La dupla de directores Olivier Nakache y Eric Toledano se caracteriza por sus dramas-comedias de temáticas inofensivas, pero siempre con un toque de política y racialmente complejas. Así lo fueron “Intouchables” (2011) y “Samba” (2014), y hoy traen “La Fiesta De La Vida”, exhibida por primera vez al cierre del Festival Internacional de Toronto. Aunque cae dentro de la marcada línea por la que sus realizadores transitan, esta vez se dedican puramente a la comedia, sin incluir problemas sociales, privilegiando las risas y el encanto por sobre el contenido crítico. Aun así, siendo un éxito en su propuesta.
Max (Jean-Pierre Bacri) es dueño y líder de una empresa de catering y producción de matrimonios, y se encuentra organizando el que podría ser su último evento a la cabeza de la compañía. En su noche final debe lidiar con sus ineptos empleados, pequeños motines, el ultimátum de su novia, peleas del equipo, casualidades y el masivo ego del controlador y mal educado novio. Max, como siempre, decide aplicar su lema “Nos Adaptamos”, intentando que esa filosofía sea suficiente para sobrevivir la noche sin que los invitados se den cuenta del caos.
Además de encargarse de la dirección, Olivier Nakache y Eric Toledano también escriben “La Fiesta De La Vida”, una comedia francesa liviana, con pequeños toques dramáticos. Expertamente armada por ambos, y con la cinematografía de David Chizallet entregándole una fluidez que aprovecha los interiores y exteriores del palacio francés donde se desarrolla, esta película es sobre todo una comedia de situaciones y errores, enfocada en sus personajes y no en su trama, la que es simple y directa.
Los directores logran construir y caracterizar a sus personajes desde la primera escena en la que aparecen. Max, introducido en los primeros minutos, deja en claro su temperamento, no así sus motivaciones, pero aquella introducción es una buena pincelada para transformarlo en un personaje llamativo, con el que Jean-Pierre Bacri hace el trabajo de llevar gran parte del peso en cuanto al drama y empatía, también siendo el conductor y conector de las diversas tramas del filme. Estas introducciones se repiten para cada personaje con el que nos encontramos, dándoles un golpe inicial que causa interés y, en ocasiones, una primera risa.
Si bien, todos los personajes que habitan “La Fiesta De La Vida” tienen una personalidad clara y distintiva, bien construida en servicio de la comedia, esto no significa que sean siempre bien desarrollados. Sus personalidades y excentricidades resultan entretenidas, pero al correr de los minutos –a mediados del segundo acto– se puede predecir que, a pesar de lo amenos que son y el dinamismo con el que funcionan como conjunto, no tienen una progresión, movimiento, ni tampoco demasiado contenido, cosa que el dúo de directores pudo aprovechar, tal como han demostrado que saben hacer en sus filmes anteriores.
La crítica y la comedia más riesgosa tonalmente, insinuada en otros trabajos de Nakache y Toledano, es reemplazada por una simpleza inofensiva, no sólo en trama, sino también en tono, dejando de lado cualquier tema racial o político, aun teniendo la oportunidad de incorporarlo dado a la gran variedad étnica que tiene el elenco y las características entregadas a cada personaje. La oportunidad está ahí, pero no es aprovechada. Esto es reemplazado por una caricatura liviana, de pura y absoluta comedia, una sátira de lo que significa una tradición como lo es una gran fiesta de matrimonio.
Incluso con estas oportunidades desaprovechadas, “La Fiesta De La Vida” logra ser una comedia que encanta gracias a su conjunto de excéntricos personajes, con una trama de constantes conflictos en donde todo lo que puede ir mal, va a salir mal. Los errores van creciendo en tamaño y como audiencia nos preguntamos de qué proporciones va ser el siguiente, y cuando no nos podemos imaginar uno peor, Toledano y Nakache empujan la situación más cerca de su límite.
La compañía liderada por Max se adapta a la dificultad, tanto como los directores adaptaron su planteamiento temático y tonal a sus personajes, creando una tensión creciente con cada nuevo inconveniente que deben resolver para dar esa sensación de cuento de hadas que los invitados esperan. Del otro lado, los espectadores se quedan con la visión del caos tras la ilusión de fiesta perfecta, una que resulta agradable, graciosa, a veces tensa, pero sin demasiada trascendencia.
Título Original: Le Sens de la Fête
Director: Olivier Nakache y Eric Toledano
Duración: 117 minutos
Año: 2017
Reparto: Jean-Pierre Bacri, Vincent Macaigne, Kevin Azaïs, Suzanne Clément, Gilles Lellouche, Judith Chemla, Jean-Paul Rouve
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Funciones:
Mallplaza Calama: 19:30 hrs.
Mallplaza Antofagasta: 19:00 hrs.
Cinépolis Vivo Coquimbo: 19:30 hrs.
Cinépolis Vivo Imperio: 19:00 hrs.
Arauco Maipú: 19:30 hrs.
Cinépolis Plazuela Independencia Puente Alto: 19:00 hrs.
Parque Arauco: 19:30 y 20:30 hrs.
Cinépolis Mallplaza Egaña: 19:30 y 20:30 hrs.
Cinépolis La Reina: 19:00 y 20:00 hrs.
Plaza Maule Talca: 19:00 hrs.
Cinépolis Vivo Outlet Temuco: 19:00 hrs.
Cinépolis Paseo Costanera Puerto Montt: 19:30 hrs.
Arauco Chillán: 19:00 hrs.