Cada cierto tiempo aparecen producciones de ciencia ficción que se alejan de ciertos vicios propios de un blockbuster y hablan desde un género que ha servido como medio para plantear dudas propias de obras filosóficas. Esta vez, llega a la pantalla una producción basada en la novela corta “Story Of Your Life” de Ted Chiang, que recorre libremente las temáticas del lenguaje, y cómo los sistemas de comunicación humanos logran configurarnos y lo que ocurre cuando se ven enfrentados a formas de vida desconocidas.
El elegido en la dirección es el canadiense Denis Villeneuve, quien luego de alcanzar reconocimiento internacional con “Prisoners” (2013) parece ser la mejor carta para dirigir una historia de estas características, pues el cine de Villeneuve se nutre del misterio y la búsqueda de respuestas, siendo sus personajes el foco central y quienes construyen un entramado lo suficientemente resistente para sostener una narración que pueda resultar compleja.
La lingüista Louis Banks (Amy Adams) es contratada por el gobierno de los Estados Unidos para servir de traductora cuando doce naves extraterrestres aterrizan en diferentes ciudades del mundo. Con la ayuda del matemático, Ian Donelly (Jeremy Renner) deberá descubrir el mensaje y el motivo que se esconde detrás de esta visita.
Para poder desarrollar las temáticas abordadas en el cuento original y darle frescura, el guion de Eric Heisserer camina por el terreno de una historia convencional de invasiones extraterrestres, donde el caos se apodera de la población y los líderes mundiales tratan de lidiar con una inesperada catástrofe, pero alimentándola al tratar de manera apropiada conceptos como el dolor, el tiempo, la compasión y principalmente la comunicación.
Si se establecen ciertas conexiones al pensar en un sistema de comunicación con seres de otros planetas, es fácil recordar “Close Encounters Of The Third Kind” (1977), donde una escala musical era el medio para establecer un lenguaje común, o el descubrimiento de una señal con números primos provenientes de otra galaxia en “Contact” (1997) de Robert Zemeckis. Por otra parte, en “La Llegada” la exploración para establecer una lengua en común es el motivo central que moverá el relato hacia intrincados laberintos, siendo este argumento la excusa perfecta para explorar planteamientos más profundos a través de sus personajes.
Si bien, los personajes de Villeneuve sirven como medio para trabajar una trama ambiciosa, es a través de su construcción donde se establecen las principales conexiones con el espectador. Estos siempre están en busca de respuestas, y son sus motivaciones y entendimientos los elementos que logran alcanzar protagonismo. Buscando respuestas personales como las indagadas en “Incendies” (2010) o en una escala mayor como en la antecesora a esta producción, la aclamada “Sicario” (2015). Esta vez, el foco recae en Amy Adams y su Dra. Louis Banks, quien demostrará que su desempeño actoral puede mover un relato y manejarlo con gran habilidad. Pues, es este personaje el que logrará desenredar las ideas que rondan alrededor de una cinta que a ratos pareciera abarcar más de lo que puede, pero que consigue encauzar sus objetivos en cada paso que ella da, siendo el elemento que conecte la trama principal con honestas representaciones de intimidad y espacios familiares, a modo de secuencias montadas entre el caos, aportando sensibilidad y respiro, tal como fue trabajado el relato de Alfonso Cuarón en “Gravity” (2013) o “Interstellar” (2014) de Christopher Nolan, con la que se pueden establecer ciertas similitudes narrativas.
Uno de las grandes fortalezas de “La Llegada” es el tono presente durante todo el metraje, manteniendo la tensión como protagonista cuando las fuerzas antagónicas entran en juego, y la emoción que entregan los propios descubrimientos de la protagonista, puesto que esta inusual e inesperada experiencia le servirá para indagar en su personal concepción del mundo y cómo la situación en la que se ve envuelta comienza a afectar sus pensamientos. Esta atmósfera es reforzada gracias a la música de Jóhann Jóhannsson, quien logra incrementar la emotividad en una justa medida.
Siendo una historia que plantea constantes preguntas y que está en una persistente búsqueda de respuestas, la intriga está puesta en descubrir estas verdades y salir satisfecho con las resoluciones. Sin embargo, las propuestas para resolver este rompecabezas podrían confundir, arriesgando perder la credibilidad del espectador. No obstante, este pacto de confianza previo no es traicionado y, a pesar de contener un tercer acto que tambalea, logra llegar a puerto de manera satisfactoria, pues sin ser ambiciosa en sus objetivos o pretenciosa en su propuesta, consigue crear conexiones con los cimientos de nuestra humanidad, agregando emoción a una inusual pero genuina historia.
