Con la historia de un chico que se convertía en criminal en las afueras de Johannesburgo, el sudafricano Gavin Hood se quedó con el Oscar a mejor película extranjera en 2006. Luego de ese reconocimiento, el panorama asomaba esplendoroso para el director, pero la verdad su trayecto reciente ha sido mucho más desafortunado. Hasta el año pasado, sólo registraba dos filmes a su haber tras ese triunfo. “Rendition” (2007), una floja obra con tintes de denuncia, y “X-Men: Wolverine” (2009), su primera incursión en el cine espectáculo y con seguridad la peor cinta salida del universo mutante. Pese a la tibia recepción que tuvo esta última, un apetecido proyecto llegó a sus manos: la adaptación cinematográfica de la novela de Orson Scott Card de 1985, “Ender’s Game”, una nueva superproducción inmersa en los terrenos de la ciencia ficción de la que además se encargó de reescribir el guión. Ya lo sabemos: por más que el fracaso haya estado cerca, siempre Hollywood ofrece una segunda oportunidad, incluso a los más limitados.
La Tierra ha sido atacada por una raza alienígena y sólo gracias a la heroica actuación de un soldado se ha salvado de la destrucción total. Es el año 2070 y ante eso la Flota Estelar ha decidido implementar un plan de formación de niños que puedan defender al planeta de la inminente guerra. Uno de ellos es Ender Wiggin (Asa Butterfield), el menor de tres hermanos y el único que continúa formando parte del entrenamiento. Debido a su carácter y habilidades, ha sido perfilado por los cabecillas de la Flota como el futuro líder, por lo que, sin que él lo sepa, será preparado para que ejerza un papel central en la lucha contra la extinción de la humanidad.
Ciencia ficción sin ninguna novedad con adolescentes en el centro. En apariencia eso encarna “El Juego de Ender”, pero lo que podría haber sido un entretenimiento aligerado para acaparar mayor taquilla, es sostenido como una obra que plantea interrogantes y complicaciones que no se encuentran en cada esquina. La película se sobrepone a un arranque un tanto abrupto, que si bien sirve para sumergir sin mayores preámbulos al espectador y plantear una ficción atractiva, no está abordado con toda la claridad que debería. Afortunadamente, el desarrollo, aún con la irregularidad como sello, está por sobre esa introducción.
Es acá donde se nota la buena labor de Gavin Hood, quien jamás descarrila el relato ni tampoco se engolosina con las posibilidades que ofrece la técnica disponible gracias a un presupuesto abultado. Si tiene que recurrir a ellos, lo hace en general con mucho tino. Entiende que el foco debe estar puesto en el protagonista, en su evolución y en los dilemas interiores que padece. Siendo ese aspecto tan relevante en la historia, el trabajo de Asa Butterfield cobra vital importancia. Tal como en sus anteriores actuaciones, el joven intérprete se desenvuelve con una solidez admirable y dota de consistencia un rol complejo, a la altura del Katniss Everdeen de Jennifer Lawrence.
Este es uno de los puntos altos de la película, el casting. Además de Butterfield, se cuenta con Hailee Steinfeld y Abigail Breslin. No es fácil hallar actores de esta edad tan convincentes y la cinta ha conseguido reunir a nada menos que tres. La fortaleza se traslada a medias al reparto de los actores adultos: Harrison Ford, Viola Davis y Ben Kingsley blindan con oficio la obra, aunque se echa de menos un mayor provecho de contar con ellos. Así, queda al descubierto que la buena mano que tiene Hood con los más jóvenes, no es capaz de trasladarla a la dirección de los actores maduros.
Si bien se traspasa a la pantalla el hecho de que la novela original está a buena distancia de los best-sellers actuales con jóvenes de protagonistas, la película no está exenta de problemas. No se ausentan las explicaciones débiles y la excesiva dedicación a ciertos pasajes en merma de otros segmentos más relevantes. El ejemplo más emblemático es que la relación del protagonista con su hermana no está explicada de manera consistente. Así como tampoco falta el secundario fuera de lugar, que viene a desentonar y a atentar contra el equilibrio de la cinta. Aún con algunas situaciones que están lejos de estar resueltas adecuadamente, hay intención y arrojo, además de un final muy estimable.
La llegada de este filme se suma a otras atractivas propuestas emanadas de la literatura que se salen de lo habitual, siendo el ejemplo más renombrado la saga “Los Juegos del Hambre”. Resulta saludable que se empiecen a producir realizaciones que apuntan a ser entretenimientos revestidos de decisiones jugadas y ecos morales. “El Juego de Ender”, aún sin ser una película afinada a plenitud, es muy superior a buena parte de los últimos estrenos de ciencia ficción. En tiempos en que el género parece estar viviendo una resurrección en el cine, este se erige como uno de los trabajos más destacados, y por lo mismo se torna inexplicable el hecho de que su taquilla haya sido tan baja en los lugares donde ya se ha estrenado.
Únete a la familia global de Metallica el jueves 13 de abril para una Listening Party mundial. Podrás disfrutar en primicia del nuevo álbum de la banda, “72 Seasons”, un día antes de su lanzamiento oficial. En la gran pantalla y con un demoledor sonido envolvente, este evento especial tendrá lugar en los cines en exclusiva y por una única noche.
Funciones:
Mallplaza Calama: 19:30 hrs.
Mallplaza Antofagasta: 19:00 hrs.
Cinépolis Vivo Coquimbo: 19:30 hrs.
Cinépolis Vivo Imperio: 19:00 hrs.
Arauco Maipú: 19:30 hrs.
Cinépolis Plazuela Independencia Puente Alto: 19:00 hrs.
Parque Arauco: 19:30 y 20:30 hrs.
Cinépolis Mallplaza Egaña: 19:30 y 20:30 hrs.
Cinépolis La Reina: 19:00 y 20:00 hrs.
Plaza Maule Talca: 19:00 hrs.
Cinépolis Vivo Outlet Temuco: 19:00 hrs.
Cinépolis Paseo Costanera Puerto Montt: 19:30 hrs.
Arauco Chillán: 19:00 hrs.
Don Pipe
15-Ene-2014 at 11:55 am
como 6 años esperando esta película!