada y burda, hasta la incorporación de conocidas figuras mitológicas y monstruosas para apoyar la ya exagerada maldición de la princesa egipcia momificada. Pareciera que el film, tanto para seguidores de este género como para quienes ven por primera vez el trabajo de Kurtzman, no busca absolutamente nada para volverse memorable: no hay riesgo en sus decisiones ni fuerza en mantener el trabajo de género o estético que posee, sólo contiene formulas archi-probadas del cine de acción para vender entradas a consumidores ocasionales desprevenidos y atraídos por la fama de los actores que participan en esta cinta.
Entonces, cabe preguntarse si esta película sale victoriosa de la batalla contra su predecesora. La respuesta evidente es no, puesto que más parece una digna sucesora de la fatídica y ruinosa “The Mummy: Tomb Of The Dragon Emperor” (2008) en vez de serlo de su precursora original, que estaba mucho mejor construida. Sólo no es una pérdida completa de tiempo gracias a lo maravilloso de sus locaciones y a unas actuaciones contundentes de un reparto que logra mantener a duras penas la duración de una película que narrativamente es pobre y temáticamente infantil y poco trabajada.
Únete a la familia global de Metallica el jueves 13 de abril para una Listening Party mundial. Podrás disfrutar en primicia del nuevo álbum de la banda, “72 Seasons”, un día antes de su lanzamiento oficial. En la gran pantalla y con un demoledor sonido envolvente, este evento especial tendrá lugar en los cines en exclusiva y por una única noche.
Funciones:
Mallplaza Calama: 19:30 hrs.
Mallplaza Antofagasta: 19:00 hrs.
Cinépolis Vivo Coquimbo: 19:30 hrs.
Cinépolis Vivo Imperio: 19:00 hrs.
Arauco Maipú: 19:30 hrs.
Cinépolis Plazuela Independencia Puente Alto: 19:00 hrs.
Parque Arauco: 19:30 y 20:30 hrs.
Cinépolis Mallplaza Egaña: 19:30 y 20:30 hrs.
Cinépolis La Reina: 19:00 y 20:00 hrs.
Plaza Maule Talca: 19:00 hrs.
Cinépolis Vivo Outlet Temuco: 19:00 hrs.
Cinépolis Paseo Costanera Puerto Montt: 19:30 hrs.
Arauco Chillán: 19:00 hrs.