En días donde la cartelera está sobrepoblada de franquicias que pretenden asegurar el éxito comercial de sus producciones, no es sorpresa que cintas con un claro objetivo de entretención se abran paso y pretendan establecer segundas, terceras y hasta cuartas partes, casi obligando a conectar con sus personajes o un hilo conductor temático que muchas veces no logra sostenerse a través del tiempo. Así se estrena “Presidente Bajo Fuego”, como lo que parece ser un cierre a la trilogía que inicio “Ataque A La Casa Blanca” en 2013 y continuó “Londres Bajo Fuego” en 2016; un trio de películas centradas en un agente del Servicio Secreto y sus intentos por defender todo lo que representa el presidente de los Estados Unidos.
Luego de los ataques ocurridos en la Casa Blanca y Londres, el agente especial Mike Banning (Gerard Butler) es acusado de ser parte de una conspiración en contra del presidente de los Estados Unidos. Con toda la evidencia en su contra, Banning deberá probar su lealtad y desenmascarar a quienes están detrás de los atentados.
La anterior entrega de esta trilogía permitió exacerbar las características del género en un escenario diferente, poniendo a prueba las habilidades del protagonista, pero al mismo tiempo las capacidades técnicas y cinematográficas del género, exhibiendo un espectáculo de explosiones y la lucha entre el patriotismo y la amenaza extranjera, propia de estas cintas. Sin embargo, esta no logró conectar de manera natural los hechos ocurridos en la película anterior, casi olvidando las consecuencias y el significado que tiene un ataque a la Casa Blanca.
Por el contrario, “Presidente Bajo Fuego” toma una pausa y reflexiona sobre lo ocurrido en las cintas anteriores y particularmente las consecuencias en su protagonista, quien ahora sufre física y mentalmente los efectos que su trabajo conlleva, por lo que el foco está puesto en cómo lidia con los peligros de su trabajo y las secuelas de este en su vida personal. Y, si bien la intención de profundizar en él parece honesta y natural, este trabajo parece antojadizo si se consideran las entregas anteriores, donde no queda mucho espacio para poder indagar en la vida del protagonista. Esta vez sólo se queda en la intención, pero lamentablemente tiene poca relevancia para el conjunto de producciones que se han creado hasta el momento.
La ya saga de Mike Banning se caracteriza por su excesivo sentimiento patriota, el cual se ve constantemente amenazado por las fuerzas extranjeras y en esta oportunidad el enemigo ruso vuelve a ser utilizado como blanco para excusar la supuesta traición de Banning al gobierno estadounidense. Y si bien el concepto de lealtad con una nación está correctamente trabajado en las acciones del agente, ya a estas alturas la idea parece redundante y monótona, pues no existe mayor motivación en los personajes que habitan este mundo narrativo; en ellos sólo se observa un motor casi involuntario que los lleva a tomar decisiones que caen en la torpeza y lo inverosímil, cayendo en clichés y tomando lo más fastidioso de un género que, si es trabajado de una manera adecuada, puede entregar grandes y buenos resultados.
Tanto la primera como la segunda entrega de la franquicia sustentaban su presencia en un tercer acto donde todos los artilugios son expuestos con grandilocuencia, y las más explosivas secuencias de acción son el gran espectáculo por el que se ha construido sus relatos. Aunque “Presidente Bajo Fuego” logra llegar a puntos bastante altos en lo que respecta a dichas escenas, estas no alcanzan el énfasis entregado anteriormente, por lo que resultan ser secuencias casi puestas por el compromiso que involucra el género y los antecedentes de las cintas anteriores.
Pese a sus fallas, “Presidente Bajo Fuego” reflexiona sobre el desánimo que existe en alguien que ha entregado casi su vida defendiendo lo que cree, y esto se logra sin mayor esfuerzo, aunque al mismo tiempo ese desgano es traspasado a la aletargada narración de una cinta que esboza un cierre para un historia que carece de profundidad y trascendencia.
Título Original: Angel Has Fallen
Director: Ric Roman Waugh
Duración: 120 minutos
Año: 2019
Reparto: Gerard Butler, Morgan Freeman, Piper Perabo, Lance Reddick, Jada Pinkett Smith, Tim Blake Nelson, Nick Nolte, Chris Browning, Danny Huston, Michael Landes, Joseph Millson
“Lightyear” inicia con un pequeño título que dice que, en los años noventa, Andy, el personaje de la serie de “Toy Story”, recibió un juguete de su película favorita, y esta es esa película. Lo anterior podría llevar a imaginar que la cinta en cuestión tendría una estética noventera o tomaría elementos de películas de aventura de la época, de la misma manera que, por ejemplo, la serie “Stranger Things” se apoya en la estética y el estilo del terror de esa época, apropiándose de la narrativa y el estilo de esa década. Sin embargo, acá las referencias a la época comienzan y terminan con ese título inicial, y la obra rápidamente se transforma en otra simple película de aventura. Esto no es necesariamente malo, “Lightyear” es una película completamente funcional, entretenida y que, aunque a ratos se puede volver predecible, logra sorprender con algunos giros, pero esto genera que ese título inicial pierda sentido, y pone en cuestionamiento la razón de ser de esta película.
