Algo posee el sur profundo de Estados Unidos que contiene los elementos idóneos para plantar una historia de misterio, es cosa de fijarse en su insistente aparición en películas de terror promedio y, de paso, preguntarle al creador de “True Detective”. Inmensos terrenos bucólicos por los cuales no ronda un alma, pueblillos atascados en el tiempo que apenas aparecen en el mapa, construcciones roñosas habitadas por familias que tristemente honran el estereotipo del norteamericano campesino tosco. Pantanos, fundamentalismo religioso, herméticas comunidades de principios dudosos, magia negra. Es que los dueños del mundo no son sólo el glamour de Nueva York y Los Angeles, también ocultan un lado feo que no aparece en los catálogos.
La vida de la joven Jessabelle (Sarah Snook) cambia radicalmente cuando un accidente le quita a su novio, el bebé que esperaban, y la movilidad de sus piernas, debiendo mudarse junto a su padre con quien cortó relación desde la muerte de su mamá. En esta casa lidiará con la presencia de un espíritu que, por razones que eventualmente descubre, pretende hacerle daño.
Guionistas del culebrón venezolano más sensiblero se quedarían cortos igualando las tragedias que sufre la desgraciada Jessabelle. Sin embargo, ella, dando lecciones de resiliencia, da vuelta la página y se mantiene entera con cara de que aquí no ha pasado nada. Es preciso hacer hincapié en la importancia de una heroína que no se derrota ante la adversidad, siempre y cuando exista un debido trabajo de matices que sea coherente con la quejumbrosa vida que el destino le deparó (cuidado que esta vez no aparece por ningún frente). Es que la fortaleza de un personaje que pierde a cada uno de sus seres queridos, aborta de forma involuntaria y encima queda discapacitada de la noche a la mañana, sólo tiene un límite de verosimilitud. La –por decir lo menos- cuestionablemente lúdica propuesta de arte para una chica que salta de un trauma a otro, pasa incluso a segundo plano ante a una construcción psicológica demasiado trivial.
Snook se encumbra por sobre el resto, tiene carisma y su miedo es palpable, pero las ya mencionadas debilidades de su rol coartan lo que pudo ser un potencial mayor. Entre actuaciones secundarias regulares (la actriz que interpreta a la madre bordea en la sobreactuación) y una puesta en escena carente de un toque sutil que enriquezca el texto en su conjunto, para variar el espacio físico en que se desenreda el sórdido embrollo es allá bien al sur, en Luisiana, donde las palabras terminan con un sonsonete especial. Siempre pintada como la esquina de los resignados, esos que deambulan en sus jeans holgados y no conocen más allá del río fronterizo, aquella latitud por cierto que tiene material como para erizar los pelos, aunque la cinta no le haga justicia a esa mitología.
Independiente de que la locación esté a tono porque ha sido probada mil veces antes, es difícil conectar con la atmósfera si la vuelta de tuerca se predice a mitad de camino. Sin distracciones ingeniosas que puedan reforzar el impacto de la verdad detrás del conflicto, la segunda mitad del film simplemente se transforma en un trayecto que, aunque sin ser tedioso en términos de ritmo, carece de sobresaltos que le hagan honor al género y se satura de obviedades conforme desembocamos en el clímax. Esto, por supuesto, sin siquiera mencionar una escena (y plano) final de tamaña hilaridad, que acaba por ridiculizar todo el esfuerzo previo por ser tomada en serio.
Quizás habrán deseado que el truco publicitario de bautizarla con un título sospechosamente parecido al de la taquillera “Annabelle” (2014) pasara inadvertido, mas no es el caso. A pesar de que no colindan en su trama central, basta con el efecto mental involuntario de asociación de nombres como para darle un empujoncito extra a esta, pero ni eso le alcanza para sumar bonos. La productora Blumhouse estará acostumbrada a los triunfos, unos más justificados que otros, no obstante en esta ocasión disminuyeron el umbral de eficacia y como resultado debutó un producto deficiente. Después de todo, la terrorífica fama que goza el sur pueblerino de los Estados Unidos no hace su magia sin un buen relato que la complemente.
Únete a la familia global de Metallica el jueves 13 de abril para una Listening Party mundial. Podrás disfrutar en primicia del nuevo álbum de la banda, “72 Seasons”, un día antes de su lanzamiento oficial. En la gran pantalla y con un demoledor sonido envolvente, este evento especial tendrá lugar en los cines en exclusiva y por una única noche.
Funciones:
Mallplaza Calama: 19:30 hrs.
Mallplaza Antofagasta: 19:00 hrs.
Cinépolis Vivo Coquimbo: 19:30 hrs.
Cinépolis Vivo Imperio: 19:00 hrs.
Arauco Maipú: 19:30 hrs.
Cinépolis Plazuela Independencia Puente Alto: 19:00 hrs.
Parque Arauco: 19:30 y 20:30 hrs.
Cinépolis Mallplaza Egaña: 19:30 y 20:30 hrs.
Cinépolis La Reina: 19:00 y 20:00 hrs.
Plaza Maule Talca: 19:00 hrs.
Cinépolis Vivo Outlet Temuco: 19:00 hrs.
Cinépolis Paseo Costanera Puerto Montt: 19:30 hrs.
Arauco Chillán: 19:00 hrs.
Saw
19-Ago-2015 at 12:27 pm
Oigan pero esta película es del 2014 poh y salió antes que Anabelle!
Así que nada que ver su comentario con respecto a copiar el nombre…
Claudio Tapia
19-Ago-2015 at 12:49 pm
Es de 2014, al igual que “Annabelle”, y no salió antes: se estrenó 3 meses después.