En 2016 se estrenó “Swiss Army Man”, una película sobre un náufrago que encuentra un cadáver que lo ayuda a sobrevivir a través de gases y erecciones. Naturalmente, no demoraron los artículos sobre la gente que se fue del cine en medio de su proyección en el Festival de Sundance, habiendo reaccionado muy mal a lo expuesto en pantalla. Sin embargo, la segunda oleada de publicaciones fue debido a que, pese a lo bizarra de la propuesta, el debut de Dan Kwan y Daniel Scheinert (pareja de directores conocida como “Daniels”) rompe el molde, abrazando su rareza y creando una historia genuinamente emocional, donde uno se pregunta cómo se logra aquello de manera tan orgánica.
Lo anterior es un punto importante de tener en cuenta antes de ver su segundo largometraje juntos, “Everything Everywhere All At Once”, la que relata la historia de Evelyn Wang (Michelle Yeoh), una mujer de mediana edad inmigrante de China, quien, en medio de una auditoría de impuestos, descubre que tiene el particular poder de existir en universos paralelos, convirtiéndose así en una improbable heroína en vías de salvar el multiverso.
“Everything Everywhere All At Once” no queda al debe de lo que es presentado en “Swiss Army Man”, manteniendo las mismas rarezas e incluso llevándolas más lejos. No obstante, el despliegue de los talentos del equipo realizador no se demuestra en dichas rarezas, sino que en la versatilidad al momento de saltar entre multiversos, tanto en el guión como en su puesta en escena. En un análisis más superficial, esta es una obra llena de demasiadas referencias cinematográficas e historias, todas en diferentes tonos, lo que en muchos casos podría ser un gran obstáculo para el espectador casual.
Por otra parte, hay una razón en específico por la que Kwan y Scheinert logran crear una película sobre multiversos, que se atreve a traspasar barreras y mostrar verdaderamente variedades de multiversos con diferentes propuestas, teniendo muchas películas contenidas en una: todo se puede resumir en el rol de Evelyn, con una actuación de Michelle Yeoh que lo entrega todo, dándole el espacio para crear profundidad emocional en cada iteración de su personaje. Con el gran trabajo del reparto, y principalmente de Yeoh, “Everything Everywhere All At Once” logra tener un hilo cohesionado, debido a que esta opera en su nivel más alto cuando alcanza la profundidad emocional de sus personajes en cada universo, llegando a un montaje paralelo de una discusión multiversal entre Evelyn y su hija, donde cada golpe pega más fuerte que el anterior, en un momento para emocionarse y maravillarse ante el logro en la pantalla.
Uno de los desafíos más grandes dentro de “Everything Everywhere All At Once” es el generar una imagen única para cada universo, y cabe decir que esto se logra al más alto nivel. El trabajo realizado en el arte y fotografía genera imágenes que nos puedan ayudar a evocar diferentes emociones, a través de cambios de relación de aspecto, color, a la misma elección de planos e incluso con ciertas referencias cinematográficas, ayudando a terminar de unir un filme que se revela demasiado complejo para hablar de cosas simples.
A pesar de todo lo anteriormente mencionado, cabe destacar que quizás la problemática más grande en la obra es que la propuesta no es para cualquiera; esta es una película que llena de estímulos desde muy temprano, por lo que alguien perfectamente podría rechazar lo que está viendo, especialmente si no está la costumbre al ritmo presentado. No obstante, si el espectador se compromete y logra entrar en la historia, probablemente sea recompensado.
“Everything Everywhere All At Once” es un logro para nada menor, una película muy grande, pero muy personal a la vez; un collage fluido y orgánico que no puede evitar dejar al espectador emocionado al final de la historia. Porque, entre las escenas de acción y explosiones, hay un verdadero drama, el de una mujer con arrepentimientos mirando todas las versiones de su vida, mientras está a punto de perderlo todo, tanto su lavandería como su universo contenido en un bagel.
Título Original: Everything Everywhere All at Once
Director: Dan Kwan y Daniel Scheinert
Duración: 139 minutos
Año: 2022
Reparto: Michelle Yeoh, Jamie Lee Curtis, Jonathan Ke Quan, James Hong, Anthony Molinari, Audrey Wasilewski, Stephanie Hsu, Peter Banifaz, Brian Le, Andy Le, Tallie Medel, Jenny Slate
“Lightyear” inicia con un pequeño título que dice que, en los años noventa, Andy, el personaje de la serie de “Toy Story”, recibió un juguete de su película favorita, y esta es esa película. Lo anterior podría llevar a imaginar que la cinta en cuestión tendría una estética noventera o tomaría elementos de películas de aventura de la época, de la misma manera que, por ejemplo, la serie “Stranger Things” se apoya en la estética y el estilo del terror de esa época, apropiándose de la narrativa y el estilo de esa década. Sin embargo, acá las referencias a la época comienzan y terminan con ese título inicial, y la obra rápidamente se transforma en otra simple película de aventura. Esto no es necesariamente malo, “Lightyear” es una película completamente funcional, entretenida y que, aunque a ratos se puede volver predecible, logra sorprender con algunos giros, pero esto genera que ese título inicial pierda sentido, y pone en cuestionamiento la razón de ser de esta película.