La historia comienza cuando, luego de quedar varados en un planeta hostil, Buzz Lightyear junto a su compañera Alisha hacen lo posible por llevar a la tripulación de vuelta a casa. Con la ayuda de científicos logran desarrollar un combustible experimental que podría salvarlos, pero durante los experimentos descubren que Buzz Lightyear, piloteando la nave de prueba, experimenta el tiempo de manera diferente: lo que en esa nave son minutos, en la superficie del planeta son años. Sin embargo, Buzz es incapaz de rendirse, y lo sigue intentando durante años y años, durante los cuales sus amigos y colegas envejecen mientras él se mantiene de la misma edad. Todo cambia cuando, al volver de uno de estos ensayos, descubre que algo ha cambiado: el planeta ha sido invadido por robots alienígenas. Con la ayuda de Izzy, nieta de su compañera, Lightyear deberá enfrentarse a estos robots para salvar al planeta y tener una oportunidad para volver a casa.
La de “Lightyear” es una trama que, a pesar de tocar temáticas interesantes sobre el paso del tiempo y la culpa, a ratos se siente muy complicada, ya que pasa mucho antes de que la trama principal siquiera comience. Esto hace que los tópicos que la película tratará a lo largo de su conflicto principal queden un tanto sobreexplicadas durante la primera media hora, lo que genera una desconexión entre lo que los personajes experimentan versus lo que los espectadores entendemos. Cuando Buzz se da cuenta de qué es lo que debe aprender para resolver el conflicto, es algo que se ve venir desde el principio de la historia.
Si bien, esto puede hacer que la película se sienta algo predecible desde un punto de vista temático, desde una perspectiva narrativa funciona bastante bien como cinta de acción y aventura. El universo que construye es visualmente rico y bastante especial, y se beneficia de diversas ideas sobre física cuántica que han sido exploradas en gran cantidad por películas de ciencia ficción, particularmente desde el aspecto de viajes en el tiempo.
Es interesante además que, a diferencia de muchos otros productos de nostalgia actuales, “Lightyear” se ve obligada a construir un universo completamente nuevo, puesto que las referencias que existen en las películas de “Toy Story” son sumamente vagas y genéricas, y es un desafío que el equipo tras esta película logra cumplir de forma satisfactoria. Buzz Lightyear, como personaje, es complejo e interesante, alejándose lo suficiente del juguete de sus películas madre para sostenerse como protagonista, pero logrando mantener suficientes elementos para sentirse familiar. Después de todo, el juguete supuestamente está basado en este personaje.
Por cierto, es difícil alejarse de las películas de “Toy Story”, no sólo porque “Lightyear” sea supuestamente el origen del juguete, sino porque está llena de referencias a la saga. La sombra de la tetralogía lo toca todo, tanto así, que a ratos pareciera que esta película es más una historia fan-made sobre el juguete que el verdadero origen del personaje. Y esto se debe a que no se siente como un producto de la época que supuestamente existe junto a los juguetes en el universo de “Toy Story”, sino que, en muchos sentidos, se percibe supeditada a los juguetes, tanto en sus referencias como en, incluso, un giro cerca del final de la historia.
Lo que queda es una sensación algo agridulce, ya que, cuando se concentra en ser sólo una película de aventuras, “Lightyear” funciona bastante bien, con un universo interesante, personajes coloridos y tensas secuencias de acción, incluso si no llega a los niveles de profundidad temática y madurez emocional de otras películas de Pixar. Lo anterior hace que se sienta como una oportunidad perdida porque como referencia a “Toy Story” no funciona tan bien como parecían ser sus intenciones, pero cuando se aleja de ella la historia marcha mucho mejor y queda la sensación de que hubiera sido aún mejor sin ninguna referencia, sólo existiendo por sí misma.
Título Original: Lightyear
Director: Angus MacLane
Duración: 100 minutos
Año: 2022
Reparto: (voces) Chris Evans, Keke Palmer, Peter Sohn, Taika Waititi, Dale Soules, James Brolin, Uzo Aduba, Mary McDonald-Lewis, Isiah Whitlock Jr., Angus MacLane, Bill Hader
Vitalii Travinskyi
28-Ago-2019 at 5:50 pm
de manera natural los hechos ocurridos