Título Original: Arrival
Director: Denis Villeneuve
Duración: 117 minutos
Año: 2016
Reparto: Amy Adams, Jeremy Renner, Forest Whitaker, Michael Stuhlbarg, Mark O’Brien, Nathaly Thibault, Pat Kiely, Joe Cobden, Tzi Ma, Julian Casey, Larry Day, Russell Yuen, Abigail Pniowsky
“Lightyear” inicia con un pequeño título que dice que, en los años noventa, Andy, el personaje de la serie de “Toy Story”, recibió un juguete de su película favorita, y esta es esa película. Lo anterior podría llevar a imaginar que la cinta en cuestión tendría una estética noventera o tomaría elementos de películas de aventura de la época, de la misma manera que, por ejemplo, la serie “Stranger Things” se apoya en la estética y el estilo del terror de esa época, apropiándose de la narrativa y el estilo de esa década. Sin embargo, acá las referencias a la época comienzan y terminan con ese título inicial, y la obra rápidamente se transforma en otra simple película de aventura. Esto no es necesariamente malo, “Lightyear” es una película completamente funcional, entretenida y que, aunque a ratos se puede volver predecible, logra sorprender con algunos giros, pero esto genera que ese título inicial pierda sentido, y pone en cuestionamiento la razón de ser de esta película.
La historia comienza cuando, luego de quedar varados en un planeta hostil, Buzz Lightyear junto a su compañera Alisha hacen lo posible por llevar a la tripulación de vuelta a casa. Con la ayuda de científicos logran desarrollar un combustible experimental que podría salvarlos, pero durante los experimentos descubren que Buzz Lightyear, piloteando la nave de prueba, experimenta el tiempo de manera diferente: lo que en esa nave son minutos, en la superficie del planeta son años. Sin embargo, Buzz es incapaz de rendirse, y lo sigue intentando durante años y años, durante los cuales sus amigos y colegas envejecen mientras él se mantiene de la misma edad. Todo cambia cuando, al volver de uno de estos ensayos, descubre que algo ha cambiado: el planeta ha sido invadido por robots alienígenas. Con la ayuda de Izzy, nieta de su compañera, Lightyear deberá enfrentarse a estos robots para salvar al planeta y tener una oportunidad para volver a casa.
La de “Lightyear” es una trama que, a pesar de tocar temáticas interesantes sobre el paso del tiempo y la culpa, a ratos se siente muy complicada, ya que pasa mucho antes de que la trama principal siquiera comience. Esto hace que los tópicos que la película tratará a lo largo de su conflicto principal queden un tanto sobreexplicadas durante la primera media hora, lo que genera una desconexión entre lo que los personajes experimentan versus lo que los espectadores entendemos. Cuando Buzz se da cuenta de qué es lo que debe aprender para resolver el conflicto, es algo que se ve venir desde el principio de la historia.
Si bien, esto puede hacer que la película se sienta algo predecible desde un punto de vista temático, desde una perspectiva narrativa funciona bastante bien como cinta de acción y aventura. El universo que construye es visualmente rico y bastante especial, y se beneficia de diversas ideas sobre física cuántica que han sido exploradas en gran cantidad por películas de ciencia ficción, particularmente desde el aspecto de viajes en el tiempo.
Es interesante además que, a diferencia de muchos otros productos de nostalgia actuales, “Lightyear” se ve obligada a construir un universo completamente nuevo, puesto que las referencias que existen en las películas de “Toy Story” son sumamente vagas y genéricas, y es un desafío que el equipo tras esta película logra cumplir de forma satisfactoria. Buzz Lightyear, como personaje, es complejo e interesante, alejándose lo suficiente del juguete de sus películas madre para sostenerse como protagonista, pero logrando mantener suficientes elementos para sentirse familiar. Después de todo, el juguete supuestamente está basado en este personaje.
Por cierto, es difícil alejarse de las películas de “Toy Story”, no sólo porque “Lightyear” sea supuestamente el origen del juguete, sino porque está llena de referencias a la saga. La sombra de la tetralogía lo toca todo, tanto así, que a ratos pareciera que esta película es más una historia fan-made sobre el juguete que el verdadero origen del personaje. Y esto se debe a que no se siente como un producto de la época que supuestamente existe junto a los juguetes en el universo de “Toy Story”, sino que, en muchos sentidos, se percibe supeditada a los juguetes, tanto en sus referencias como en, incluso, un giro cerca del final de la historia.
Lo que queda es una sensación algo agridulce, ya que, cuando se concentra en ser sólo una película de aventuras, “Lightyear” funciona bastante bien, con un universo interesante, personajes coloridos y tensas secuencias de acción, incluso si no llega a los niveles de profundidad temática y madurez emocional de otras películas de Pixar. Lo anterior hace que se sienta como una oportunidad perdida porque como referencia a “Toy Story” no funciona tan bien como parecían ser sus intenciones, pero cuando se aleja de ella la historia marcha mucho mejor y queda la sensación de que hubiera sido aún mejor sin ninguna referencia, sólo existiendo por sí misma.
Título Original: Lightyear
Director: Angus MacLane
Duración: 100 minutos
Año: 2022
Reparto: (voces) Chris Evans, Keke Palmer, Peter Sohn, Taika Waititi, Dale Soules, James Brolin, Uzo Aduba, Mary McDonald-Lewis, Isiah Whitlock Jr., Angus MacLane, Bill Hader