La historia comienza cuando, luego de quedar varados en un planeta hostil, Buzz Lightyear junto a su compañera Alisha hacen lo posible por llevar a la tripulación de vuelta a casa. Con la ayuda de científicos logran desarrollar un combustible experimental que podría salvarlos, pero durante los experimentos descubren que Buzz Lightyear, piloteando la nave de prueba, experimenta el tiempo de manera diferente: lo que en esa nave son minutos, en la superficie del planeta son años. Sin embargo, Buzz es incapaz de rendirse, y lo sigue intentando durante años y años, durante los cuales sus amigos y colegas envejecen mientras él se mantiene de la misma edad. Todo cambia cuando, al volver de uno de estos ensayos, descubre que algo ha cambiado: el planeta ha sido invadido por robots alienígenas. Con la ayuda de Izzy, nieta de su compañera, Lightyear deberá enfrentarse a estos robots para salvar al planeta y tener una oportunidad para volver a casa.
La de “Lightyear” es una trama que, a pesar de tocar temáticas interesantes sobre el paso del tiempo y la culpa, a ratos se siente muy complicada, ya que pasa mucho antes de que la trama principal siquiera comience. Esto hace que los tópicos que la película tratará a lo largo de su conflicto principal queden un tanto sobreexplicadas durante la primera media hora, lo que genera una desconexión entre lo que los personajes experimentan versus lo que los espectadores entendemos. Cuando Buzz se da cuenta de qué es lo que debe aprender para resolver el conflicto, es algo que se ve venir desde el principio de la historia.
Si bien, esto puede hacer que la película se sienta algo predecible desde un punto de vista temático, desde una perspectiva narrativa funciona bastante bien como cinta de acción y aventura. El universo que construye es visualmente rico y bastante especial, y se beneficia de diversas ideas sobre física cuántica que han sido exploradas en gran cantidad por películas de ciencia ficción, particularmente desde el aspecto de viajes en el tiempo.
Es interesante además que, a diferencia de muchos otros productos de nostalgia actuales, “Lightyear” se ve obligada a construir un universo completamente nuevo, puesto que las referencias que existen en las películas de “Toy Story” son sumamente vagas y genéricas, y es un desafío que el equipo tras esta película logra cumplir de forma satisfactoria. Buzz Lightyear, como personaje, es complejo e interesante, alejándose lo suficiente del juguete de sus películas madre para sostenerse como protagonista, pero logrando mantener suficientes elementos para sentirse familiar. Después de todo, el juguete supuestamente está basado en este personaje.
Por cierto, es difícil alejarse de las películas de “Toy Story”, no sólo porque “Lightyear” sea supuestamente el origen del juguete, sino porque está llena de referencias a la saga. La sombra de la tetralogía lo toca todo, tanto así, que a ratos pareciera que esta película es más una historia fan-made sobre el juguete que el verdadero origen del personaje. Y esto se debe a que no se siente como un producto de la época que supuestamente existe junto a los juguetes en el universo de “Toy Story”, sino que, en muchos sentidos, se percibe supeditada a los juguetes, tanto en sus referencias como en, incluso, un giro cerca del final de la historia.
Lo que queda es una sensación algo agridulce, ya que, cuando se concentra en ser sólo una película de aventuras, “Lightyear” funciona bastante bien, con un universo interesante, personajes coloridos y tensas secuencias de acción, incluso si no llega a los niveles de profundidad temática y madurez emocional de otras películas de Pixar. Lo anterior hace que se sienta como una oportunidad perdida porque como referencia a “Toy Story” no funciona tan bien como parecían ser sus intenciones, pero cuando se aleja de ella la historia marcha mucho mejor y queda la sensación de que hubiera sido aún mejor sin ninguna referencia, sólo existiendo por sí misma.
Título Original: Lightyear
Director: Angus MacLane
Duración: 100 minutos
Año: 2022
Reparto: (voces) Chris Evans, Keke Palmer, Peter Sohn, Taika Waititi, Dale Soules, James Brolin, Uzo Aduba, Mary McDonald-Lewis, Isiah Whitlock Jr., Angus MacLane, Bill Hader